Capítulo 3

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Los días han pasado desde el encuentro con el extraño hombre que emergió del océano, y no ha pasado ni uno solo en el que no haya tenido su imagen en la mente

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Los días han pasado desde el encuentro con el extraño hombre que emergió del océano, y no ha pasado ni uno solo en el que no haya tenido su imagen en la mente.
Se pregunta que es lo que será, el misterio que oculta su peculiar aspecto, y el por qué de hacerlo rescatado.

Él ya no puede pensar correctamente, tiene esas y muchas otras preguntas que hacer, ¿Qué otra opción tenía para acabar con sus problemas? Ya que al parecer ese hombre parecía saber cuál era.
Y así fue como decidió esperar por aquel hombre todos los días, al caer el anochecer pasaba la noche en esa playa, sumergía un poco su cuerpo y nadaba un poco para ver si lo divisaba en lo profundo, sin tener ningún avistamiento de él.
Era intrigante, había llegado en un momento crítico de su vida, y aunque su encuentro duro poco, deseaba más que a nada volverlo a ver.

Pasaba la mayor parte del día esperando a su encuentro, y no sabía que hacer para que volviera, ya que evidentemente no iba a dejarse ahogar de nuevo. Así que entraba a el agua, nadaba, caminaba por la orilla, y al caer la noche esperaba a él con una fogata, sin tener éxito los primeros días.

Así fue como pasaron los primeros días, realizando la misma rutina, y aunque no podía verlo, tenía la sensación de que estando ahí, solo en medio de la playa, tenia la compañía de aquel hombre, mirando con interés cada una de sus acciones.
Él sabía que había captado su interés, así que estando solo, comenzaba a platicar sobre su vida, relataba historias, y todo lo que le llegará a la mente; él hombre nunca hacia acto de precensia, pero aún así lo hacía, con la esperanza de que en algún momento volviera a emerger....

— No ha sido nada fácil para mi — empezo a hablar con la intención de obtener más atención de su parte.— Los primeros años fueron tan hermosos, no recuerdo en ellos más que el vago sufrimiento de un niño al cual le han regañado por haber hecho una travesura. No tarde mucho tiempo en descubrir de lo que era capaz, un don tan dosil, que uno pensaría sería el que de entre todos pasaría desapercibido, pero contra todo pronóstico no fue así.

— Se tomo un momento para dar un respiro y proseguir.— Fueron demasiadas personas las que acudían a mi, en busqueda de lo que yo era capaz de hacer. Logré ayudar a muchas personas cuando acudían a mi, y de eso me siento muy satisfecho, pero hubo un momento en el que ellos buscaron mi don para alterar la paz, pensaban que yo iba a ayudarlos a sobresalir en sus guerras egoístas. Siempre ha sido así, piensan que la guerra, y el enorme poder de destrucción que poseen los hace tener el respeto y el temor de los demás, pero no saben que eso va más allá de solo lo hacer estallar cosas....

— Pase demasiados años de mi vida rechazandome a la idea de apoyarlos, que incluso ahora temo que ellos mismos sepan en dónde me encuentro y vengan por mi otra vez....— formó una mueca y río sin gracia.— Para mí todo se había acabado, y aquella noche yo me había rendido, todo esto me sobrepasó, ya había aceptado mi crudo destino en el cual ya no me veía a mi en esta parte del plano....— dirigió su mirada al vasto océano, dónde en algún lugar, podía jurar que alguien lo escuchaba — Hasta que tú apareciste, tu me hiciste volver a verlo todo, ví pasar mi vida frente a mis ojos, y pide ver qué había mucho más por lo que luchar.... Tú me diste esperanza una vez más, cuando estaba todo perdido, cuando no podía ver la luz al final de este interminable túnel, que me tenía presa de la desesperación — no pudo evitar que una lágrima traicionera bajara de sus ojos, y recorriera su mejilla hasta culminar en la fina arena bajo su cuerpo.

— Se que estás ahí, aunque no pueda verte con mis ojos desde aquel día puedo sentirte haciéndome compañía en lo profundo del mar, donde tú resides. Y no se que hacer ahora, he perdido toda razón por la cual luchar, pero tú puedes ayudarme, tu tuviste las agallas de ir a por mi y rescatarme de mi lúgubre destino, y ahora yo quiero tener esas mismas agallas, para hacerle a cara a todo, necesito saber eso, para no tener que hacerlo por la manera más fácil otra vez....

Se había quebrado, necesitaba realmente saber cómo proceder, y la pesadez de sus palabras le hicieron romper en llanto. Está era su última esperanza, encontrar la respuesta a sus plegarias en aquel hombre que sin dudarlo lo salvó, y se fue sin antes darle una respuesta más clara....
Estaba tan sumido en su llanto, cuando escucho el sonido de el agua turbarse, dejando a la vista el rostro del hombre a quien tanto había esperado, con un semblante tan enternecido por tan conmovedora confesión.

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Espero que esta historia les vaya gustando, me parece algo genérica, pero me ha ayudado a dejar salir lo que siento después de enamorarme de Namor en la película :p. Nos vemos hasta la próxima, besos 💚.

𝔱𝔲 𝔱𝔞𝔞𝔪𝔦𝔩 𝔦𝔫 𝔭𝔲𝔨𝔰𝔦'𝔦𝔨'𝔞𝔩 | Namor x OC masculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora