Dragon blood - Lucerys Velaryon

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Antes que Rhaenyra, mi media hermana entrase, el maestre acababa de decirle a mi madre que Aemond, mi dulce hermano, había perdido el ojo, haci que no era un momento oportuno.

Yo no estaba feliz con eso, pero por alguna razon, al verlo, a un niño de ocho años, no pude sentirme enojada con el, aun sabiendo que el habia sido causante de este terrible acto, tenia que odiarlo.

-¿Quien hizo esto?.- Hablo por primera vez, Rhaenyra.

-¡Ellos me atacarón!- Comenzo a defenderse mi hermano.

Todos los infantes empezaron a gritar contando su versión de la historia, pero eso que importaba ya?, mi hermano había perdido un ojo , y eso nadie podría remediarlo.

Me sentí culpable, de alguna manera, sentí que era responsabilidad mía haber evitado esto , si solo, tal vez no me hubiera encontrado con Aegon, todo esto no habría pasado, haci que yo le di la invitación a Lucerys para poner esa navaja en el rostro de mi hermano.

-¡Suficiente! - Demando el rey, sacándome de mis pensamientos.

-¡Ellos le quitaron el ojo a mi hijo!.-Grito frustrada mi madre, al borde del llanto. -Sera el  quien cuente la historia.

-Quiero la verdad sobre lo que paso- Exigió mi padre, acercándose más hacia el centro de la habitación, con ahida de su bastón.- Ahora.

- ¡Que mas hay que oir, tu hijo fue mutilado!.- Exclamo mi madre con desesperación en su vos.- Su hijo fue el responsable.

-Fue un accidente.- Defendio Rhaenyra, abrazando a sus hijos por los hombros.

— ¿Accidente?.- La miro como si de una gran broma se tratase.- El principe Lucerys trajo una navaja a una emboscada, el pensaba matar a mi hijo.

—Mis hijos solo estaban defendiendose, se mencionaron insultos desagradables. 

-¿Que insultos?- pregunto mi padre con dificultad, apoyándose más en su bastón.

—La legitimidad de mis hijos fue puesta en duda.- todos en la sala se quedaroón en silencio.

Que dijeran eso no era una sorpresa, solo faltaban ojos para ver, pero ¿se atrevían a jugar a niños que si era legítimamente unos Targeryan? que importaba si no eran Valaryon.

-¿Que?

-El nos llamo bastardos -Dijo apenado Jacaerys, aun sosteniendo la mano de su madre.

—Mis hijos estan en la línea de sucesión para heredar el Trono de Hierro, majestad, esta es la más grande de las traiciones.

¿Eso que mierda importaba ahora?

—El principe Aemond debe de ser cuestionado para saber donde escucho esas calumnias.

—Solo por un insulto?.-pregumto mi madre sin poder creerlo.

Mire a mi padre para saber si hallaba una pisca de preocupación de lo que le había ocurrido a mi hermano, pero parecía más preocupado sobre rumores que eran ciertos y eso me dolio.  Sabia bien que mi padre tenia una debilidad por su hija, Rhaenyra, nunca se preocupo por nosotros, ni por madre, el unico contacto que tenía directamente con el era cuando me tenia que correjir algo, la forma en que agarraba mi espada, mi forma de caminar, la forma de sentarme, esa era mi relación con mi padre, admiraba a Rhaenyra, por como trataba a sus hijos y sobre que ella estaba rodeada de amor que a mi no se me consedio tener, de alguna forma, siempre pense como habria sido ella como mi madre, pero sobre todo anhelaba, la relación que ella tenia con nuestro padre.

luego entendí que no era admiración la que sentía, solo anhelo a una familia
como la suya.

-Dimelo hijo.- hablo mi padre, hacercandose a el.- ¿Donde escuchaste esas mentiras?

La habitación reino con silencio, de nuevo.

—El insulto fue jactancia en el patio, broma de niños, no fue nada..

—Aemond, te he hecho una pregunta.- insistio el rey.

Aemond se mantuvo en silencio.

-¿Donde esta Sir Laenor?- interrumpio mi madre.- El padre del niño, tal vez tenga algo que decir al respecto.

Estaba claro que estaba evitando que Aemond hablara, claramente ella le habia dicho esos rumores a Aemond y a todos los demás.

—Si, ¿donde esta Sir Laenor?

—No lo se majestad.— Respondio Rhaenyra — Yo.. no podia dormir y sali a caminar.

—Entreteniendo a sus jovenes escuderos, yo diria.- Mire mal a mi madre.

—Aemond.- Insistio de nuevo papá, ignorando a su esposa.— Tu rey demanda una respuesta, ¿Quien te dijo esas mentiras?.

Vi como Aemond miro a mi madre, sin ningun disimulo, mi padre no era un tonto, haci que volteo a verla, soprendido, aun esperando la respuesta de su hijo.

-Fue Aegon.

Papá estaba a un sorprendido y yo tambien, y sabia que Aegon tambien, ¿por que no acuso a madre? 

—¿Yo?— susurro aun aturdido por la respuesta de mi mellizo.

—Y tu hijo ¿Donde escuchaste esas calumnias?— pregunto acercándose con dificultad hacia nosotros, mirando directamente a mi hermano mayor.— ¡Aegon! — grito enojado al no obtener respuesta.— ¡Dime la verdad!

—Lo sabemos padre, todos, lo saben.- susurro aun asustado por siquiera hablar.- Solo miralos.

Dirigi mi mirada hacia los nombrados, solo pude ver a Lucerys aferrado al dorso de su madre, y ella abrazandolo para reconfortarlo, mi mirada se cruzo con la de ella, y solo le pude dar una mirada de arrepentimiendo, no sabia la razón, pero igual lo hice. 

—¡Estas disputas interminables deben acabar!.- estallo mi padre, golpeando su baston en el suelo.-¡por todos! ¡Somos familia! Ahora muestren disculpas y muestren buena voluntad al otro ¡Pidan disuclpas! ¡Su padre, su abuelo y su rey lo demanda!

Nuca habia visto a mi padre haci, pero la situación no era para menos.

—Eso no sera suficiente mi rey.— hablo Alicent con lagrimas en sus ojos,—  Aemond a sido dañado permanentemente, la buena voluntad no va a curarlo.

—Lo se Alicent .— se voltio haci ella, cansado.— Pero no puedo hacer que recobre el ojo.

—No por que le fue arrancado — dijo entrecortadamente.

—¿Que quieres que haga?

—Hay una deuda que debe de ser pagada.— dijo secandose las lagrimas que habia resbalado por sus mejillas.—Con el ojo de uno de sus hijos.

Los mire con sorpresa, ¿Acaso mi madre estaba loca?, entendia la gravedad del asunto, y estaba pesarosa por mi hermano,¿pero llegar a ese punto? sin duda no se me cruzaba por la cabeza.

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Aenys Targeryan a los 13: