The knight in golden armour.. and the dark maniac knight

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Cuando despertó, su cabeza dolía y sus párpados pesaban. Aquella era una habitación en ruinas, oscura y polvorienta.

Él se encontraba reposando sobre una sucia alfombra violeta bordada también con una tela dorada que brillaba debido a la luz del sol que se adentraba en la recamara.

Divisó confuso aquel diminuto espacio y a su desnudo cuerpo, únicamente llevaba unas sandalias color ocre y una corona mediana de oro que se encontraba prácticamente pegada a su cabeza. Intentó retirarla, pero fue inútil.

Él se encontraba encadenado, con su tobillo de rehén y su reseca boca clamando por algo de agua.

Se levantó de prisa y caminó hacia aquella abertura en forma de ventana por la que entraban los rayos del sol y la suave brisa que lo abanicaba. Se trataba de una prominente torre en medio de un bosque de árboles rosa lavanda frente a una cascada de agua cristalina

-¿en dónde me encuentro?- susurró observando el espléndido paisaje

Un estruendoso ruido resonó desde la que parecía ser una vieja puerta de madera, la cuál fue derribada por un delgado caballero en armadura dorada como el oro, de estatura mediana y espada brillante.

-Sabía que estaba usted aquí, majestad- el joven caballero hizo una reverencia confundiendo al encadenado príncipe y le otorgó un recipiente con la que parecía ser la celestial agua de allá afuera -ha de encontrarse sediento, por eso le traje esta agua que..-

Derek no le permitió finalizar debido a tan espantosa sed.

-muchas gracias- le sonrió al muchacho, quién se despojó de su celada, enseñando su jovial y atractivo rostro y sedoso cabello castaño. Sus marrones orbes no podían hacer más que apreciar el escultural cuerpo y la bien tallada caradura del príncipe -¿podría usted liberarme y decirme dónde me encuentro?-

-por supuesto, disculpe usted - él avanzó y levantó su espada para romper aquellas cadenas - soy el caballero Mieczyslaw, y se encuentra usted en el bosque de cerezo del país que usted reina, Monstercockland-

-¿Es un chiste?- le miró confundido cruzándose de brazos

-No, su majestad, ha de golpearse fuerte la cabeza. Este es el país que ha creado usted para aventurarse en cada rincón de él y disfrutar del placer que le otorgamos los dotados hombres que lo habitamos-

-¿Qué?- aquello no podía sonar más irreal y locamente excitante - y si reino en este lugar, ¿por qué estoy encadenado y desnudo en una torre abandonada?-

-alguien desea asesinarlo para robar su corona, y ayer por la noche, usted fue secuestrado por este malicioso enmascarado-

-creo que ya habré muerto- cerró sus ojos susurrando aquello y respirando hondo -Dios, esto debe ser sólo un sueño.. claro..- una loca idea se había manifestado en su cabecilla.

Abrió sus ojos y miró fijamente a aquel joven y fuerte muchacho

-oh, buen caballero..- se acercó contoneándose y arrodillándose ante él -me ha usted salvado y ansío agradecerle-

El sorprendido chico le dedicó una enorme sonrisa y acarició su rostro -estaré encantado de recibir ese agradecimiento, su majestad-

-en ese caso, le pido, fiel caballero, que se despoje de sus prendas para brindarle mi más sincero reconocimiento- esbozó una sonrisa mientras su miembro se endurecía y levantaba lentamente bajo la lujuriosa mirada de aquel caballero

-sus deseos son ordenes- el jovial muchacho se despojó de su armadura muy impaciente y sonrojado. Hizo a un lado aquel enterizo de lino hasta abajo y su gambesón de hebillaje.

Llevaba aquella camisola beige de lino que se usaba como ropa interior, en la que resaltaba su delgado, pero atlético torso que pronto enseñaría al comenzar a despojarse de la prenda e irradiar a Derek con su suave aroma y pálida piel.

Pero lo que más le deslumbró al caliente príncipe, fue algo que se encontraba un poco más abajo. Entre sus piernas. El nombre "Monstercockland" definitivamente no había sido denominado por simple burla.

La longitud y grosor eran más descomunales que todas sus tierras y riquezas que podía tener en su reino real y aquel imaginario. Eran veintiséis centímetros de pura hombría exquisita, casi confundida con la medida de uno de sus antebrazos.

El joven caballero se deshizo de cualquier ropa y posó la yema de sus tres dedos bajo la barbilla del príncipe. Frente a él. Con aquel monumental miembro rozando sus narices.

Atrapó la polla entre sus manos bajo la mirada expectante y borrosa del emocionado joven esperando a que fuese bendecido por el glorioso toque de su rey.

Lamió la base y el caballero sintió desfallecer. Le masturbaba de abajo hacia arriba mientras lentamente introducía el falo dentro de su hambrienta boca.

La sensación era indescriptible para ambos. El príncipe jamás había contado con un miembro en su boca, y menos de tal tamaño. Y lo sorprendente era lo bien que lo hacía. Claro, otro don concedido en aquel sueño de cuentos de hadas.

El muchacho posó su mano en la cabeza de su majestad para poner a prueba su profunda y fogosa garganta. Era mágico. No habían arcadas o signos de ahogamiento. Era irreal. Tan apasionante.

Sus ojos brillaban y sus labios saboreaban tan carnoso manjar. Y el sonido de sus gemidos eran celestiales. Él era hermoso. Se preguntaba como era hacer el amor con él.

Cuando el clímax se aproximaba y el caballero lo tenía a su merced, atrapado, embistiéndolo una y otra vez dentro de su cavidad bucal. Sintiendo el paraíso y su cuerpo retorcerse. Depositó una considerable cantidad de semen en su juguetona boca. Era dulce y espesa. La ingirió segundos antes de que sus miradas se encontraran en medio de aquel satisfactorio momento de pasión, antes de que se pusiera de pie, besara sus labios y fuese herido por una filosa espada en su hombro izquierdo.

El caballero gritó de dolor y Derek retrocedió observando a un segundo caballero de oscura armadura y siniestra aura.

-¡Salga de aquí, su majestad!- le ordenó el joven caballero mientras combatía con el enemigo -frote la alfombra-

-¿q-qué?- un confundido Derek miró hacia la alfombra en la que anteriormente se encontraba reposando

-es mágica, lo sacará de aquí por los aires si sólo la frota..-

El oscuro caballero logró evadir a Mieczyslaw y herir con su espada al príncipe en el brazo. -¡oh, no!-

Este logró despertar a la mágica alfombra frotándole luego de que el caballero de armadura dorada atacara al villano.

Esta se elevó lentamente, sorprendiendo al ojiverde e indicándole, ubicándose frente a sus pies, que se subiera a ella, lo cuál hizo no sin antes agradecerle a su apuesto héroe por socorrerlo y salir de aquella torre.

-pronto nos volveremos a reencontrar, caballero-

✨✨✨

¿Cómo les ha parecido la fic? ¿Qué crean que deba pasar después? 🧚🏻‍♂️👀

Derek in Monstercockland 🏰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora