Hailey's POV
Estaba en el bote de basura, ocultandome del mismo idiota al que le di una paliza. Así es, me estaba persiguiendo. ¡¿Que hice yo para que un maldito sexy alumno guapo me siga como un acosador!?
Cabe destacar que es jodidamente, malditamente, e ilegalmente sexy.
Siento como algo cae en mi cabeza, no es la primera vez que cae algo sobre esta, pero la curiosidad me ganó y recojo la cosa esponjosa que cayó sobre mi cabeza. Y cuando me doy cuenta de lo que es, no pude evitar soltar un grito.
—¡Oh, un muffin!— realmente tenía hambre, no almorcé nada porque me la pase ocultandome del chico sexy.
Maldito.
El pequeño y estrecho lugar se ilumina desde arriba, levanto mi mirada y me encuentro a una Sam muy confundida. Me levanto, quedando parada sobre el bote; que es realmente asqueroso lo que se puede encontrar ahí. O lo que la gente llega a tirar.
¡Tiraban hasta condones los muy hijos de playa! ¡Iuhg!
—Hailey ¿Qué haces aquí?—preguntó Sam—, hueles a huevo podrido.— Me dedicó una de esas miradas que dicen "Me estás avergonzando y por eso fingiré que no eres mi hermana, además que hueles peor que mierda de ñandú".
—Juego a las escondidas.—dije sarcástica. ¿Que más se podía decir?
—Ven.— me tendió una mano para ayudarme a salir, cuando por fin salí del contenedor, habló.—Ahora cuéntame qué hacías allí, te busqué toda la mañana.
Solté un suspiro antes de explicarle.
—Me oculto de un castaño casi rubio oxigenado acosador que accidentalmente golpeé a propósito. —le dije rápidamente, sin siquiera respirar.
Ella me dedicó otra de sus famosas miradas, solo que esta vez decía "¿Que mierda dijiste?"
—¿Puedes repetirlo en español?
—¡Un playboy me está acosando!—grité nerviosa, miré a los lados y justamente lo encontré con la vista, hablando con una chica.—¡Es ese de ahí!—apunté al maldito playboy.
Se encontraba a unos metros de nosotras, con su estúpida, pero jodidamente perfecta, sonrisa de arrogante.
Ella se dio vuelta y fijó una mirada de odio hacia el chico que apunté.
—Ya tuve el placer de conocerlo.— dijo sarcástica.
¿Placer? Yo no le diría así, más bien una maldición.
Oh, fue sarcasmo. El olor a huevo podrido está afectando a todos mis sentidos.
Ella se acercó al inepto con una furia que no había visto antes. Y yo iba escondida detrás de ella, mientras me iba sacando toda la basura de mi cuerpo y de mi cabello. Él la miró como a todas, con un aire de superioridad.
Pero Sam reaccionó antes. ¡Bam! Una cachetada le desvió la vista, y el impacto no cesó por el pasillo. Todos se quedaron impactados y la vez esperando el próximo movimiento del acosador.
¡Ja, eso le enseñara a no meterse con nosotras!
Sonreí victoriosa. Pero luego mi gesto se borró al darme cuenta de lo que pasó.
¡Mi hermanita me estaba robando mi sello personal! ¡Eso es traición!
Luego tendré una charla muy seria con esa niña.
—¿Qué rayos te pasa?—preguntó éste con una mano en su mejilla. Parecía molesto, enojado, sorprendido y confundido. Su cara no tenía precio.
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¿Mi gemela o yo?
AcakDos alocadas gemelas se mudan con su hermano mayor a Londres intentando recuperar la libertad que no tenían cuando vivían con sus padres. Ambas asisten a un instituto donde conocerán el amor de cada una. Pero lo que ellas no saben es que ambas están...