Capítulo 1

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Reparando un corazón.

Había encontrado la paz que necesitaba para calmar las embravecidas emociones de mi corazón, deje la ciudad de Nueva York una noche de finales de junio, poco antes de que el semestre terminara. Recuerdo bien la cara de mi tía Mary al abrir la puerta y encontrarse de frente conmigo, me le eche en brazo inmediatamente, me hubiera gustado soltarme a llorar y contarle el porqué de mi visita, pero sí lo hacía creo que no me dejarían volver a la SSMA.

La calidez de su abrazo me reconforto el alma y le agradecí llenándole de besos, cuando tía Paulette volvío a casa, su sorpresa no fue menor que la de tía Mary, tanto que tiro la bolsa de mandado que llevaba en la mano, de igual forma la abrece y bese, y como no hacerlo si estaba en casa, con mis dos madres.

Los días siguientes a mi llegada tía Mary insistía en que mi comportamiento era extraño, me pidió hablar con la verdad, y que si había algo que me hubiera echo volver a Lakewood se lo hiciera saber, yo me negué a contarle sobre todas mis aventuras durante mi estadía en Nueva York, solo les dije lo necesario para que estuvieran tranquilas y les mostré fotos de mis amigas y amigos, también de la ciudad y obviamente de la escuela.

Por fortuna Dorothy me llamo unos días después para avisarme que podía presentarme a trabajar de inmediato a la sucursal del restaurante en la ciudad de Chicago, eso me mantendría distraída y también alejada de los cuestionamientos de tía Mary. Mis amigas me contactaron al enterarse que me había marchado de la ciudad, se quedaron tranquilas al saber que solo lo hice por el periodo vacacional y que regresaría antes de que iniciara el próximo semestre, mentí ya que eso estaba en duda puesto que aún no tomaba una decisión sobre ello.

̶ Candy esta lista tu orden. – Una compañera de trabajo me saco de mis pensamientos.

̶ Gracias. – Tome la charola y la lleve a la mesa donde esperaba una pareja de enamorados, por un momento los recuerdos que tenía con Terry golpearon mi mente y mi corazón.

El sol estaba a nada de ponerse cuando salí de trabajar, pero como hacía calor me di el gusto de ir a pasear por el parque Grant, me compré un helado y me quedé parada, admirando la belleza de la fuente de Buckingham, la cual ya se iluminaba por las noches, suspiré al recordar que hace un tiempo alguien me había citado ahí. «Anthony» pensé en él, desde que hui de Nueva York, ni Terry, ni el me habían contactado, «supongo que es mejor así», me encogí de hombros, mis verdes ojos se centraron en la bola de helado de crema con fresas que tenía el barquillo, abrí los labios para darle una probada.

̶ Buenas noches... Candy. ̶ Escuchar mi nombre me sobresalto tanto, que con la lengua empuje la bola de helado, con tristeza observe como iba a dar al suelo. Cuando me volví a mirar a quien dijo mi nombre, solté el barquillo, este se partió en pedazos al chocar contra el piso.

̶ Hola tía Mary. – Baje la mirada, por un momento creí escuchar mi nombre en voz de alguien más, había quedado con mi tía para que pasara por mí e ir a hacer el mandado de la semana. Saque unos pañuelos desechables de mi bolso para limpiar el desastre que había dejado en el suelo, pero mi tía se adelantó e hizo el trabajo por mí.

̶ Siento mucho lo que paso con tu helado – se disculpó por asustarme y hacer que tirara mi postre.

̶ No hay problema – respondí y le regalé una sonrisa, le quite la servilleta que luego deposite en la basura.

̶ ¿Tenía mucho tiempo esperándome? ̶ Pregunto mientras caminábamos por el parque, negué con la cabeza. ̶ Lo siento mucho ̶ se disculpó.

̶ No hay problema– Sujete a mi tía de la mano y nos fuimos a la tienda departamental, me alegró tanto que el asunto con el banco y la hipoteca se hubiese solucionado, «ojalá algún día yo pueda apoyarlas como ellas lo han hecho conmigo», pensé mientras veía a tía Mary escoger la despensa de esta semana.

THE VIOLETS 2 (EL AMOR CONTINUA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora