Recuento: Azucena (69)

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Aquí estoy, una pequeña niña siendo obligada a cubrirse del sol en un día caluroso de verano en la playa, por su blanca piel, y hoy les contaré mi historia. Mi nombre, Azucena... Se preguntarán ¿quién es esa niña?, pero la pregunta que deberían hacer no es ¿quién?, si no, ¿qué pasó con ella?, para ser específicos fue mi primer viaje a la playa, a penas con tres años de edad; mis padres soñaban con el echo de que su pequeña fuera algo grande en la vida aún si eso le costará. Luego de instalarnos en el lujoso hotel mi padre se notaba algo angustiado por algo que había escuchado en la radio, mi madre le daba ánimos mientras yo jugaba con una pequeña guitarra de felpa que me habían obsequiado adelantado por mi cumpleaños; supongo que nunca esperaba que fuera el último cumpleaños en que los vería. Lo siguiente que recuerdo es a mis padres paseando por la playa, luego perderse entre la multitud, en tanto yo era sostenida por un hombre de estatura alta, tapaba mi boca con un pañuelo por precaución a que no gritara, yo solo observaba con terror como era alejada de mis seres amados.

Los días que estuve encerrada en un cuarto esperando, solo el destino que daría ese hombre para mi, me aferraba a lo único que pude conservar de ellos, mi guitarra roja de rock que había mencionado con anterioridad; días después de no comer absolutamente nada, una niña se filtro por una ventana que había oculta en un mueble de madera donde guardaban ropa, esta era algo pequeña de una apariencia que jamás olvidaré puesto sus coletas abucladas negras la identificaban junto con un oberol amarillo mezclilla, -Vamos, sígueme si quieres irte de aqui- susurro mientras extendía nerviosa su mano, tan pronto como pude salí junto con ella así como el estruendo de mi puerta invadió el cuarto, era el hombre que al escuchar el mueble caer fue a asegurarse que no tratara de huir, aunque su sospecha era cierta, pero tras de él venía la policía así que el haberse distraído con mi huída atrasó la de él, fue así como lo arrestaron.

Luego de eso me di vuelta y aquella niña se había ido, seguido de que unos policías me cubrían con una manta y me llevaban con una señora que repetía -No te preocupes, estarás bien ahora, pequeña- sé que de eso no recuerdo mucho, pero al menos sé que fui llevada a un orfanato para niñas y que ya no estaba en la playa.

Pasaron meses y años para que me adoptaron unos nuevos padres puesto nunca me reclamaron, aun así la vida en el orfanato no era mejor que la casa de ese señor, puesto los trabajos eran pesados, desde limpiar el suelo de cemento con un cepillo dental, hasta lavar los pies de las monjas que eran las encargadas. La vida se tronaba oscura, y la única manera de sobrevivir a aquel lugar era golpeando a aquellas que te buscaran pleitos, con tan solo cinco años ya sabía hacer un gancho y llave perfectos, así como decir palabras muy propias, cuyas en base a lecturas arduas en la biblioteca habían hecho posible mi aprendizaje adelantado, que al decirlas correctamente destrozaban a mis oponentes psicológicamente y con mis golpes añadidos ya era un extra a su daño físico.

La familia que me adoptó a los siete años era muy soñadora, tenían un hijo mayor de unos 16 años que era bastante atractivo y al igual que yo era adoptivo, al llegar a la casa él se dió a la tarea de mostrarme la casa y algo de la música que le gustaba, esta era de una banda llamada "AC DC" - Como serás mi nueva hermanita, al menos podré mostrarte lo que es música de verdad- decía mientras fingía tocar la guitarra, al finalizar la canción dijo - Bueno mi nombre es Alex, ¿y el tuyo es...?- a lo que contesté firme - Soy Azucena, de ahora en adelante Macías, será un gusto ser tu hermana- dije enseñando mi guitarra roja, ambos nos impresionamos por nuestros gustos tan parecidos que nos soltamos riendo; unas semanas después él llego con un obsequio sorpresa para mi, éste era una guitarra negra con guinda a diferencia de la otra, esta era de verdad, con cuerdas y y un mini amplificador, no era tan grande, de echo me quedaba perfecto a mi, tan feliz estaba que de inmediato lo abracé sonriendo, repitiendo - ¡Gracias!- tantas veces como pude, y él solo me abrazó con más fuerzas; seguido dijo - Bien soldado, debes prepararte porque tu mentor, o sea yo, te enseñara a partir de hoy- esa tarde fue una de las mejores de mi vida. La vida fue mejorando cada día más, mi hermano y yo nos la pasábamos practicando, jugando juegos de video, leyendo libros, e incluso y en ocasiones especiales haciendo experimentos que terminaban en explosiones y nosotros limpiando la casa.

Olvidé mencionar que entré a los KND a los cinco aproximadamente, en esa época tan oscura que vivía mi rudeza fue la que me ayudó a ingresar; y aun que curiosamente mi capitán se parece bastante a esa niña, siempre me he preguntado si se es ella mas no he tenido un momento para preguntárselo, aunque cada que tratamos de hablar de su pasado se traba o cambia de tema, en mi equipo es como si yo fuese hombre porque lo que a la mayoría de mis compañeras les gusta a mi no, siendo por ello que en ocasiones discutimos, obviamente en tanto a palabras yo término ganando; inclusive aquella vez que discutí con la capitán sobre el arma que quería usar en una misión. No hablaré más de mi pasado sobre como ingresé al equipo, mis emociones de ese día puesto me parece algo aburrido y tedioso.

Por otro lado podrías contarles algunos secretos que he descubierto a través de tantos años trabajando con este equipo, mencionó que ahora tengo 10 años y mi vestimenta es la de toda una rockera gracias a que mi hermano apoya mi sueño de serlo algún día él en ocasiones me lleva ropa de sus ahorros o de pequeños trabajos que hace; pero bueno volviendo al tema, empezaré por la capitana (666), bueno a ella la he visto chuparse el dedo, hablar e incluso estar sonámbula cuando duerme; a 19.6 ella es chocoadicta y tengo entendido que siempre lleva una barra de chocolate en su bolsillo; -7 ella es muy muy extraña la he visto tomar aceite y untarla en su piel, aunque dice que es accidente es demasiado raro;
15 le gusta que de vez en cuando la golpe con el fin de reaccionar sobre algún tema y otras solo por diversión, en mi opinión algo bastante relajante para mi y que disfruto hacer (suelta una risa) y yo lo único que hago extraño es dormir con ambas guitarras al lado de mi cama (se sonroja y agacha la cabeza)... ¡Bueno!, es todo sobre mí espero sea suficiente, mejor me largo tengo una misión que cumplir. Adiós mis chavos.

Nota de autor: Bien este es el capítulo de hoy :3 espero les gusté, la imagen se las debo xD porque como verán son dibujos que yo misma hago e imitar un estilo de dibujo es algo complicado jaja; es todo por hoy, cuando menos lo esperen el capítulo tendrá el dibujo de 69 ;) así que estén atentos. ¡Gracias por leer!

PDA. ¿Qué número les gustaría ser si fuesen un chico del barrio?

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2015 ⏰

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