Soportando las llamas de la guerra

Capítulo 9, en el que Shepard se reúne con un viejo amigo

Dentro de la cultura turiana, existía la noción de espíritus. No interferían físicamente con los vivos, pero eran la encarnación de ciertos conceptos. No había fuerzas del bien ni fuerzas del mal, por ejemplo, pero sí fuerzas de determinación, espíritus de guerra y esencias de paz.

Cuando Garrus Vakarian estaba listo para morir en Omega, exhausto y herido después de muchos días de lucha sin parar, uno de esos espíritus había venido por él. Una magnífica fuerza de guerra que se precipitó a través de los sucios rincones de los barrios bajos y arrasó con todo lo que se atrevió a resistir. Fue en ese día que Jehanne Shepard había regresado de entre los muertos para salvarlo una vez más y en ese día, Garrus había entendido que el espíritu turio de paz y las deidades humanas llamadas 'ángeles' tenían que ser las mismas cosas.

No se consideraba un turiano religioso, pero ver al Comandante aparecer ante él así... algo le había hecho. Definitivamente había cambiado su percepción de ella. Antes, ella había sido su mejor amiga. Pero ahora... bueno, era difícil. Seguro que ella no era un espíritu, pero para él, seguía siendo algo más que un simple ser humano.

Tal vez por eso sentía tanto por ella. Estuvo a su lado mientras le ordenaba a Kaidan una muerte segura, observó las lágrimas correr por su rostro mientras le decía que no se preocupara por él.

Y aunque Garrus no podía verla en este momento, aunque ciertamente podía oírla, incluso a través de las gruesas puertas de la sala de comunicaciones, podía imaginar fácilmente su rostro. Tal vez cubierta de lágrimas, pero ya no de pena. El Hombre Ilusorio los había jodido y eso era algo muy peligroso para Jehanne. Era indulgente, más de lo que Garrus podría imaginarse a sí mismo, pero incluso ella tenía sus límites.

Mientras Vakarian estaba de pie con la espalda contra la puerta de la sala de comunicaciones, se preguntó cómo el Hombre Ilusorio hablaría para salir de esto. La misión en esa nave Recolectora no había ido exactamente bien . Y por eso, había perdido a otro compañero de equipo. Otro amigo. Uno que ni siquiera había conocido durante tanto tiempo, ciertamente no tanto como Kaidan. Pero esa era la forma en que Jehanne vivía su vida. Haciendo amigos con todos los que tienen un carisma casi sobrenatural, incluso con el soldado estoico y alienígena de los escombros.

Cinco minutos después de haber comenzado a decirle al Hombre Ilusorio dónde esconderlo, Shepard finalmente pareció calmarse. O ella había logrado sacar al líder de Cerberus a través del sistema de comunicaciones de entrelazamiento cuántico para patearle el trasero personalmente, o el engañoso humano había logrado salir de su furia por un breve momento.

Garrus se enderezó cuando la puerta se abrió de repente y reveló a Jehanne, nerviosa y con aspecto cansado.

"Shepard", Garrus habló en voz baja. Rara vez la llamaba por su nombre de pila, ya que nunca lograba pronunciarlo bien. "Yo, uhh... entonces, ¿qué dijo nuestro amigo en común?"

"Timmie dijo que necesitaba que los Coleccionistas pensaran que iban a ganar", le dijo en voz baja. "Decírnoslo los habría avisado y el plan no habría funcionado".

Garrus frunció el ceño. "¿Eso es todo? ¿Arriesgó sus vidas por una mejor información?"

No le dijo que, en la Jerarquía turiana, tales decisiones eran generalmente aprobadas. Ahora no estaba en la Jerarquía turiana.

Jehanne apartó la mirada. Ella no lo miró a los ojos. "EDI descubrió que los Reapers y Collectors usan algún tipo de sistema IFF avanzado para atravesar el Omega Relay. Si podemos obtener tal IFF para nosotros, podemos apuntar a la base de Collector".

Este no era Shepard. Garrus se aseguró de dejar tranquilo el estado mental de su amigo y respondió al tema que ella planteó. "Muy bien. ¿Cómo conseguimos ese IFF?"