"La muerte puede definirse como un paso intermedio entre cada una de las vidas que vivimos. Al nacer, heredamos habilidades y conflictos adquiridos en vidas pasadas que moldean nuestro carácter y personalidad".
- Anónimo
Se acercaban las 7 de la noche y yo estaba hecho un manojo de nervios, quizás, no sé, no podría describir exactamente cuál es esa sensación que tienes cuando vas a conocer a alguien por cual llevas casi desde que comenzó el año viendo sus fotos en Instagram y por fin ha aceptado verte.
Tengo un enrome nudo en la cabeza qué no sé nada en estos momentos. Me he probado más de 5 outfits, pero nada me convence de usarlo. Soy como una combinación de estilos entre Louisa Clark y Emily Cooper, y eso, a muchos puede espantarlos en una primera cita.
El timbre me avisa que alguien llama a la puerta. Solo deseo que sea mi gran amiga M.J. ella se llevará al pequeño Tai a pasar la noche consigo.
- ¡Hola! - exclama ella del otro lado de la puerta -. Pero cariño ¿qué ha pasado aquí? Parece que un unicornio ha defecado sobre ti.
- ¿En serio? ¿Así de mal me veo?
- ¿Qué hemos hablado del exceso de colores sobre ti?
- Que eso era cuando tenía veinte, y son estilos que debo abandonar.
- Exacto. Así que ve y busca algo más sobrio para esta noche.
Pongo los ojos en blanco y me doy vuelta, porque a ver, qué tiene de malo usar un jean naranja con una playera verde y una chaqueta de denim. Se ve bien.
- ¡Má! - El pequeño Tai se emociona al ver a M.J. y es que él es nuestro hijo prácticamente.
Tenía días viendo como Tai rebuscaba en los basureros comida, pidiendo limosnas en la calle, y no fue hasta que lo vi durmiendo bajo un árbol, arropado por un periódico viejo que tomé las fuerzas para acercarme a él, ofrecerle abrigo y escuchar su historia. La madre de Tai había muerto y su padre lo abandonó a su suerte. No pude evitarlo, tenía 7 años, así que lo que tenía tiempo dando vueltas en mi cabeza lo hice, lo invité a venirse conmigo y terminé en casa de M.J. diciéndole que éramos padres, y ahora Tai tiene 10 años.
- ¡Hey! Pequeño.
- ¿Le dijiste que se cambiara, cierto? - los escucho hablar mientras me cambio de ropa.
- Así es. ¿tú ya hiciste maleta?
- Sí, ya voy por mis cosas.
- Vale.
- ¿Y tu mamá cómo sigue? - pregunto apareciendo con un look más sobrio. Jeans oscuros, chemise azul y tenis blancos.
- Mejorando. Gracias a Dios, Albert regresó y puede quedarse con ella esta noche en el hospital.
- Oye, si quieres descansar yo puedo cancelar la cita o llamar a mi madre para que se quede con Tai esta noche.
- Tranquilo, no te preocupes. Yo me quedo con él, así me distraigo un poco.
- Gracias, ¿este que te parece?
- Mejor. ¿Y qué planes son los de esta noche?
- Iremos al Zia María por comida italiana y luego terminaremos acá.
M.J. Arquea una ceja.
- Es decir, vendrán a follar.
- ¿Qué? ¡No! Bueno, sí, es lo más probable, pero es que viene desde lejos, entonces, por mí está bien que se quede. Además, no creo que solo vaya follarmelo esta noche. Me gustaría avanzar con él hacía algo más.
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Nuestro Hilo Dorado
EspiritualSi "Dios nos creó juntos". ¿Por qué no todo el mundo está con su llama gemela? Es la pregunta del millón. Sencillo, porque es fácil desear estar junto esa persona, pero que esa persona también lo desee es lo complicado. Pero a ver, no confundan a su...