conejitos

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—Es tarde. —Hyunjin se encontraba colocándose las botas de nuevo— ¿Cuándo es tu siguiente día de trabajo? 

Seungmin se recargó en la pared con cansancio —mañana a las once, salgo de trabajar a las ocho de la noche. 

Hyunjin asintió, amarrando sus agujetas con firmeza —está bien, estaré aquí a las diez y media —se levantó, tomando su abrigo e inclinando la cabeza hacia el omega— gracias por permitirme entrar a tu hogar, te veré mañana. 

Seungmin no se movió sintiéndose exhausto por la falta de sueño —gracias, Hyunjin. 

Solamente se le quedó viendo en silencio.

Seungmin le sonrió con pereza —realmente aprecio esto —negó suavemente— me estás haciendo un gran favor y estoy en deuda contigo.

—Sé como hacer carne, papas y brócoli, con ajo y mantequilla —respondió Hyunjin, parpadeando— tú me hiciste un favor. 

Seungmin se rio, cruzando sus brazos —debería ser capaz de pagarte con algo más que comida. 

—No necesito dinero, ya tengo dinero—. Hyunjin tomó su bolso del suelo— por favor, solo continúa enseñándome a cocinar, eso es todo lo que necesito. 

Seungmin asintió, mordiendo su labio —está bien, Hyunjin. 

El alfa abrió la puerta, saliendo —pon el seguro. 

—Siempre lo hago. 

—Mañana voy a instalar una alarma de seguridad en la puerta. 

Seungmin abrazó la puerta, negando —¿un sistema de seguridad? 

—Sí. —Hyunjin estaba de pie, con los brazos a sus costados— mi responsabilidad es Jeongin, si siento que algo es inseguro aquí, entonces haré que sea seguro. 

El omega cubrió su boca, riéndose —estamos seguros aquí, Hyunjin, está todo bien. 

Hyunjin dio un paso hacia adelante, quedando más cerca de Seungmin —si puedo abrir esta puerta sin hacer un solo ruido, entonces no están a salvo. Pon el seguro —tomó el picaporte y cerró la puerta.

Seungmin temblaba un poco mientras ponía el seguro en la parte de arriba y después en la de abajo. Tragó con dificultad, dando un pequeño paso hacia atrás, miró con atención el picaporte que se movía primero para un lado y después para el otro, sus ojos se agrandaron cuando los seguros se abrieron sin hacer ningún sonido.

Dio otro paso hacia atrás, sintiendo un nudo en el estómago.

Hyunjin empujó la puerta sin hacer ruido. Se quedó de pie ahí, respirando el frío aire con los brazos a los lados.

—Mañana instalaré el sistema de seguridad para la puerta. 

Seungmin se abrazó a sí mismo, asintiendo —Okay... 

Hyunjin sujetó la puerta —ve a calentarte, estás temblando —inclinó la cabeza— duerme bien, Seungmin. 

 

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cold little heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora