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La apatía y poco empeño en las acciones malvadas se notaba, en el infierno las estadísticas habían bajado un montón.

Y eso fue notado por el jefazo, jefe de jefes, el mismísimo, don satanás o como se le dice a veces, el chamuco.

Bueno, volviendo a la narración, el jefe, padre de Imp no hacia más que ver las estadísticas y lo irregulares y bajas que eran.

O sea, ya acostumbraba que su hijo fallara en la tarea de esparcir la maldad, el tema es que ahora era como una montaña rusa, había piques donde llegaban a su punto más alto y luego veía la estadística descender a niveles que ni si quiera cabían en la gráfica y debían colocarlo en possits.

.-que alguien envíe una carta a Imp, tendremos una junta para hablar de esta situación -dijo sin mucho interés mientras veía a uno de sus ayudantes correr por ahi-

.-y....que le escribo?

.-lo que quieras, el punto es que nos veamos en el lugar de siempre

.-si señor! -Gritó el ayudante-

.-han sido las peores estadísticas en siglos...-dijo una voz femenina y educada mientras veía las gráficas-

.-ese pringado-se quejó el jefe-...no creí que fuera más fracasado

.-no seas tan duro con él amor

.-no vale la pena molestarse, de cualquier forma su aporte siempre es mínimo -se encogió de hombros demostrando que no estaba enojado, si no más bien desinteresado- enviaré a gatocosa para que lo vigile de cerca

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Volviendo a lo que es la mansión mal modelada en 3D, Imp se encontraba en su oficina, sentado en su escritorio con la cabeza estampada sobre un chorro de papeles y esquemas dedicados a otro plan malvado que se iba cocinando.

Así se pasaba sus días, días en la que planeaba planes malvados y complejos con el único motivo de no pensar en su lacayo.

Ese pensamiento tan simple de que haría cuando se fuera...lo aterraba, quedarse solo en su incompetencia era una pesadilla.

Era el miedo a la soledad absoluta y el hecho de tener que hacer los quehaceres de la casa sin nadie a quien contarle sus planes y quien mostrarle su malevolencia.

Ahora estaba ahí, con la cabeza tirada sobre el escritorio intentando descansar medianamente, llevaba días sin dormir y no llevaba la cuenta de eso.

Su puerta se abrió y ni eso lo hizo reaccionar.

.-venga ya tío, que a pasado aquí? -se preguntó Bob mientras entraba a la oficina con una pinza en sus manos, la cual traía consigo una postal envuelta en llamas-

Solo hubo un murmuro.

.-carta del jefe -anunció el conejo mientras empujaba algunos papeles del suelo para poder pasar-

Imp la tomó sin problemas sin despegar su cabeza del escritorio, eso sorprendió a Bob, su enano jefe no tenia piroquinecis y el fuego solía hacerle daño, pero ya no. Antes se burlaba de eso, pero ya no podía.

El diablito abrió la carta mientras ignoraba la presencia ajena.

.-es el jefe, quiere verme -tiró el papel come si nada-

.-oye! -Bob a duras apenas atrapó el papel antes de que cayera al piso y quemara todo- no te hagas pendejo!

El conejo estaba intrigado, más que nada, descolocado, no había visto a Imp en días y bueno, si era todo un gusto no tener que aguantarlo durante un tiempo ya que a veces tratar con imp se sentía como una pata en el culo pero...se le hacia tan raro...más cuando parecía tan serio y carente de su personalidad.

**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚Midnight confusion˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora