KAGE NO SEIIKI - Sukufushi Week 2024

DÍA 1: MODERN AU ✔️

Todos veían a Sukuna Ryomen como el estereotipo de hombre inalcanzable, tan alto, fornido, guapo y con un gran futuro esperando por él. Con ciertos de mujeres tras el, con la mirada envidiosa de algunos hombres y de admiración de otros tantos. Con calificaciones impecables, habilidad en los deportes y en las artes, hábil para el negocio de su padre y "educado"

Pero pocos sabían la verdad...

Eran pocos lo que podían alardear de conocer al heredero de la familia Itadori como persona real y mortal que era, entre ellos sus padres y su hermano. Ellos bien sabían que Ryomen no era el chico perfecto que todos creían que era. Ese chico era un grosero y sarcástico con todos, sus aires de grandeza arruinaban sus virtudes, su arrogancia era tal que era fastidioso para todos, la actitud de indiferencia que se cargaba era irritante y además de todo, sus malditos caprichos no lo dejaban conforme o satisfecho jamás. Eso bien lo sabía Yuuji, su medio hermano y legítimo hijo de su padre pero sin embargo menor... Cuando eran niños lo fastidio como no creyó posible, era solo unos meses mayor y aún así podía ser tan fastidioso como quisiera por ser mayor y aunque era cierto que también lo protegió de muchas cosas, ese idiota no sabía cómo tratar al sensible y alegre de su hermanito. Su madre decia que era una persona... Difícil. Ella lo amaba con su alma, era su único y preciado retoño, pero a veces no lo soportaba, era rebelde y siempre desobediente, pero como lo quería al enjendro que dió a luz. Su padre también lo quería muchísimo, eran muy parecidos y se llevaban bien, se tenían confianza, pero le chocaba tanto que se jactara de habilidades que aún no tenía del todo pulidas como ver cuál era a mejor opción en una negociación importante y siempre se iba por la opción que parecía más fácil pero que a la larga traía problemas.

Hablando de amistades, eran muy reducidas, o bueno, Ryomen no los reconocía como sus amigos, para el eran simples idiotas que se le habían pegado como chicle en algún momento de su historia. Lamebotas corrientes.

Por eso, nadie imagino lo que vino con su salida de la preparatoria y sus primeras semanas de universidad. De verdad nadie... Yuuji perdió la noción de la realidad por el shock, su madrastra escupió con violencia el té que tomaba después de la cena y su padre, el pobre casi se desmaya de la impresión, tomo con fuerza el mantel para sostenerse.

--Tengo novio.--

Fue lo que había dicho en seco cuando una cálida noche todos estaban sentados en la mesa a la hora de la cena. Así, sin más explicaciones los soltó como una bomba. El salón se quedó en silencio y los otros tres se miraron esperando respuesta, nadie podía imaginar a alguien que a Ryomen le gustará, en primer lugar porque jamás había dado indicios de que le gustará alguien para empezar. Alguien de su círculo social tampoco podría ser, bien sabían que los consideraba idiotas y Sukuna Ryomen JAMAS podría siquiera ver cómo un ser humano a alguien que le pareciera idiota.

--¡¿Cómo?!-- Gritó Yuuji regresando a la realidad después de algunas horas y antes de irse a dormir. --¡¿Quien?!¡¿Porque?!-- El sostenía firme que nadie podía aguantar a su hermano de un día para otro, el mismo no lo aguanta aunque hayan pasado juntos desde la cuna prácticamente. A demás sabía que también lo detestaba un poco pero ¿Para no contarle algo así? Cuánta traición.

--¿Quien qué?-- Le secundo con calma Ryomen mientras acomodaba sus libretas en su mochila para el siguiente día.

--¿Desde cuándo llevas saliendo con alguien? Es más ¿Quien es el alma más bondadosa de este mundo que te soporta como persona?-- Y recibió un golpe certero en el rostro de una almohada de su hermano. Pero no le importó, el necesitaba respuestas.

--Imbécil... Nos conocimos en los primeros días de clases.-- Fue lo único que dijo antes de salir de la habitación para ir por su habitual vaso de agua. Pero Yuuji no podía recordar cuando fue que su hermano hablo bien de alguien.