Hyunjin amaneció con una gran sonrisa en su adorable rostro. Y es que había preparado un regalo para Felix, una linda canasta llena de golosinas de todo tipo, al pecoso le iba a encantar todo, estaba seguro.
Cual vampiro saliendo del ataúd, tomó impulso y salió de de la cama. Corrió apresurado al baño para ducharse y lavar sus dientecitos; tal y como su mami se lo decía siempre.
Y claro, él aún era un chiquillo, así que, sin más remedio, busco un banco para lograr alcanzar la llave de la ducha, puso el agua caliente y llamó a su madre, quien llegó muy rápido y lo ayudó con amor, pues no había nada que ella amara más que a su niño mimoso, berrinchudo, pero indudablemente lindo.
Solar notó enseguida las intenciones de su hijo, pues no le fue difícil ver la enorme canasta debajo de su cama. Sonrió con ternura al leer el nombre 'Felix' en letras enormes y desordenadas. Sin duda, Hyunjin era adorable.
—Mi niño, ¿te pongo el trajecito de marinero? Te queda muy bien, Felix seguro y piensa lo mismo.— Besó cada una de sus suaves mejillas, causando que tomaron un tenue color rosa. —Ay, eres tan bonito, bebé. ¿cuándo creciste tanto?
—Mamá, no hagas eso, si estoy todo pegajoso, Lixie no me dará besitos. — Murmuró con un puchero mientras se limpiaba con una toalla.
La mujer reía despacio mientras buscaba el traje del niño. Cuando lo encontró, comenzó a colocarselo cuidadosamente. Debía admitir que Hyunjin estaba en pleno desarrollo y que era completamente normal que sintiera cosas lindas por otra persona, aún así, su corazón de madre dolía con tan sólo imaginar que su pequeño la dejaba.
Hyunjin vió como su mami tenía los ojos un poco rojos, la miró con confusión y ella le regaló una sonrisa triste y besó su cabecita. El pequeño tocó la cara de Solar, sus manitas limpiaron la traicionera lágrima que caía por su mejilla.
—Mami, ¿Estás triste por qué crezco muy rápido? — Solar asintió. Hyunjin dió un suave respingo. —Pero si sigo siendo tu bebé, aún no me crece bigote como al vecino de arriba.
Los dos soltaron escandalosas carcajadas.
Se limpiaron los rostros y Hyunjin fue a la guardería con la canasta en manos. Buscó con la mirada a Felix, cuando logró ubicarlo, sintió un dolorcito en su barriguita, puesto que el pecoso hablaba animadamente con otro niño, era Yoongi al parecer. Quiso acercarse, pero cuando dió el primer paso, sus ojitos picaban al ver como Lixie besó a Yoongi en el cachete. No quería estar más tiempo ahí, no le gustaba nada lo que sentía en su pancita.
¿Por qué Felix se veía tan feliz con él?
Tomó valor y dejó la canasta en una de las mesas, la arregló y la dejó ahí. Al cabo de un rato, la maestra llamó a Felix, pues leyó su nombre, se la entrego y este fue corriendo...hasta Yoongi, compartían los dulces entre risas, mientras un triste Hyunjin los miraba desde el otro lado del salón, con los brazos cruzados sobre el pecho, creyéndose enfermo, ya que no se le hacía normal que le doliera la pancita.
Cuando era tiempo de volver a casa, Moonbyul fue a recogerlo, esta lo vió entrar al auto cabizbajo, quiso preguntar pero el niño sólo se acercó a ella y se sentó en su regazo, con una pierna a cada lado, sintió su naricita en su cuello. Se alarmó cuando escuchó los sollozos del pequeño, así que, acarició su cabeza mientras susurraba que debían llegar a casa pronto. Hyunjin asintió aún escondido en el cuello de Byul.

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Little baby. [Hyunlix]
Fanfiction|•|•| -Lix, Lix, ya te dije que eres un pedacito de cielo?- Hyunjin rió mientras Félix acomodaba su cabello. -Jinnie, me lo dices todo el tiempo, ¿Quieres agua? -Quiero un beso, ¿me lo das? -¿En la mejilla? -En los labios. -Está bien, solo uno- se a...