Recomenzar [NaruSasu]

Capitulo 2

Pudo ver por la ventana la cabeza de su pequeña, formando de inmediato una sonrisa, la puerta se abrió de inmediato mostrandola, saltando a sus brazos a abrazarlo.

— ¡Mami! — el azabache se agachó para corresponder, aferrándose a ella — "Te tañé" mucho — la pequeña se frotó contra su pecho.

— Yo también te extrañé mucho — acarició su cabello, dándole un beso en la mejilla y cargándola, llevándola dentro.

— "Tadate" mucho— estaba aferrada a su cuello sin querer separarse.

— Te dije que iba a trabajar — caminó hacia la estancia donde estaba su madre — Hola mamá.

— ¿Te fue bien Sasu? — cuestionó dejando de lado lo que tejía.

— Sí, estuve algo ocupado — se sentó a un lado de ella, colocando a la niña en sus piernas — ¿Se portó bien?

Mikoto soltó una pequeña risa — Ya sabes que sí — acarició la mejilla de la niña — Estuvimos todo eldia juntas.

— De acuerdo — la abrazó antes de levantarse — Me tengo que ir a bañar, no me tardo — tomó ambas mejillitas para darle muchos besos en estas.

Subió las escaleras con pesadez, hacía tanto tiempo que no estaba todo el día fuera.

Una vez que se bañó y colocó ropa cómoda bajo de inmediato a la estancia a buscar a su pequeña.

— ¿Quieres que te prepare algo de cenar? — preguntó Mikoto viendo con suma atención como su hijo y nieta se abrazaban.

— Mamá hoy me toca hacer la cena a mí — respondió en voz baja.

— Pero acabas de volver del trabajo.

— No importa, no hice nada pesado, estuve sentado casi todo el tiempo.

Comenzó a cocinar antes para la pequeña que tenía hambre, la llevó a dormir y se le quedó viendo con ternura antes de salir de la habitación y volver donde su madre.

— De verdad te extrañó mucho — admitió la azabache mirando a su hijo — Casi se ponía a llorar cuando no volvías.

— Ya lo creo — apoyó ambos brazos en la mesa — Yo también me acostumbré al otro horario que tenía en el súper.

— ¿Si te gustó el trabajo? — decido por cambiar el tema.

— Pues sí, solo me voy a encargar de la contabilidad y hacer los informes — alzó los hombros.

— ¿No tienes problema con estar cerca de Naruto? — negó con la cabeza.

— Para nada solo que sigue siendo terco — frunció levemente el ceño recordando la insistencia por que fueran a comer y llevarlo.

— En ese caso, solo trata de no enojarte — recomendó al ver la expresión que ponía cada que hablaba del blondo — Ahora lo vas a ver todos los días, no dos o tres veces al mes.

Naruto llegó a la casa donde vivía después de unos minutos de haber dejado al azabache.

Todo el tiempo estuvo callado y sobretodo como ausente frente a él, pero en cuanto lo dejó en su casa parecía otra persona; dejó las llaves sobre la mesa de entrada encendiendo las luces; prestando atención  a la foto donde estaba Sasuke cargándola el día que nació y muchas más de la pequeña.

Fue a tomar un baño para después pedir comida a domicilio.

Miraba la televisión sin prestarle mucha atención o eso hasta que el teléfono comenzó a sonar.

— ¿Bueno?

— Naruto, perdona que llame fuera deltrabajo por esto pero ¿seguro que ese chico Sasuke es conveniente para el trabajo?