𝗵𝘆𝘂𝗻𝗺𝗶𝗻 | seungmin, un omega con un pasado abusivo y un hijo alfa. meses después de su divorcio conoce a hyunjin, un alfa exmilitar que le ofrece algo... extraño. a cambio de que le enseñe a cocinar, hyunjin cuidará a su hijo; jeongin. seungm...
—Hwang Hyunjin —el hombre caminó alrededor del alfa atado, respirando fuerte y con sangre cayendo por un costado de su cabeza— tú... tú mataste más de la mitad de mis tropas.
Hyunjin no dijo nada, manteniendo los ojos cerrados.
—¡Hwang Hyunjin está frente a mí! ¡El mismísimo Hwang Hyunjin!—se rio histéricamente, estaba condenado a morir, pues, perdía mucha sangre.
—Destruiste a mi hijo.
El alfa ni siquiera se estremeció, tenía los brazos atados con fuerza.
—Tú... tú lo regresaste a mí como un hombre diferente —tosió, escupiendo sangre. Moriría pronto.
Aunque el hombre no lo percibía, Hyunjin podía escuchar a sus tropas acercarse.
—Tuve que matar a mi propio hijo porque lo desfiguraste, no podía hablar o comer —el alfa escuchó una cadena de metal— Hwang Hyunjin, el líder del Sector de Tortura... ¿Alguna vez has sido torturado?
No respondió, preparándose para lo que venía.
—Voy a atormentarte hasta mi último aliento —el hombre se acercó a su oído— vas a suplicar por mi perdón, aunque eso me cueste la vida.
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—Quiero ir con mami.
—Tu madre aún está con el doctor, tenemos que esperar.
Jeongin sostenía un juguete que había tomado en la sala de espera. Presionó la espalda contra la rodilla de Hyunjin, jugueteando con el pequeño muñeco.
Hyunjin estaba sentado detrás de él, con los brazos cruzados y observando a varios omegas que habían estado ahí cuando acompañó a Seungmin.
Claramente, visitaban el consultorio por la misma razón.
Seungmin apareció detrás de la puerta una vez que otro omega fue llamado.
—Mami —Jeongin susurró, dejando todo para intentar levantarse, pero Hyunjin lo detuvo, atrapándolo entre sus piernas antes de que pudiera hacerlo— ¡mami!
Seungmin sacudió la mano desde el mostrador, donde estaba pagando —un segundo, bebé.
—No puedes solo correr sin decirme, Jeongin.
El niño se quejó, queriendo liberarse de su agarre, y Hyunjin lo cargó —¿me escuchaste?
Jeongin negó, estirando los brazos hacia Seungmin. —Mírame, por favor.
El alfa más pequeño lo hizo, volviendo la vista hacia Seungmin unos segundos después.
—Si corres puedes lastimarte. Debes permanecer a mi lado siempre, ¿entendido?
