•°.Blood Flavored Kisses~[Mexarg]

🍒Capitulo Final🍒

Argentina estaba decepcionado, creía que por fin haría aquello que tanto deseaba. Pero lo entendía, México era un país, al igual que él, y ellos tienen mucha obligaciones como representantes de sus territorios. Pagó la cuenta y se fue del lugar.

Pasaron varios minutos y México no volvía. Argentina, por esto, decidió volver a la casa, tenía frío, ademas, aunque México volviera pronto, ya no sería lo mismo, hoy los dos estaban tranquilos, pero ahora el norteamericano probablemente estaría estresado, o preocupado.

Al llegar a la casa fue a la habitación, se cambió y se acostó. Tomó su móvil y le mandó a México avisándole que había vuelto a la casa. Cuando lo hizo, escuchó el sonido de notificación de teléfono del mexicano sonando en el living ¿Él ya había llegado y Argentina no se dio cuenta?

─¿México?─

Llamó el albiceleste sin respuesta alguna de la otra parte. Por esto, decidió levantarse e ir a ver. No había nadie; solo el teléfono del mexicano en la mesa ratona del living.

Bueno, quizá México pasó por la casa a buscar algo y dejó el móvil olvidando este.

Argentina suspiró bajo y salió afuera para tomar un poco de aire. Miró el cielo y derramó unas lágrimas. Realmente lo ilusionaba la idea de pedirle matrimonio. Sabía que podría hacerlo en otro momento. Pero ahora debía esperar mas tiempo aún.

Su momento de tristeza fue interrumpido por un sonido proveniente del cobertizo. Suspiró molesto ya que supuso que eran las ratas que supuestamente el veneno que habían comprado era de buena calidad y haría que no volverían.

Se dirigió a dicho lugar y abrió lenta y cuidadosamente la puerta. por precaución y para evitar que la posible rata le salte encima. Asomó lentamente la cabeza y logro ver a México.

¿¿México?? ¿Qué hacía ahí? Algo molesto Argentina entró y miró al Mayor haciendo sobresaltar a este.

─ ¿Qué haces acá, cielito?─

─ ¿Vos qué haces acá? Me dijiste que ibas con uno de tus estados, y yo allá esperándote como un pelotudo─

─ Ya estaba por ir... estaba dejando unas cosas que me dio Ciudad de México─

─ ¡Deja de mentirme! Se que esto no se trata de una simple maceta, ¿Qué mierda estas tramando?─

─ Te explico luego corazón... ve a acostarte─

Los nervios del norteamericano aumentaban por cada pregunta que hacía el menor. así que solo lo movió de a poco hacia adentro de la casa. Pero Argentina se soltó del agarre y entró al cobertizo para ver que es lo que hacía México allí.

Había alguien sentado, pero por la falta de luz, no se lograba ver bien quien era. Por esto, se acercó mas a dicho individuo.

─ ¿Quién sos?─

No recibió respuesta y por eso se acercó mas logrando ver que era Perú. Argentina quedó petrificado. ¿cómo es que Perú seguía con vida? Ahora sus mejillas estaban mojadas por sus propias lágrimas y decidió abrazarlo aferrándose a su cuerpo.

Pero Perú no se movía, y su cuerpo estaba frío... como su estuviera muerto. Argentina se separó rápidamente con algo de repulsión y dirigió su mirada a México.