Capítulo V

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Escuchar a Lana del Rey mientras vas en un coche conducido por una agente de la Seguridad Social no es tan malo como parece. ¿Ventajas? Lana del Rey.
En realidad estaba muy consternado, aunque no lo pareciera, pero después del fallecimiento de mi madre no se me hacía un mundo esto. Lo que sí que me traía de cabeza era el motivo por el que mi padre lo habría hecho. Lo notaba muy triste, pero no era algo nuevo.
-¿Te gusta Lana del Rey?
Otro intento de acercarse a mí estaba probando la señorita Ruiz. No respondí, tan solo me limité a mirar a la derecha y ponerle una cara de asombro a mi amigo el agente Ortiz. Después de captar que no iba a responder, se calló y siguió conduciendo.
Summertime Sadness.

-Aleja-

A lo tonto Álvaro me había pegado su analizador social o algo, pero lo único que sentía era que Natalia estaba tratando de decirme algo.
-Sabes que eres la mejor amiga que puede existir, ¿verdad?
No sé si la cagué, pero se echó a llorar en mi hombro mientras el autobús iba dando tumbos.
-Nat, ¿estás así únicamente por lo que ha ocurrido con Álvaro?
-No lo sé, Aleja, pero siento que están volviendo los mismos pensamientos de antes.
No sabía exactamente qué decir, pero le seguía acariciando el pelo. Había tocado un tema muy delicado. Lo último que quería era que volviese a recaer.
-Cielo, eres la persona más fuerte que conozco, estoy más que seguro de que no van a poder esos pensamientos contigo.
Me quedé bastante satisfecho con lo que dije, fui muy sincero.
-Antes de subir a mi casa, ¿nos podemos fumar uno?
-Sí, claro.
-Creo que no me has entendido.
De hecho sí que lo había entendido, pero no quería dar muestras de que pensaba dar mi brazo a torcer.
-Tengo en la mochila y, bueno, mejor eso que nada, ¿no?
-Nat, no creo que sea el momento ni el lugar.
-¿Y si nos lo fumamos en la ventana de mi cuarto?
Estaba muy tenso y tenía muchas ganas de decir que sí, pero a la vez sabía que debía protegerla y que esa no sería la manera.
-Solo por hoy.
Cómo me odio a veces.
Nos bajamos del bus y subimos a su cuarto. Mientras yo lo liaba, Nat empezó a cantar al ritmo del altavoz. Era sencillamente genial que a los dos nos gustase escuchar a Lil Peep mientras nos fumábamos uno. La cosa empezó tranquila, pero la verdad es que no estoy orgulloso de lo que pasó después. No lo recuerdo nítidamente, pero sé que hubo lágrimas, abrazos y... bueno, puede que algo más.
Y más me odio y más me odio.
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⏰ Última actualización: Feb 12, 2023 ⏰

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