Artista de letras

Reseña de "El horror onírico de Jack" de @J_A_Collazo

Reseña escrita por lobodepeluche

El horror onírico de Jack es un interesante relato pulp que, en la línea de Wells o el buen Lovecraft, podemos encuadrar fácilmente dentro del género del cosmicismo. Esto es, historias que involucran el acceso a mundos o fenómenos extraños por medio de prácticas ocultistas tales como rituales místicos o consumo de sustancias alucinógenas, así como otros métodos que causen un estado alterado de consciencia.

En esencia, se sienten como estar leyendo la narración de un viaje lisérgico, y en ese sentido no se ha inventado la rueda con esta historia porque sigue la fórmula a rajatabla; está el acceso al plano paralelo, el momento de maravillarse con sus características, y el posterior contacto con la deidad abstracta que te revela alguna clase de verdad universal sobre la existencia. Lo que la hace brillar con luz propia no recae tanto en la originalidad de su argumento, sino en su atrapante atmósfera, su desarrollo y su capacidad para evocar imágenes interesantes. Es una de esas historias que parecen tener el efecto de arrastrarte hasta su mundo; como si una mano invisible saliera del monitor, y te tirara ahí mismo y sin anestesia.

Esto se consigue mediante un lenguaje agradable y directo al punto, seguramente causado por la limitada extensión del concurso, que contrasta con la riqueza de imágenes de la historia que se está contando. De una manera que, en lo personal, también me recordó a esa máxima lovecraftiana de que lo que se deja a la imaginación genera imágenes más poderosas que lo concreto. Y es que al final, por más que te esfuerces en llenar una descripción de mil detalles, a veces más eficaz dejar que el lector haga el resto.

De este modo, empezamos ya introducidos en ese ambiente tétrico pero ligeramente irreal cuando nos cuenta que lo que leemos es, en realidad, un manuscrito encontrado de un asesino en serie que podría o no haber cometido dichos crímenes. Se nos presenta su relación con los estupefacientes, los viajes astrales, y la idea de que todo lo que se nos cuenta va a tener un tinte sobrenatural, pero que quizá sean solo los delirios de una mente destrozada.

Así, lentamente, se nos prepara de antemano para dudar de todo lo que nos cuenten a continuación cuando dicho viaje entre universos tenga lugar. Ahí es también cuando el estilo técnico cambia y se vuelve mucho más florido, como marcando así el paso de una realidad insustancial a una fantasía en la que se está realmente vivo y todo se siente más: tu vida es un sueño, y cuando sueñas, vives. Solo hay que comparar este pasaje:

Quizás parecía un joven mozo sin conocimiento, pero mi mente estaba despierta y observé al mundo como era a la edad de diez años. Pasé ocho años de mi vida escribiendo relatos de horror cósmico hasta que me alejé de la inmunda sociedad; tan asquerosa y llena de avaricia.

Con este otro:

Las montañas se cubrían de una especie de nieve en polvo, pero sorprendente a causa de su color violáceo. Yo era como una cuerda que vibraba en resonancia con el universo. Me conectaba a través de las membranas infinitas de un lugar que me afligía y allí estaba después de un bloqueo onírico: admirando paisajes jamás vistos en el mundo de la vigilia donde el humano no imaginaría tal suceso alucinante.

Y ese aire de sueño hiperreal alcanza precisamente su cenit cuando llega el punto de presentar a la criatura de la historia, que realmente se siente como una interacción de un sueño. Al principio, sus respuestas son confusas y solo parecen tener sentido parcialmente, como algo cuyo significado sientes que podrías descifrar con un poco de esfuerzo pero nunca logras hacerlo del todo. Más tarde, todo adquiere un tinte más siniestro que no vamos a desvelar.

En resumen, los puntos fuertes del relato recaerían en su sobresaliente ejecución por medio de una serie de detalles cuidadosamente medidos para causar el mejor efecto posible. Es un relato atmosférico e imaginativo en las imágenes mentales que presenta, que es donde tiene que serlo. También se hace muy fácil de leer y de meterte de lleno en él. Si te gustan Lovecraft, Wells, o incluso Sandman, sin duda disfrutarás bastante del universo que J_A_Collazo logra construir con tan pocas palabras.

Nos encantaría rematar el texto felicitándolo de corazón por su victoria en el concurso de Artista de Letras, pero eso tendrá que esperar. Mientras escribimos esto, hay una cegadora luz amarilla que sale del armario. Seguro que no pasa nada si vamos a investigar. Sí, a... investigar.