Le point de vue de Sophia.
Cansada, llena de sudor y con muchos aplausos de parte del público lleno de borrachos bajo de la tarima y acepto el camisón que me ofrece uno de los guardias de seguridad del club.
Camino rodeando todo el bar, lejos de los borrachos que amenazaban con arremeter contra mi si me descuidaba y en mi camino siento su mirada sobre mi nuevamente.
Desde que estuvo aquí aquella vez y me folló tan salvajemente en esa habitación, no había vuelto más. Lo primero que pasó por mi mente fue que no vendría más, dado que habían pasado unos días ya, pero luego de ver que estaba aquí y que estuvo viéndome durante todo mi show, mi ánimo cambio muchísimo, tanto así que le puse el empeño que jamás le había puesto a mi baile y sólo para que él se deleitara con mis movimientos. Como nunca antes en mi vida, disfruté de las miradas lascivas de un hombre sobre mi, disfruté cada segundo en el que me desnudó y comió con la vista. Sus ojos expresaban todas y cada una de las cosas que quería hacer conmigo y yo me moría porque las hiciera. Es más sin que nadie me lo pidiera, sería capaz de regalarle un baile privado en el tubo solo para terminar siendo follada por él hasta que mi cuerpo no lo resistiera más. Jamás pensé que me gustaría tanto bailarle a un hombre y mucho menos ser tocada así, pero es que él es diferente y su toque y mirada sobre mi en vez de desagradarme, me hacían desear mucho más.
Una completa locura.
Pero la pura realidad.
-¿Vienes de bailar?
La voz de Michelle, me hace dar un pequeño brinco y me saca de toda la bola de pensamientos calientes de mi cabeza. También me hizo darme cuenta de que sin pensarlo ya me encontraba en el camerino.
-S-sí -carraspeo para volver a hablar- ¿Por qué... lo preguntas?
-Porque tu expresión facial no corresponde a la que siempre traes cada vez que vuelves del escenario.
Y era cierto, la cara de emoción que traigo en este momento no tiene nada que ver con la cara de disgusto con la que siempre volvía. Los ojos azul celeste de Michelle estaban entreabiertos y me miraban con pura sospecha. Ella no era tonta, no era por gusto que llevaba años conmigo aquí siendo mi amiga, me conocía de todas las formas posibles y ella sospechaba el por qué de mi cambio tan repentino.
-¿Sophia? -inquiere, esperando una respuesta.
-P-pasa... este... n-no pasa nada.
Mierda Sophia, coopera.
Deja la idiotez.
-Definitivamente si pasó algo -me mira con una sonrisa en sus labios, imaginándose todos los posibles escenarios- ¿Me lo dirás o toca adivinar?
-¡Esto no es justo! -me quejé haciendo puchero, no soportaba que supieran leerme tan fácil- ¿Por qué siempre adivinas?
-Porque te conozco tonta -comienza a reírse y yo solo hago berrinche- Ya dime que fue lo que pasó, ¿acaso vino tu galán?
La miro incrédula, con la boca literalmente abierta y ella solo sabe reírse. Esto es increíble.
-Creo que adiviné, ¿no es así?
-Ni siquiera sé porqué te tomas la molestia de preguntar.
-Porque disfruto más cuando te pones nerviosa y no sabes que decir.
-Tonta -pongo los ojos en blanco- Olivia, bailando supongo.
-Sí, está en una de las habitaciones dando un baile privado. Y yo -se señala eufóricamente- iré a disfrutar mi noche bebé.
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Acheté par un psychopathe 🥀
Fanfic"Comprada por un psicópata ": ¡Maldita sea mi puta vida! Cuando creo que mi vida ya es un desastre, es cuando peor se pone. Desde hace seis años vivo la peor vida que alguien puede tener. Mi vida se resume en bailar en un asqueroso burdel lleno d...