De Miles a Tails

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Cuidado. 


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—¿Qué tipo de porquería es esta?

—Tails. —Amy pateó al zorro por debajo de la mesa.

—¿Qué? Ah, es... ¿qué es esta cosa tan linda? —La eriza sonrió satisfecha.

—Una papa —respondió Sonic sin dejar de pensar en lo extraño que Tails seguía comportándose—. ¿Quieres que la corte por ti?

Miles quería caminar solo con Amy, pero el cobalto se involucró sin que nadie lo invitara y ahora el zorro no podía ocultar su expresión más agria. Se sentaron en Meh Burger, a almorzar se suponía, pero Miles se puso de pie al instante en el que Sonic tomó asiento, y jaló a Amy consigo.

—¿Cómo me deshago de él? —preguntó en voz baja, pero desesperado por la respuesta—. Prácticamente respira en mi cuello.

—Tails y Sonic hacen todo juntos, no me sorprende que quiera hacer lo mismo un día como cualquiera en el que no sabe que eres otra persona. Pórtate bien o se darán cuenta —reprendió la eriza-. No te muerdas los guantes, y regresa a la mesa antes de que se enfríe la hamburguesa.

—Es que no deja de mirarme, no me gusta que me miren así, mira a ese otro idiota, me está mirando. Me desharé de todos una vez que regrese a mi cuerpo, ¡los haré pagar esta humillación!

—Miles, ese es el dueño de la cola que estás pisando. —La mayor suspiró. Miles había insistido demasiado en llevar ropa porque se sentía "desnudo" tal como estaba, pero Amy solo tenía vestidos que prestarle y la sorpresa fue descubrir que el zorro no tuvo inconvenientes en usarlo ipso facto. Le pidió el suyo, pero Amy amaba ese, no se lo prestaría. La cuestión era que Tails no tenía la misma contextura que Amy, ella era más delgada y Tails... tenía cuerpo, así que cualquier traje que se probara lo ajustaba por donde quisiera ponérselo. Solo fue hasta que Amy recordó el vestido que Knuckles aflojó al usarlo de cubresillas que al fin Miles encontró comodidad, un vestido muy parecido al suyo, aunque de color verde profundo acompañado de un lazo blanco en la cintura que terminaba con un esponjoso moño en la espalda—. ¿En serio no quieres que lo corte?

—El color me recuerda a mi Scourge —declaró—. ¿Cortarlo? ¡La falda ya es pequeña! ¿No puedes comprar ropa más agradable? Eres una bruja mentirosa, ¡tienes anillos en tus muñecas y no quieres dármelos!

—Por milésima vez, ¡son solo pulseras!

—¿Qué están planeando? —Sticks se inclinó sobre mesa para enfatizar lo llamativo que fue el repentino cuchicheo entre la pareja.

—Ah, eh, Tails quería ir a su taller, solo me estaba pidiendo que lo acompañe cuando terminemos —respondió Amy y se volvió hacia el más bajo—. Regresa a la silla.

—No junto a ella —señaló a la tejona.

—Sticks solo es un poco inusual, pero muy animada y sincera. Te acostumbrarás.

—¿Qué? ¡Yo no quiero acostumbrarme! ¡Yo me quiero ir!

—¡Y lo harás! Tails, Miles, ¿puedo almorzar, si quiera?

Miles mordió el interior de su mejilla para tener una excusa por la cual no comer y para no reiterar que su único objetivo era regresar a su fortaleza

—Recuerda que debes fingir ser él.

—Ya lo sé. —A Miles esto último no le importaba, llegó a la conclusión de que nada malo ocurriría si el problema de personalidad en "Tails" solo duraba un día. Además, en vista de la perspectiva que cada uno tenía de él, era probable que pasara gran parte de su vida sufriendo en silencio o disculpándose por cosas de las que no tuvo la culpa. Era obvio que no le importaría disculparse con todos luego de lo que hiciera ahora, ¿no?

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