dos ・゚゚・。

289 42 16
                                    


El partido de México contra Polonia estaba por comenzar. Toda la selección tricolor se encontraba nerviosa. Estaban conscientes de que nunca habían estado dentro de los mejores equipos en los mundiales, pero incluso con eso, se sentían más presionados de lo normal. Si antes no habían tenido oportunidad de llegar lejos, les parecía que con el director técnico que tenían iba a volverse incluso más complicado. 

No sabían a ciencia cierta cómo había acabado el partido de Argentina y Arabia, ya que Gerardo Martino les había prohibido tener distracciones antes del partido. Esto significaba no celulares y no gente externa  al equipo. Solo sabían que las cosas no habían ido bien en aquel encuentro, ya que Diego había tratado de ir a decirles el marcador, pero gracias a Martino solo pudo mostrarle a la selección su pulgar hacia abajo. Eso solo los ponía aún más nerviosos. 

La hora había llegado y era momento de entrar a la cancha. Se alinearon donde debían y esperaron a que terminara el himno de Polonia para comenzar a cantar el propio. Los nervios iban aumentando cuando Guillermo se acerco al arbitro junto a Robert Lewandowski para hacer el volado que indicaría quién iniciaría con el ataque dentro de la cancha. El partido comenzó y todos se obligaron a tragarse sus nervios, tenían que poner todo de sí en la cancha. 

El primer tiempo había pasado tenso, el equipo mexicano había dado todo de si para evitar que el equipo polaco metiera un gol a su portería. No podían dejar la tensión de lado, por más que se sentían aliviados de haber conseguido un empate durante todo el primer tiempo, sabían que no podían conformarse con eso, ya que en cualquier momento Polonia podría sacarles ventaja. 

...

Mientras los mexicanos se sumían en nervios, Lionel Messi se había hundido en tristeza. Era el primer partido de la Copa Mundial y lo habían perdido. No podía evitar sentirse culpable por ese resultado; si tan solo hubiera metido un gol más para conseguir el empate. No era el fin del mundo y lo sabía, todavía tenían oportunidad de continuar para poder ganar la copa. Es solo que estaba muy sensible, su celo estaba pronosticado para dentro de poco, y aunque usualmente no le es un problema, justo ahora su cuerpo se encontraba hecho un lio. 

Su hija se encontraba con él, tratando de consolarlo, diciéndole cosas bonitas y llevándole bocadillos que le gustaban. Julián también le había dicho que no era su culpa, pero él mismo se sentía algo culpable también, por lo que se había ido a entrenar con algunos otros su selección. 

Ahora, Milena le había convencido de poner el partido de México contra Polonia, con la intención de distraerlo un poco. Comenzaron a verlo justo cuando el segundo tiempo había iniciado. La omega chillaba de nervios cada que un balón pasaba cerca de la portería mexicana, ya que era obvio su favoritismo por el equipo tricolor. 

El arbitro marco penal a favor del equipo Polaco y Milena solo podía sentir como su alma salía de su cuerpo. Lionel se sintió mal por el equipo mexicano al ver que Lewandowski era quien iba a cobrar aquel penal. No tenía preferencia por ninguno de los dos equipos, pero había jugado con aquel alfa y estaba consciente de lo habilidoso que era con el balón. El arbitro pitó y el balón fue disparado con fuerza y gran dirección. Lionel se sorprendió de sobremanera al ver como es que el arquero mexicano paró ese gol. Sonrió bobamente y rio al sentirse sacudido por su hija, quien lo abrazaba y gritaba de la emoción. 

Y tal vez el plan de Milena funcionó, ya que el omega se olvidó rápidamente de su angustia por su propio partido y comenzó a enfocarse en el que veía actualmente, uniéndose a su hija para animar al equipo tricolor. 

...

El partido había acabado, quedando 0-0 contra el equipo Polaco. Y si bien no habían ganado, el equipo mexicano se encontraba celebrando a su portero, quien con gran habilidad y destreza había podido parar aquel balón. No habían tampoco y eso era algo que agradecer. 

❝𝐂𝐎𝐍𝐍𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍❞ ; mechoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora