Sin saber qué tiempo hacía en la calle, sin saber cuánto tiempo llevaba aquí dentro. Mark un joven de veintitrés años llevaba todo el día trabajando en la oficina y la falta de ventanas hacía que no pudiera calcular muy bien si era de día o de noche. Mark un chico alto y bien definido, su pelo negro como la noche y sus ojos marrones lo hacían en un chico con unos rasgos muy comunes, y uno mas de los numeros de la empresa
—Muy bien Mark, ya hemos terminado la actualización de la web, puedes irte a casa, que ya es hora – comentó su jefe
—De acuerdo, gracias, activó todos los recursos, los DNS y ya me marcho – Mark se frotó los ojos del cansancio, no sabía cuánto llevaba mirando que todo funcionará bien.
Mark comenzó a arrancar los procesos, los servicios, cambió a los DNS correctos y dejó la página en pleno funcionamiento. Entró de noche a la oficina y según el reloj del ordenador iba a salir de noche también...lo malos de los turnos dobles, es que no los pagan.
—Que ganas de coger las vacaciones – susurró Mark
—¡Ah Mark! – Dijo el jefe acercándose – Mañana no vengas, tómatelo de descanso, has hecho un buen trabajo hoy – le dio una palmadita en la espalda y se fue con una sonrisa como si las 12 horas del día, hubieran valido la pena
—Muchas gracias – dijo Mark algo más animado – Ya he dejado todo funcionando
Mark apagó el ordenador y salió de la oficina, había sido el día más agotador de su vida. La noche ya se había echado sobre el cielo de la ciudad. Apenas había aprovechado el día como él quería. Tantos planes para hacer vago y nada de tiempo, aunque tuviera un día libre, no iba a servir de mucho para descansar.
— Venga, solo una semana y estoy de vacaciones – Mark se intentó animar, mientras jugueteaba con el móvil
Mark iba de camino a casa a intentar descansar un poco y planificar el día de mañana, todo lo que no pudo hacer hoy lo tendría que hacer mañana. El móvil de Mark comenzó a sonar como loco en medio de la oscuridad.
—¿Mark? ¿Estás despierto? Soy Pablo
—Sí, acabo de salir del curro – comentó Mark suspirando
—Ah, perfecto, entonces vente al bar de siempre a tomar unas copas que estamos todos aquí – Parece que Pablo llevaba unas copas de más.
Durante unos segundos Mark se lo pensó, pero finalmente decidió que hacer
—De acuerdo, dame diez minutos y estoy allí – Total ya había perdido el día, por lo menos podría desconectar
—Perfecto tío, nos vemos ahora
Mark guardó el móvil en la chaqueta y comenzó a andar lo más rápido que podía, aunque estaba cansado, el salir a tomar unas copas le despejara la mente un rato. Al cabo de un rato Mark llegó al bar donde se reunían siempre para tomar unas copas e intentar conocer alguna chica con la que estar. Aunque para su desgracia no era algo que pasase muy a menudo, con tanto tiempo trabajando apenas tenía tiempo para socializar con al gente
—¡Qué pasa Mark! ¡Cuánto tiempo! – gritó Pablo acercándose a Mark con un par de jarras de cerveza
—Buenas Pablo, ¿Qué tal está hoy el ambiente? – miró alrededor buscando algún objetivo, aunque no había nada llamativo
—No hay gran cosa, pero Marta ha traído unas amigas – Pablo señaló al grupito – Asique a ver si te animas ya que trabajas muchísimo siempre y por fin pasas una noche divertida
Mark y Pablo se acercaron al grupo de chicas, donde estaba Marta su amiga de la infancia, con la que no negaremos que Mark intentó algo, pero la chica lo veía como un amigo y nunca llegó a más. Había dos chicas despampanantes a su lado hablando muy animadas con, posiblemente, alguna copa de más, iban vestidas con un trozo tela que tapaba su cuerpo, pero dejaba poca imaginación a lo que escondían debajo.
—¡Hola Mark! – Marta se acercó a darle dos besos en la mejilla
—Hola Marta, ¿Qué tal todo? – Mark estaba algo nervioso, hacía mucho que no se veían
—Muy bien, mira estas son Tifanny e Irene, son dos amigas del trabajo – Por fin le puso nombre, aunque parecía nombre de...bueno de chicas ligeras
—Hola encantado de conoceros – dijo Mark dando dos besos a Tiffany y a Irene
Los cinco amigos se quedaron un buen rato en el bar bebiendo y riendo hasta altas horas de la mañana. Copa tras copa el tiempo no pasaba por ellos, estaban igual de alegres que al principio de la noche. Cada uno tenía sus cosas, pero cuando se juntaban todos se olvidaban de los problemas y del estrés del trabajo.
—Oye, yo me tengo que ir marchando que mañana madrugo – Pablo se sujetó a la barra para no caerse
—¿Qué hora es? – Marta intentó mirar el reloj, pero las manecillas se movían todo el rato - Creo que me he cargado el reloj
—Creo que las cuatro de la mañana – Mark consiguió enfocar la hora del móvil mirando con un solo ojo
—Pues será mejor irse ya – comentó Irene sujetando a Tiffany que estaba algo indispuesta
El grupo se dividió en la puerta del bar, despidiéndose como podían, sujetándose unos a otros, cada uno vivía en lugares diferentes de la ciudad, aunque podían ir andando perfectamente, alguno optó por coger un Uber, ya que apenas distinguía el suelo de las paredes
Mark no se encontraba muy bien, estaba algo mareado y todo se movía según iba andando por la calle. Iba intentando no chocar con la poca gente que quedaba por la calle, un grupo de jóvenes venía de frente, estaban muy animados y pegando voces por las calles, molestando al resto de la gente, sobre todo a alguna chica que rondaba por allí. Mark estaba algo mareado y no veía muy bien por donde iba y el alboroto de los chicos lo confunden aún más, Mark se apoyó en la pared para centrar la vista en lo que escuchaba y poder seguir hasta casa, que según su estupenda orientación no debía estar muy lejos. Cuando la vista le enfocó a lo que él quería vio a los chicos atacando a unas chicas que iban por la calle, intentando quitarle el bolso o meterle mano, no dudó mucho y se acercó a ellos tambaleándose.
—Venga guapa te doy quince euros si vienes al callejón conmigo y me haces pasar un buen rato – uno de los chicos agarró a la chica del brazo
—Déjame, no quiero nada con un bicho feo como tú – la chica le dio una patada y su amiga tiraba de ella para salir corriendo
El grupo de chicos se revolucionó y sujetó a ambas chicas y la pusieron contra la pared, tiraron los bolsos de las chicas y comenzaron a ....
—Ahora vais a ver lo que es bueno – el chico comenzó a lamer el cuello de una de las chicas
—No crees que te estás pasando – Mark se apoyó en un coche hasta que se escurre y terminó de morros contra el suelo
—¿Quién eres tú? – Los chicos comenzaron a reírse de la situación – Solo eres un borracho
—Bueno, señor borracho para usted, criajo, ahora elige que culo quieres que meta tu lengua – dijo Mark señalando a otro de los chicos
—Venga cállate borracho – uno de los chicos fue a empujar a Mark
Y sin nadie esperarlo Mark se disolvió en una sombra y apareció en la pared al lado de las chicas. Asomando la cabeza por el muro.
—Bueno, sí que estoy borracho – Mark comenzó a reír — ¿Cómo he llegado aquí? – Dijo entre risas – Bueno chicas os podéis ir ya van a jugar entre ellos – Mark golpeó a uno de los chicos
—EH vámonos, este tío no es normal – dijo uno de ellos corriendo a toda prisa por la calle
—Que aburridos sois...yo quería jugar un rato– comentó Mark mientras seguía andando por la calle
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Los 4 Elementos ( remake )
Teen FictionLa historia comenzó hace 400 años o quizás más, en mi memoria no hay espacio para fechas sino para hechos. Y este hecho trató sobre cuatro jóvenes con dones especiales. Una maestra del fuego, un espirito del agua, una guardiana del bosque y el señor...