Capítulo 27

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Nicolás

Llevo todo el día junto con Kilian haciendo la cena para esta noche, es año nuevo y se siente más deprimente que nunca. No he podido dormir bien en estos cuatro meses, desde lo ocurrido con Andrew no me siento bien. Los días para mí se hacen más largos ahora, al igual que las noches, es como si tuviera una nube negra todos los días diciéndome cosas de mal gusto, cosas que no hago bien y me culpa de hechos que nunca provoqué, como, por ejemplo: Mi llegada al lado de Kilian. Yo nunca le pedí a él estar a su lado y nunca intenté cruzarme en su camino, pero ocurrió.

Kilian movió su mano delante de mi cara, eso me sacó de mis pensamientos y lo miré sin ninguna expresión. Él me agarró de mi mano y me hizo caminar hacia la sala, se sentó en el sofá y yo me quedé en pie, no quiero sentarme a su lado. En estos meses he estado muy distante con Kilian, provocando varias peleas y discusiones violentas, la última vez me golpeo muy fuerte en mi ojo dejándomelo con un gran hematoma, no pude abrirlo por varios días, me sentía horrible, tanto de forma física como mental. Su mano recorrió hasta mi espalda baja, bajando con lentitud hasta mi trasero, quité su mano por instinto y lo miré apenado, no puedo hacerlo ahora y tampoco quiero. Chasqueó su lengua disgustado y me observó con desprecio.

—Debemos seguir haciendo la cena... —articulé con miedo. Él arqueó una ceja.

—Está casi todo listo, distraernos de eso por unos minutos no nos hará daño —respondió con una sonrisa divertida.

—Pero aun así quiero terminar todo rápido, pronto serán las doce de la noche —recalqué con obviedad tirándome hacia atrás.

Hizo una mueca de disgusto y se levantó de mala manera del sofá, suspiré asustado, me dirigí hacia la cocina y tomé las ensaladas para ponerlas en la mesa. Kilian parece estar enojado por lo que le dije, intenté ignorarlo de alguna manera y seguir como si nada hubiera pasado. Me senté en la mesa esperando a que Kilian sirviera la comida, me siento tan patético, no siento este día como algo especial, es más bien, como un día insignificante; dos años aquí, a su lado.

La cena no pudo ser más aburrida, Kilian y yo no hablamos de nada interesante, es tan aburrido y serio hasta el punto de que llega a ser desagradable. Yo tampoco soy la gran cosa, pero por favor, este tipo es de lo peor, ni siquiera es capaz de sacar un tema de conversación. A pesar de todo eso, pude comerme toda la comida, no tenía casi nada de apetito, pero la mirada penetrante de Kilian me impulsaba a comer. En un momento Kilian se levantó de la mesa, no dijo nada, se fue dejándome solo. Apreté mis labios nervioso y comencé a hacer ruidos con mis dedos golpeando la mesa, me he acostumbrado en cierta parte a su personalidad rara, pero cuando hace esto me asusta, siempre pienso que es algo para hacerme sufrir o un regalo extraño que me tiene. Aunque, ahora que me pongo a analizar, Kilian no ha tenido sus episodios de psicosis, es algo que agradezco, ya que no sé cómo reaccionar ante eso. Él se apareció con algo en sus manos, con una pequeña bolsa para ser exactos, tragué en seco por eso, tengo un mal presentimiento.

—Puesto que terminamos de comer, ¿ahora si podemos estar juntos? —preguntó acercando su cara hacia mí de forma intimidante.

Asentí asustado. Tomó mi mano y me hizo caminar hacia el sofá otra vez, me dejó ahí mientras él movía una mesa de centro para dejarla enfrente de mí, también tomó su billetera y sacó una tarjeta. Se puso delante de mí, levantó mi barbilla con su mano y me sonrió de forma amable, acarició mi mejilla dándome un beso en mis labios. Se sentó a mi lado y me mostró con más detalle la bolsa pequeña, es droga; cocaína.

—¿Por qué traes eso?, ¿estás loco? —interrogué alterado.

—Sí, estoy bastante loco al igual que tú y traigo esto para ti —respondió entre risas poniendo la droga en la mesa de centro.

Oxímoron (+18/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora