Capítulo 30

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Nicolás

Ya pasó un mes desde el accidente que tuvo Kilian con ese hombre, de verdad estaba muy asustado cuando ocurrió eso. Kilian en solo unos minutos me explicó quién era ese hombre y me ordenó ocultarme, lo único en lo que no tuve tiempo esa vez, fue esconder a Jack, es tan travieso que se hubiera salido con facilidad de su escondite. Por suerte Kilian no me regañó por él, así que creo que no se molestó tanto, solo estaba enojado por el golpe que le habían dado. Aunque suene egoísta, me gustó que ese hombre lo haya golpeado, ya que me libró de una posible golpiza y pelea por el gato. Se podría decir que las cosas con Kilian siguen igual, aunque en este mes se ha vuelto mucho más frío y está bebiendo mucho, también se enoja con la mínima palabra que digo, desde que tuvo esa pesadilla a estado raro. Solo espero que algún día se recupere, no me gusta cuando está así.

En cambio, yo en este mes he estado un poco más sensible a los sonidos, incluso más que antes. Sigo escuchando ruidos raros, algunas cosas se caen de la nada y varias veces he escuchado susurros, muchas veces intenté justificar eso con el viento, pero era muy legible la voz, aún más cuando es la de una mujer.

Terminé de preparar mi desayuno, Kilian me dijo que esta mañana se iría a la ciudad, eso me enfureció bastante, así que, solo me preparé desayuno para mí mismo, si él quiere, se la tendrá que preparar él. No tengo motivos para hacerle yo su comida, no se lo merece, no me ha tratado bien y tengo que dejarle en claro que su actitud actual no me gusta para nada. Caminé con mi desayuno hacia la mesa, al sentarme escuché los pasos de Kilian bajando las escaleras, me miró desconcertado para luego solo irse a la cocina para comerse una manzana. Apreté el tenedor por la frustración, me gustaría tener más autoridad, pero no soy nadie para mandarlo, él es más fuerte que yo.

Dejó su celular y la manzana en la mesa, se dirigió hacia el baño sin decir nada. Yo hice una mueca, unas ganas de tomar su celular aparecieron, podría llamar al número de emergencias. Acerqué mi mano para tomar el artefacto, pero comenzó a sonar, alguien lo está llamando, en la pantalla salía el nombre Céline. Alejé mi mano rápidamente y fingí que nada había pasado, volví mi vista a mi desayuno. Él salió del baño y tomó el celular alejándose de la mesa, lo miré de reojo, al parecer se estaba afeitando. Volvió a entrar al baño respondiendo la llamada, mi inseguridad me hizo sentir unos celos horribles, una mujer lo está llamando y además se esconde en el baño para hablar.

Me levanté de la mesa y me dirigí hacia el baño, me puse delante de la puerta apegando mi oído en ella, intenté no hacer ruido para que no se dé cuenta, estoy aferrándome mucho por hacer esto, tengo la posibilidad a que se percate y me golpeé de una manera brutal.

—¿De qué estás hablando? —dijo Kilian un poco alterado—. ¿Estás segura? —hizo una pausa y logré escuchar un quejido—. ¿Estás segura de que estas embarazada?

Esa pregunta me hizo comprender toda la situación, quedé en shock, no puedo creer lo que acabo de escuchar, Kilian no puede ser padre.

—Tranquila, no llores, te acompañaré al hospital esta tarde, pide una cita y me envías la hora para ir a tiempo. Si de verdad salé que estás embarazada, tú decidirás si tenerlo o no, la decisión que tomes yo la respetaré y seré responsable —contestó cambiando de manera drástica su tono de voz, ahora parece estar relajado.

Quedó todo otra vez en silencio, logré comprender que Kilian le respondía algo, pero yo por torpeza me resbalé y caí al suelo haciendo que él se callara inmediatamente. Sus pasos se dirigieron hacia la puerta, yo me paralicé por el miedo y me quedé en el suelo. La puerta del baño se abrió y Kilian me miró arqueando una ceja.

—Te llamaré luego Céline, ocurrió algo que debo de atender ahora mismo —anunció cortando la llamada sin esperar a que ella respondiera.

Nos quedamos mirando por unos segundos y, por el pánico, me levanté muy rápido y comencé a correr hacia el segundo piso. No me giré en ningún momento, solo sentía los pasos de Kilian detrás de mí, me está siguiendo y eso me ponía más ansioso. Entré al ático cerrando lo más rápido que pude la puerta, me escondí debajo de la cama y tapé mi boca para no hacer ruido. Kilian entró al ático pateando la puerta, caminó a paso lento revisando todo el cuarto, se puso delante de la cama, yo solo veía sus pies. Mi corazón era lo único que escuchaba, se puso en cuclillas y metió su mano por debajo de la cama, me tiré hacia atrás evitando a que me tocara. Quedó rozando mi cara, cerré mis ojos por el miedo, pero al no sentir su tacto los abrí, ahora su mano ya no está. Se levantó y se sentó en la cama.

Oxímoron (+18/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora