Perseo: Antiguo Hijo de los Cielos y el Mar -HIATUS-

Capítulo 8: Lo general

El General

Hola chicos, aquí hay otro capítulo, disfruten.

Descargo de responsabilidad: No tengo PJO

3er POV

La noche siguiente a la batalla fue miserable. El aire estaba maduro con las cenizas de los caídos. Los soldados restantes miraron hacia la noche con corazones pesados y expresiones cansadas. La noche en sí no les hizo ningún favor. Los vientos silbaron y soplaron durante toda la noche. Susurros y gemidos de los muertos impregnaban los campos. El ejército de los dioses no tendría un sueño reparador. Las únicas dos personas que tenían sonrisas en sus rostros eran Calipso y Perseo. Sus sueños individuales fueron invadidos por el otro.

Cuando llegó la mañana, trajo consigo una realidad escalofriante. La batalla con el ejército Titán comenzará en este día. Muchos serán parroquiales. Cuando se despertaron, cada uno tenía una mirada vacía en sus ojos como si se estuvieran librando a propósito de los pensamientos de la batalla que se avecinaba con el ejército Titán. Hestia había visto esto y se acercó al hogar y comenzó a cuidar usando su magia para difundir tanta comodidad y calidez como pudiera sin debilitarse.

Las llamas del hogar se extendieron y abrazaron a todas y cada una de las personas en el campamento. La llama trajo consigo una sensación de calma. Los soldados todavía parecían asustados, pero ahora era manejable. Todos se dedicaron a la preparación de la batalla a su manera. El tiempo alrededor del campamento pareció volar hasta el punto en que llegó el momento de que se llevara a cabo la preparación final.

Cuando llegó el mediodía, el ejército estaba listo y esperando que llegara el ejército enemigo. No tuvieron que esperar mucho como pensaban, porque el ejército junto con el Titán especialmente grande aparecieron momentos después. El Titán llevaba exactamente la misma sonrisa que había usado el día anterior.

El Titán caminó hacia adelante para decir algo y los dioses, incluido Perseo, también caminaron hacia adelante.

El Titán solo sonrió a los dioses por un momento, "Ah, pequeños dioses", se burló "Qué valiente de ustedes por seguir aquí. No importa, solo tendrás que morir con esos mortales inútiles que mantienes como mascotas"

Todos en el lado de los dioses estaban furiosos y ahora no podían esperar para golpear sus dientes. "¿Cómo se atreve a llamarnos mascotas?", pensaron todos con furia sin diluir pintándose la cara.

Los dioses estaban igual de molestos por el comentario, pero ninguno más que Perseo, que es aficionado a ellos por encima de todos los demás dioses. "¿Cómo te atreves a decir esas cosas, vomitaste Titán?" Perseo gruñó al Titán.

La sonrisa del Titán todavía estaba firmemente en su rostro. "Vaya, ¿los llamé mascotas?", Dijo inocentemente "Me refería a cosas de juego".

Incluso Hestia estaba echando humo. "Tus comentarios no quedarán impunes, Titán", dijo Hestia con la mayor calma posible. Hestia miró a su sobrino que todavía estaba furioso por el comentario hecho por el Titán. "No subestimes nuestro poder"

El Titán rugió de risa, "Estoy tan asustado", bromeó.

Perseo no encontró diversión en lo que dijo, así que sacó su símbolo de poder y lo apuntó al Titán y los cielos comenzaron a oscurecerse y gemir con el poder de los Xiphos. Torrentes de relámpagos y rastrillos a través de los cielos. El viento se aceleró rápidamente. "Titán probarás mi espada", dijo Perseo con voz peligrosamente tranquila mientras envainaba su espada una vez más y liberaba al mundo de su efecto. El Titán, por primera vez desde que comenzó la conversación, tragó saliva y tenía una mirada de incertidumbre que brillaba en sus ojos y no podía ocultarlo lo suficientemente rápido. Perseo estaba cansado de tener que necesitar la espada de la Atlántida, porque incluso él tiene problemas para controlar el poder de la espada que creó para sí mismo, lo que en muchos sentidos es irónico.