Charlotte lleva bastante tiempo fijándose en el extraño vendedor de gafas de la empresa papelera de Dunder Mifflin y, aunque sus intentos de conquista han sido nulos y sus amigos han insistido mucho más de lo que ella esperaría para que diera el pas...
Todos en la oficina de Dunder Mifflin se encontraban de tan buen humor que ni siquiera los empresarios vecinos del mismo edificio pensaban que aquellos trabajadores eran los mismos que los que habían salido de la oficina el día anterior con rostros de cansancio y seriedad, pero cierto era que aquel buen humor había sido traído aquel día gracias a la maravillosa publicidad que habían hecho para la empresa papelera con la intención de atraer a muchos más clientes consigo y así poder competir con las demás empresas del mismo sector, claro que fue muy distinto el anuncio que sacó la empresa al que filmaron los empleados de Scranton, pero aquello no impidió que una copia fuera distribuida a los vendedores de instrumentos de la planta de abajo.
— ¡Buenos días, Dunder Mifflin! — Exclamó Alex mientras abría la puerta de la oficina con energía, siendo la primera en entrar seguida del resto de sus compañeros con pequeños ramos de camelias rojas, llamando la atención de todos los trabajadores.
— Anda — dijo Michael con una sonrisa una vez vio al quinteto en la zona de la recepción —, ¿y esto?
— Queríamos felicitaros por la maravillosa campaña publicitaria que habéis realizado — habló Charlotte mientras sonreía levemente al pelinegro.
— Y queríamos regalaros unas flores, cortesía de la casa — continuó Evans —. ¿Podemos?
— Por supuesto que podéis — afirmó con alegría Michael al ver cómo unos desconocidos aparecían en su oficina dando flores a sus trabajadores.
Cada uno fue a por personas en concreto según el plan que habían trazado para poder interactuar con aquellas personas que les gustaban, repartiéndose pequeñas zonas de la sala principal y deteniéndose a hablar con varios de los empleados para felicitarlos y, cómo no, hablar con ellos sobre el gran "show" que habían montado en la televisión.
— No me lo digas, me vas a dar una — supuso Schrute cuando vio a Charlotte frente a él con uno de los ramos tendidos en su dirección, a lo que la fémina solo asintió —. Muy bien, adelante.
Charlotte le ofreció un ramo en concreto, aquel que tenía la nota con una cuerda carmesí, y se lo colocó con cuidado en la mano extendida, cerrando con cuidado la mano y sonriendo al hombre con amabilidad, siguiendo su camino hacia la mesa vecina donde se encontraba Phyllis esperando por sus flores.
« Estuviste maravilloso en el anuncio y parece que has superado tu miedo escénico, aunque dudo que tenga que ver mucho con que estés frente a una cámara.
En todo caso, te felicito por tu arduo trabajo porque sino no estarías en la gran pantalla.
Eres admirable, de verdad. »
Schrute, tras leer su nota, se giró lentamente en su asiento para ver a la mujer de ojos azules hablar animadamente con su compañera de trabajo, viendo cómo ambas parecían tener una conexión especial aunque, para ser sinceros, todos en aquella tienda de música eran únicos.
Pero aún más lo parecía la mujercita de ojos amables.
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HELLO
Tenía pensado subir el capítulo más tarde PERO... Tengo hora libre ;D
Aprovecho para revisar el capítulo, revisar un par de OS y repasar un prólogo de una historia nueva uwu
Espero que hayáis comenzado bien la semana y tengáis un maravilloso lunes <3
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