cold little heart

gris a azul

—Buen día, Seungmin. 

Seungmin sonrió, abriendo la puerta un poco más —buenos días, Hyunjin —el alfa entró a la casa, limpiando sus zapatos antes de dejar su bolso en el suelo. Seungmin cerró la puerta con lentitud —llegaste temprano. 

Hyunjin asintió —mis disculpas, se te hizo tarde ayer y quería asegurarme que no ocurriera lo mismo hoy. 

Seungmin se sonrojó, bajando la mirada —gracias, Hyunjin. 

—De nada —inclinó su cabeza —Jeongin aún duerme. 

—Sí. —Seungmin le hizo una seña para que lo siguiera a la cocina— no fue una buena noche para ninguno de los dos —abrió un gabinete, sacando una taza— ¿te gustaría un poco de café? 

—Por favor, —Hyunjin miró las manos de Seungmin y después su rostro— estás muy cansado. 

—Sí. —Seungmin se había visto en el espejo, era como si pesadas bolsas hubieran crecido debajo de sus ojos por la noche— Jeongin tuvo pesadillas y cuando por fin consiguió dormir, comenzaron las mías. 

Hyunjin detuvo a Seungmin cuando tomó la leche —negro está bien —presionó la raza caliente contra sus labios y dio un largo trago— no deberías ir hoy a trabajar. 

Seungmin vertió leche en su propia taza y sonrió con pereza —eso quisiera, no pensé que extrañaría tanto a mi hijo —golpeó la cuchara contra el borde de la taza dos veces— tengo que trabajar, debo proveer para Jeongin y para mí, valdrá la pena al final. —Seungmin asintió para sí mismo—. Sé que lo hará. 

—Deseas mudarte a Corea —Hyunjin terminó su café, dejando la taza —yo nací ahí. 

Los ojos de Seungmin se iluminaron —¿naciste ahí? ¿En Corea? 

Hyunjin asintió una vez —sí, en Seúl. 

Seungmin dio un trago, dejando su taza a un lado de la vacía de Hyunjin —es muy frío, n-no creo que podamos vivir ahí, quizás en Gangwon.

—Mhm, Gangwon es lindo —Hyunjin se cruzó de brazos— ¿por qué Corea? 

El omega se encogió de hombros, agarrando su taza de nuevo —siempre quise ir, desde que era más joven. Mi madre fue enviada ahí y me trajo una playera —Seungmin mordió su labio para contener una sonrisa— las imágenes eran hermosas. 

—Los mitad lobo no son muy comunes ahí. Debes ser aceptado por medio del consejo, dentro del territorio. 

Seungmin se aclaró la garganta —lo sé, es algo que me preocupa. 

—¿Piensas que no te aceptarán? 

El omega se rio con tristeza —un omega mitad lobo, enlazado, pero sin pareja, con un hijo... no parece que las cosas estén a mi favor. 

—Eso es verdad, pero aun así lo intentarás. 

—Lo haré. —Hyunjin se sirvió otra taza de café—. Si no te aceptan, te ayudaré a entrar. 

Seungmin casi deja caer su taza, removiéndose hasta invadir un poco el espacio personal del alfa —¿lo harías? ¿Cómo? 

El alfa lo miró fijamente, con una mano sosteniendo la taza —soy conocido ahí, y también es mi lugar de nacimiento, no te rechazarán. 

Seungmin dejó su taza y envolvió los brazos alrededor del torso de Hyunjin. La temperatura del alfa era extremadamente cálida y probablemente no debía hacer eso, pero parecía haber perdido el control de sus extremidades durante un momento.

Seungmin evitaba a los alfas como si fueran la plaga. Cuando alguno le coqueteaba en el supermercado ni siquiera les prestaba atención, algunos creían que era porque ya tenía un alfa, pero eso no le importaba.