Siempre me han parecido un poco estúpidas las personas que constantemente intentan calcularme y predecir lo que voy a hacer. Me parece totalmente innecesario y puede hasta cierto punto es bastante absurdo. Me caracterizo siempre por ser muy tranquila, la paz hecha persona, pero eso crea una falsa ilusión en los demás que están a mi alrededor y comienzan a creer que soy predecible. Nadie es capaz de calcular la cantidad de cosas que me pasan por mi cabeza en cuestión de minutos, más de las que yo misma podría contar. Además, existe en mí una coraza que tengo por naturaleza que suele impedir que cualquiera conozca mis secretos más ocultos. No es que tenga nada de qué avergonzarme, todo lo contrario, solo que por alguna razón siento que eso implica exponerse y espiritualmente desnudarse ante la mente de esa persona.
No es algo que yo controle o que tenga planificado, simplemente me gusta que las personas que se acercan a mí me conozcan poco a poco, no pretendo caerle bien a todo el mundo, así como tampoco creo tampoco que haya nadie que me conozca al cien por ciento, nadie se ha acercado lo suficiente al centro de mi ser como para decir que me conoce con toda la seguridad del mundo. No me la paso ocultando nada, solo que cada persona ve lo que quiere y no lo que realmente hay.
Quisiera encontrar un día a alguien que fuera capaz de entender todo lo que transmito, que quiera conocerme de verdad y que no se rinda a la primera, quiero poder mostrarle a alguien cada idea absurda que se me pasa por la cabeza, estas reflexiones existencialistas que solo sirven para desahogarme, alguien que vea lo divertido que es cantar imaginando que tienes una voz preciosa y que millones de personas te quieren escuchar, que pueda imaginar ese dibujo increíble que de la nada se me ocurre pero que no tengo tiempo de plasmar en el papel, que sepa lo que estoy pensando y que cuando no lo sepa sienta la curiosidad de preguntármelo, que disfrute de esos insignificantes instantes del día a día que me hacen feliz de manera indescriptible, un amanecer reflejado en la bahía, las luces nocturnas de la ciudad que a lo lejos parecen estrellas, el viento fuerte desde la ventanilla del coche que te golpea en la cara de tal forma que por momentos cuesta respirar, la sensación en la mañana de despertarte solo porque ya has dormido suficiente, ese tacto de las sábanas limpias cuando te retuerces y te estiras pero al mismo tiempo quieres seguir acostado, lo increíble que se ve el iris de un ojo cuando te detienes a mirarlo de cerca, pensar en la mejor manera de tomar una fotografía para poder capturar un momento perfecto aunque no tengas ni idea de nada profesional del tema…
Hace mucho ya que no creo en los cuentos de hadas en los que aparece un príncipe azul y luego están juntos para siempre, así que no creo que de la nada llegue alguien que pueda sentir esta conexión que creo imposible pero que una parte de mí sabe que necesito sentir. No sé si el resto de la gente exagera las emociones o soy yo que las siento en menor escala, pero no creo aún saber lo que es estar totalmente enamorada de alguien a pesar de que busco siempre relaciones estables. Comienzo a sentir que a lo mejor hay algo que estoy haciendo mal o al revés, no sé, pero definitivamente me estoy perdiendo de muchas cosas que quiero vivir.
Quizás me equivoque, pero necesito hacer algo o jamás se irá esta duda de mi cabeza. Decido hoy ser más impulsiva, intentar disfrutar más cada cosa que sucede, no buscar las cosas sino dejar que ellas me encuentren, dejar de sentir tanto miedo a todo, tomar cada piedra que se me cruza en el camino y, en vez de saltarla o de rodearla, lo que quiero es tomarla, guardarla en mi bolso, reunir un montón de piedras y crear con todas ellas algo nuevo, crearme a mí misma con cada recuerdo, experiencia y aprendizaje que puede darme cada una. Hoy comienzo un nuevo año de mi vida, aunque no estoy precisamente en enero. Hoy soy una mejor versión de mí, más fuerte, más confiada y sobre todo que va a disfrutar de cada segundo de este año.
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Solo un montón de notas
Non-FictionQuizás algún día pueda empezar a expresar lo que siento. Quizás en algún momento aprenderé a hablar. Pero es difícil, muy difícil, y mientras no lo consiga seguiré escribiendo cada cosa que me cruce por la mente, aunque solo sean un montón de notas...