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El omega suspiró enamorado. No sabía que era lo que le sucedía, no estaba acostumbrado a sentirse así. Era claro que el hecho de que su omega hubiera encontrado a su destinado tenía algo que ver, pero había algo en ese hombre que lo llamaba más profundamente. Le gustaba estar con ese alfa. Quería poder estar más con él, conocerlo mejor. Tal vez le gustaría sentir sus caricias, que lo mimara así como lo hizo en su celo. 

Incluso a pocas horas de el partido contra el mexicano no podía dejar de pensar en él. Le gustaría poder decir que era porque lo estaba estudiando, porque no podía permitirse perder el partido contra el equipo tricolor, pero sabía que sus constantes pensamientos sobre el alfa no eran por esas razones. Odiaba saber que jugaría contra México, que su estadía en el que podía ser su último mundial dependía de meterle goles a ese hombre que no abandonaba su mente. 

Estaba aterrorizado, no sabía lidiar con estos sentires, jamás había sentido una atracción tan grande por alguien. Esas mariposas que sentía revolotear en su estomago al simplemente imaginar que el rizado lo acariciaba despertaban sus nervios. ¿Cómo se supone que logrará jugar bien en el partido si este enamoramiento repentino no lo dejaba concentrarse? 

Sin poder hacer mucho para detenerlo, continuo su entrenamiento previo al partido, aún con Guillermo en su cabeza. Una vez este terminó se decidió por irse con su amigo Sergio, ya que si se quedaba con los cachorros del equipo se arriesgaba a que Julián y su hija comenzarán a hablarle del alfa rizado. 

Después de la cena que habían tenido continuaron hablando, habían intercambiado números y ahora se comunicaban por ahí. Además, mientras él estuvo en celo, Milena y Julián convivieron demasiado con los omegas del equipo mexicano. Así mismo, comenzaron a tenerle aprecio a Ochoa por haber cuidado de Lionel, por lo que constantemente sacaban a relucir cosas que el alfa hacía o que sus amigos les contaban que había hecho. Messi simplemente no podía escuchar más sobre el alfa antes del partido, necesitaba concentrarse. 

Cuando la hora llegó y comenzaban a salir de los vestidores, Lionel pudo jurar querer comerse todas sus uñas. Salió hacia la cancha, respirando profundo, aspirando el aire fresco que lo recibía. Sonrió cuando la multitud comenzó a recibirlo, gritándole palabras de aliento. Escuchó también algunos insultos, pero estaba decidido a ignorarlos. Vio a Milena sonreírle desde su puesto privilegiado en el público, diciéndole que lo amaba y que sabía que ganaría. Iba a ganar este partido, jugaría lo mejor que pudiera para conservar su puesto en la copa. 

Sintió su corazón acelerarse cuando tuvo a Guillermo frente a él, esperando para iniciara el volado. Tan solo pudo atinar a sonreír cuando el alfa le deseo suerte en el partido, antes de que regresará cada uno a su lado de la cancha para dar inicio al juego. Y es que Francisco también se moría de los nervios. Estaba consciente de lo importante que era para los argentinos ganar este partido, pero también sabía lo vital que era para su equipo el resultado de este juego, pues también de él dependería su futuro en el mundial. 

Guillermo y Lionel sabían una cosa, debían de dejar de lado cualquier tipo de sentimientos mutuos al estar en la cancha. No importa que tanto amara uno al otro, este partido era fundamental para ambos, así que darían todo de si para darle la victoria a su país. Ochoa se posicionó en su portería, masticando su chicle, mirando a su hijo y sonriéndole en una clase de animo. El balón fue pateado, el partido comenzó. 

Todo el equipo mexicano se encontraba tenso, sabían que era un partido difícil, especialmente con la pésima alineación con la que entraron a la cancha. Sabían que Argentina era un gran rival, y que no se dejaron vencer después de su último partido contra Arabia. Igualmente jugarían lo mejor que pudieran, todos daban todo de si para no permitir que el balón no entrará en su portería. Si bien no habían perdido su primer partido como los albicelestes, el empate tampoco les aseguraba una estadía segura, debían esforzarse si querían pasar a octavos. 

❝𝐂𝐎𝐍𝐍𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍❞ ; mechoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora