🌵capitulo 17🌵

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─vamos, tu puedes ─ dijo el peruano con una gran sonrisa en su cara, alentando a su mejor amigo para declararle su amor a aquél chico tan bonito, Argentina.

México sonrió y se dirigió a su crush; el cuál estaba leyendo un libro en la plaza, esperando al contrario, ya que había sido citado a allí.

El de celeste y blanco alzó la mirada encontrándose a su amigo, así que lo saludó con un beso en la mejilla, como acostumbraba hacer.

─¿Cómo andás, México? ─

─bien...¿Y tu?─ intentó ocultar sus nervios.

─me alegro, yo bien, también ─ sonrió.

Las mejillas del norteño, ahora ardían, ¿Cómo era que esa sonrisa podía hacerlo tan feliz?

─¿Y para que me necesitabas acá? ─ preguntó el argentino mientras volvía a sentarse, cosa que el contrario imitó.

─bueno... Uhm, te seré directo...─ se notaban los nervios a kilómetros ─tu... Tu e-eres muy tierno y bonito... Y-y me gustas Argie, me gustas mucho... Te amo─

Luego de decir eso miró al contrario, este estaba en shock. Sus mejillas estaban igual de rojas que un tomate.

─Y-yo... Bueno, también me gustas...─

─¡¿en serio?!─

La felicidad de mexicano era inmensa. Haría lo que fuera por vivir para siempre ese momento.

El menor asintió con la cabeza a lo que el contrario lo agarró de los costados de la cara y lo besó intensamente. Fue correspondido así que después lo abrazó.

─te amo solecito...─

─yo también te amo...─

Y de golpe despertó... Que bonitos recuerdos, ¿No?

Cuando tú amigo estaba vivo, cuando ustedes dos era felices, cuando todo estaba bien, cuando los dos realmente se amaban... México dejó caer unas lágrimas ahí mismo, estaba algo arrepentido por lo que hizo con su mejor amigo. Se había convertido en un monstruo, uno que lastimó a las personas que más amaba. Aunque él no lo veía.

Luego de unos minutos, secó sus lágrimas y fue a la cocina-living para sentarse en el sillón y mirar televisión. Al rato, Argentina se levanta también, y va con  México, para luego ir y abrazarlo.

─hola bonito ¿como estas? ─ sonrió México a ver a su pareja.

─bien... ¿y vos?─ menciono argentina mientras bostezaba y se acurrucaba en la falda del contrario.

─bien, corazoncito─

La televisión transmitía las noticias. El tricolor estaba atento a estás, mientras que el contrario escuchaba sin tomarle mucha importancia.

─Noticias de último minuto, después de tiempo buscando su cuerpo, se ha encontrado al señor América. Este estaba en un campo cerca de Ciudad De México. El hombre dueño del campo, el señor Alejando Martínez. encontró el cadáver esta mañana, al parecer el cuerpo fue quemado hace unos días, parece que recibió una puñalada y por esto murió... ahora se empezará a hacer la investigación de el o los culpables de este crimen─

la sala había quedado en un silencio incomodo, pero Argentina rompió esta con una pregunta.

─...fuiste vos quien lo quemaste..?─

─claro... no tenia que dejar rastros─

¿Cómo es que podía decirlo con tanto desinterés, como si fuera lo mas normal del mundo? Argentina intentaba empatizar con su pareja, y con lo que hizo, pero cada vez se le resultaba mas difícil. 

Y ahora todos sabían dónde estaba el cuerpo de Estados Unidos, o más bien, sus cenizas...

Argentina se puso a pensar y se preguntó; ¿Y Perú, dónde está?

─...¿y que hiciste con Perú? ─

La expresión del mayor ahora, era algo sería y con un poco de tristeza, sin despegar la mirada del televisor.

─yo...no quiero hablar de Perú...─

Era raro, en el momento en el que lo mató, no mostraba inseguridad. No parecía arrepentirse de lo que hacía, pero al parecer estaba cegado por el enojo y esos horribles sentimientos que no podía controlar y que lo consumían poco a poco.

Aunque, que se muestre sensible a este tema, quiere decir que aún hay algo del México que todos conocen; hay esperanzas de que se recupere.

Argentina pensó y quizá había algo para eliminar este comportamiento del mexicano sin necesidad de encerrarlo o aislarlo. Decidió esperar a que el tricolor salga de la casa, para agarrar su teléfono y llamar a ONU. Y eso sucedió, al rato, México debía salir para comprar algunas cosas. El albiceleste debía quedarse en la casa por orden del contrario, las ventanas y puertas estaban cerradas por el mismo con tal de que su pareja no pudiese escapar si eso se le ocurría.

─amorcito...ya vengo, si necesitas algo me llamas... Recuerda, solo puedes llamarme a mi sí no estoy, y no puedes salir ¿Entendido?─

El contrarió solo asintió con simpleza y miraba como México salía, cuando hizo esto, se acercó a la ventana. Cuando se aseguró que estaba lejos, fue rápidamente a agarrar su teléfono y marcar el número de ONU, al hacer esto, fue atendido por el susodicho.

─Hola, oficina de ONU ¿Que necesita?─

─hola, soy Argentina─ en la voz del mismo, se notaba algo de nerviosismo y el apuro de saber lo que necesita lo más rápido posible.

─oh, hola Argentina ¿Si?─

─eh... ¿Viste lo que pasó con México? Bueno, me gustaría saber cómo evitar algo malo, o calmarlo, en el caso─

─hmm... Bueno, tenemos una droga que lo calma y que lo vuelve en sí─

─¿y cómo puedo conseguirlo?─

─el único que la tiene es OMS, hablaré con él, así te prepara un poco para que te lleve─

Luego de dicho eso, el celular del argentino empezó a sonar notificando una llamada entrante.

─oh...tengo otra llamada, seguimos por mensaje─

─bien, adiós─

El país sureño sacó el teléfono de su oreja y revisó quien lo estaba llamando; Era México...

Argentina estaba en problemas.

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GENTE, SIGO VIVA

No por mucho, porque les doy permiso para matarme por tardar tanto.

Perdón, es que andaba sin inspiración 😢

Bueno, Bai. Tqm <3

Mor_usa

967 palabras

•°.Blood Flavored Kisses~[Mexarg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora