Nota:Buenas noches, quiero agradecer el apoyo a esta historia y también pedir una disculpa por no actualizar pronto, tuve a mi papá internado hace unos días, por fortuna ya esta en casa, sin embargo, su cuidado requiere que estemos muy al pendientes de él, así que de ante mano, espero puedan entender que no me es facíl ser constante con las publicaciones, gracias por su comprensión.
Contemplar el mar desde ese punto era maravilloso, sentir la brisa fresca sobre mi rostro me da cierta serenidad y ver las olas romper en la orilla de la playa era tan apacible, por un momento me hubiese gustado que se llevaran consigo estos sentimientos que por breves instantes me atormentan.
Le pedí a mi madre que no le contara nada a mi padre sobre la lesión de mi mano, solo que la petición llego muy tarde, mi padre me llamo esa misma noche en que eche a Candy del hospital, me pidió ir a Miami, ahí tenía un amigo suyo que era fisioterapista, él me ayudaría a la rehabilitación. Me habría encantado negarme, sin embargo, acepte su propuesta ya que sentía la necesidad de alejarme de todo, mi mente y mis sentimientos no se estaban llevando bien en ese momento.
Ahora estoy aquí, casi dos meses después, al menos la terapia ayudo y estoy casi rehabilitado en un noventa, por cierto, aún duele cuanto trato de tocar la guitarra, Jame dice que solo es cuestión de tiempo.
Ojalá el tiempo hubiese podido borrar de mi mente a cierta persona, no quede en buenos términos con Candy y estoy arrepentido de ello, aunque en ocasiones viene a mí mente la imagen de ella y Anthony juntos, haciendo que me hierva la sangre, como ahora.
̶ Es tan relajante mirar el ocaso del día en el horizonte ̶ escuche la voz de mi padre, detrás de mí, creo que
̶ En Nueva York también hay mar ̶ respondí cortante, di la vuelta para quedar frente a él.
El hombre estaba de pie junto al ventanal, me observaba a detalle, me pareció que deseaba encontrar alguna respuesta a las tantas preguntas que me había hecho desde que llegue, hizo una señal con su mirada, para que me adentrara a su oficina.
Durante mi estadía en esta ciudad, me quede en un departamento muy independiente de Richard Grandchester y Rose Mary Ardley, ambos me ofrecieron quedarme en esta mansión, me negué por supuesto, ahora bien, ella salió de viaje hace unos días y por eso acepte pasar un tiempo con mi padre.
̶ ¿quieres algo de beber? ̶ Richard sirvió un poco de vino a su copa, acepte aun sabiendo que lo que él deseaba era hablar sobre eso que a mí me incomodaba.
̶ Gracias ̶ tome la copa de vino y di un sorbo, sabía que después de ese trago vendría el sermón de siempre, sobre lo que haría cuando terminara mis estudios en la SSMA.
̶ Terry, ¿ya pensaste lo que harás cuando termines la universidad? ̶ mi padre hablo con seriedad. sonreía el escuchar su pregunta ̶ ¿dije algo gracioso?
Negué con la cabeza, trate de ponerme serio y guarde la compostura. Estoy seguro que mi padre sabía bien cual era mi respuesta, no entiendo porque sigue insistiendo en que yo me haga cargo de su empresa, si bien está relacionada con la música, estar sentado detrás de un escritorio, no era lo mío.
̶ Sabes que lo mío es... otra cosa ̶ deje la copa de vino sobre la mesa de centro.
̶ Al menos este año participaras en...
̶ ¿En la cacería?, tampoco lo haré y lo sabes ̶ fui tajante con mi respuesta.
Un silencio incomodo nos envolvió, sé que mi padre seguirá insistiendo en que me involucre más en sus negocios de alguna u otra forma, y también sabe que yo me seguiré negando, esto es una estira y afloja interminable.
ESTÁS LEYENDO
THE VIOLETS 2 (EL AMOR CONTINUA)
FanfictionDurante las vacaciones de verano, Candy decide regresar a su hogar, necesita darse un respiro para pensar sobre decisiones que marcaran el rumbo de su vida, estando ahí y extrañando la presencia de alguien muy especial para ella decide abrir su cora...