Capítulo 1

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"El hacer cambios es bueno..."

Esa frase era la que me repetía en la cabeza durante todo el trayecto en carretera para no pensar que lo que estaba haciendo era una locura precipitada.

Mi plan este año era ese en una nueva universidad en mi último año. Gracias a una beca que se me dió y no quería desperdiciar esta oportunidad.

La universidad quedaba en otra ciudad a cinco horas en auto. Mis padres no tuvieron problema aunque mi mamá trato de convencerme de quedarme hasta el último momento antes de partir. Al final acepto que vaya con la condición de visitarla seguido y estar en contacto con ella.

Volviendo a lo que me repetía. Me encontraba en la carretera conduciendo y esta no era mi cosa favorita, más si iba anocheciendo y estaba sola en el coche.

Al rededor de varias horas conduciendo, llegué a la nueva cuidad y ya me había perdido. Pedí algunas indicaciones a las personas y sus respuestas no eran fáciles de entender. Al final, una chica muy amable de una cafetería me explico mejor y en forma de gracias le compré dos cafés.

Volví al coche y estaba lista para partir, pero me quedé viendo el mensaje que me había llegado al celular.

Lucas: Necesito que hablemos. Tenemos que arreglar las cosas.

Después de la última vez que nos habíamos visto con Lucas, las cosas no terminaron bien. A él no le agradó para nada que yo me mudará a una nueva universidad en otra ciudad sola.

Decidimos terminar y, la verdad, yo no le daba mucha importancia, si bien él no tenía las ganas de apoyarme en mis decisiones, yo no lo iba a obligar a hacerlo. Aunque sí, me dolía. Me había acostumbrado a nuestra relación y a él, pero no le veía el caso arreglar algo para que él solamente intente convencerme de dejar la universidad y volver a casa.

Cuando escuché la puerta del copiloto abrirse. Mi corazón dió un brinco de susto y mis pensamientos se vieron interrumpidos, apagué el celular y ví de quién se trataba. Un extraño con la respiración agitada entró al coche.

—Arranca el auto, por favor— imploró, desesperado y dirigiendo la cabeza hacía atrás para ver.

¿Es en serio?¿Quién se creía para meterse a mi coche y todavía quisiera que le haga de chófer?

—¿Estás loco? Bájate de mi coche —dije ante sus palabras de exigencia.

El desconocido me miró a los ojos, parecía cansado, con un golpe en la cara y tenía algunos raspones en la cara.

—Te pagaré lo que quieras a cambio de que me ayudes en este momento —pidió con una voz que daba a denotar su impaciencia y una mirada suplicante.

—Que quedé claro, yo no quiero tu dinero —preferí arrancar el coche y ayudarlo.

A medida que avanzamos, me percaté por el espejo que un auto gris y decolorado nos seguía. Empecé a acelerar. El auto cada vez iba más rápido y no estaba segura si mi pobre vehículo resistiría a una persecución como está.

Me preocupé más por el auto que nos seguía que no me dí cuenta que entre en la autopista.

—¿Por qué nos persiguen? —cuestioné a la vez que esquivaba los demás autos. Entoces giré hacia mi copiloto —¿Por qué te persiguen?

—Es una historia demasiado larga.

Me quedé desconcertada con tal respuesta que aún me quedé observandolo. Entonces hizo lo que menos pensé. Se acercó a mí y giró el volante a la derecha, esquivando así un trailer gigante.

—¿Quieres matarnos? Vista adelante— soltó con cierta rabia y volviendo a acomodarse en su asiento. Lo ignoré y me volví a concentrar en la autopista.

Secretos De Extraños [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora