𝐓𝐇𝐈𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝒇𝒕. baji keisuke

( 𝗢𝗢𝟰 ) 𝗯𝗼𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝗶𝗲𝘃𝗲

       —NO PUEDO CREER QUE ME HAYAS ARRASTRADO a un parque para hacer muñecos de nieve.—Se quejó Baji, recibiendo solo un giro de ojos por parte de la chica.

—Deja que el niño que llevas dentro se divierta un poco, Kei.—Le dio un codazo en el brazo, tratando de que lo hiciera.

—Bien.

Keisuke pone sus ojos dorados en blanco, luego ve el rostro sonriente de Mei mirándolo. La cuestión era que Baji haría algo por Toyosaki si solo obtuviera una sonrisa de ella a cambio.

—Este parque no me resulta extraño.—le dijo Mei.

La chica acababa de buscar en Google el parque más cercano al restaurante en el que estaban. Dando como resultado ese parque.

—Es porque lo conoces.—Baji estaba mirando el tronco de un árbol, despertando la curiosidad de Mei.—Ven aquí y mira esto, gatita.

Mei hizo lo que se le pidió, deteniéndose junto a Bajo para mirar el árbol frente a ellos. Tan pronto como se dio cuenta de lo que debía mirar, sus ojos se abrieron con sorpresa. No podía ser que este fuera el mismo parque al que solían venir, eso fue una coincidencia.

En el tronco del árbol estaban sus iniciales, talladas en la madera con un cortaplumas. Habían hecho una promesa de que estarían juntos para siempre, una promesa que se había roto hace 4 años.

—Creo que venir al parque no fue una buena idea.—dijo Mei después de suspirar, lo único que quería era recordar que ya no se pertenecían.

—¿Recuerdas lo que te prometimos aquí, gatita?—le preguntó Baji, ignorando su declaración anterior.

El más grande ya la estaba mirando, cuando Toyosaki se giró para mirarlo. Mei no entendía cuál era el propósito de esas preguntas, pero pensó que no estaría de más responderlas.

—Que estaríamos juntos, hasta el final de nuestras vidas.—dice Mei con pesar, quería que eso hubiera pasado, pero no lo diría en voz alta.—Una promesa idiota, hecha por dos adolescentes idiotas.

Sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas y un parpadeo de ella, todo sería liberado. Para evitar que Baji se diera cuenta, Mei simplemente se volvió hacia el tronco del árbol, evitando así la mirada de Keisuke.

—No es estúpido.—le dijo Baji, mientras le daba la espalda a Mei y continuaba su camino por el lugar.—No, cuando todavía tengo la intención de cumplir esa promesa.

—¡Keisuke!—Mei se giró hacia él enojada, solo para verlo de espaldas a ella.—No puedes decir cosas así y simplemente actuar como si nada hubiera pasado.—se quejó con él.

Baji la miró por encima del hombro con una sonrisa traviesa en los labios, analizando todo su rostro.

—Siempre te veías bonita cuando estas enojada, gatita.—Se giró completamente hacia el camino frente a él.

Mei tomó un puñado de nieve en sus manos y comenzó a darle forma de bola. Tras coger el formato, la morocha le apunta y le pega con maestría.

Baji siente el impacto de la bola de nieve contra su cabeza, y una sensación de frío se extiende por la zona afectada. Se vuelve hacia Mei, con una expresión de indignación.

—¿Es serio eso?—Tenía una sonrisa divertida en los labios, mientras miraba a Mei, quien aún estaba un poco irritada con la situación, pero conteniendo una sonrisa.

—Esto es guerra, Keisuke Baji.—comenzó a alejarse en busca de refugio.

—Entonces la guerra será, gatita.—se agachó para tomar un puñado de nieve en la mano, para armar una pelota.—El que acierta 5 veces, puede pedir lo que quiera para el otro.

—¿Por qué debo aceptar esto?—Le preguntó ella, todavía insegura al respecto.

—¿Tienes miedo de perder, gatita?—Baji hurgó en su ego, sabiendo que se rendiría y tenía razón en eso.

—Prepárate para perder Keisuke.

        —¡HICISTE TRAMPA!—ACUSO MEI AL MORENO, apenas llegó a perder.

—¿Cómo se hace trampa en una pelea de bolas de nieve?—Baji se estaba divirtiendo, incluso demasiado, con sus acusaciones.

—Eso es lo que me dices tú, no yo.—resopló Mei, luego aceptando las manos que le tendían.—Tú eras parte de una pandilla y yo no, creo que eso podría considerarse una puta injusticia, que cae dentro del engaño.

Cuando Baji la ayuda a levantarse, ambos cuerpos están prácticamente pegados el uno al otro. Mei está tan ocupada justificando su derrota que apenas se da cuenta de que se acercan. Sin embargo, Keisuke estaba sudando nerviosamente incluso en un clima tan frío. Sus ojos miraban su boca sin parar, Mei estaba tan ajena que siguió hablando sin siquiera notar su mirada.

—Kei.—Su voz llama a Baji, haciéndolo mirarla a los ojos una vez más.—Entonces, ¿cuál va a ser tu premio?

Era obvio lo que quería como premio, Baji solo quería una oportunidad más con ella, una oportunidad más de hacerla feliz, una oportunidad más para que Mei viera que Baji era lo mejor para ella. Aunque ella ya sabía todo esto.

Mei era consciente de que los 4 años de salir con su ex no eran prácticamente nada en comparación con lo que ella siente y pasó con Keisuke. Como ella siempre se está divirtiendo con él, sonriendo por nada y sobre todo, con él Mei siempre se sintió amada.

—Si no respondes, no obtendrás ningún premio.—Mei esperaba con ansias su respuesta, ya se imaginaba cuál sería, por eso estaba tan ansiosa.

—Un beso.—responde rápidamente Baji. Si ella no le daba otra oportunidad, Keisuke probaría sus labios por última vez.—Un beso tuyo, ese es el premio que quiero.