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Maldita epilepsia.

17 de abril de 1983.

Narra Kirk.

Michelle entregó a la niña mientras nosotros estábamos terminando de organizarnos en cada cuarto, ella pidió que respetemos su privacidad y que recordaramos que también vivíamos con una mujer, por su "privacidad", sabíamos a lo que se refería, en resumen creía que la podíamos ver en bola, no hubo problema. Luego Lars nos dijo que a esta casa solo sé podía traer mujeres cuando fuera seguro que ella no estuviera, claramente Michelle no escuchó eso, creo que lo hubiera cagado a trompadas, ya los ví darse un par de zapes entre sí. También mencionó que solo nos drogaramos en nuestro cuarto y blah, blah, blah. No escuché mucho, tenía que organizar mis cosas.

La ojiazul nos había dado la libertad de organizar nuestros instrumentos en la sala, con la condición de que no tocaramos tan fuerte cuando esté con los bebés. Muchas condiciones, ¿No? Pero tenemos que mordernos la lengua mientras que conseguimos un lugar y comida por nuestra propia cuenta. Estaba terminando cuando escuché que Michelle nos llamaba, lo que llamó la atención de todos fue el grito de Cliff desde la planta baja...

- ¡La comida está lista!

Ninguno, repito, NINGUNO de los que estábamos arriba  dudó en correr, hubo empujones en las escaleras y tropiezos, al llegar James se había caído y levantado rápidamente.

- Ustedes son unos malditos animales, estúpidos. - Dijo Cliff viendo pasmado a James y ví que Michelle hacía lo mismo, pero ella carcajeó.

- Sigue comiendo, Cliff, ustedes coman tranquilos, Lars, acompáñame a la cocina.

- ¡Yo no hice nada!

- No es por eso, estúpido, ven y ya.

- ¡Déjame comer! Tengo hambre, maldita sea.

Se pudo escuchar un calvetazo que llegó al alma.

Sóbate, Ulrich.

- ¡Ay! ¿Que mierda?

- Me hablas de buena forma, maldito duende, y no te pregunté, te di una orden, a la puta cocina antes de que te meta una baqueta por el culo.

- ¡Cálmate, carajo, ya voy!

Cuando entraron a la cocina empezamos a soltar risas, nadie nunca reta a Lars, ni siquiera James que mide 3 metros, el enano tiene un carácter fuerte, pero su prima lo deja en pañales.

Narra Lars

- ¿Estás contenta, maldita sea? Me dejaste en ridículo en frente de mi banda.

- Tu banda me importa un carajo, te voy a pedir una cosa.

- ¡¿Y de paso me pides algo?! Que linda forma, habla. ¡Y si es algo de tu privacidad, ninguno quiere verte desnuda!

- ¡¿Cómo que no?! - Dijo James desde el comedor.

Este hijo de puta.

- ¡Deja a mi prima en paz, maldita jirafa de mierda!

Noté que ella tenía las mejillas coloradas después de ese comentario, se veía incómoda por eso, pero enojada aunque sabía que eso era por mí.

- Ignóralo, está reventándome las pelotas, ¿Que quieres?

- Mis episodios epilépticos volvieron hace dos meses.

Oh mierda.

- No son fuertes, pero son algo repetitivos, tuve 2 ésta semana y una fue en el auto.

- Pudiste haberte muerto, hija de puta, toma la maldita medicina.

- Eso me dopa, Lars. No puedo hacer nada porque me da tanto puto sueño que me quedo dormida todo el día, por mí bien debo ser productiva, Lars.

- ¿A qué va todo esto?

- Los ataques de epilepsia tienen unos síntomas previos, que yo en muchas ocasiones los ignoro porque pienso que simplemente estoy enferma o simplemente no me doy cuenta y pienso que es un simple malestar, quiero que por favor si llegas a reconocer alguno me mandes a un lugar privado o si me da alguna  de esas mierdas en público y tú estés presente me pongas de lado, es lo único que voy a pedir.

- Lo haré, ¿Cuáles son los síntomas?

Ví como sacó un papel con una letra que claramente no era de ella, la caligrafía era un asco, empezó a leer.

- Fastidio a la luz, dolor de cabeza y mareo.

- Fastidio a la luz, dolor de cabeza y mareo, entendido. ¿Alguna otra cosa?

- Solo era eso, siento que en uno de estos días me puede ir dando otro ataque, ésta semana ha sido estresante, no quiero que te tome o les tome de sorpresa, o se asusten, o piensen que me morí, o que estoy bailando en el suelo.

Ambos soltamos una risa.

- Está bien, cuenta con eso, ¿Ya podemos ir a comer?

- Vamos.

Fuimos y nos sentamos, y sentí la iniciativa de advertirles a los chicos sobre lo de Michelle, pero primero iba a probar el espagueti.

- Tu prima cocina manjares, Ulrich.

- Aprendió de mi.

- Lars, ni sabías cómo encender la estufa y Dave te tuvo que enseñar.

- Cállate o tiro tu bajo a la basura.- Terminamos de comer, quedé con hambre, la enana cocina bien.

- Si quieren sacar más, pueden hacerlo.

Con esas seis palabras todos fuimos a la cocina.

¿Que somos imprudentes? Si, pero somos una banda que recién empieza y la única comida decente que tiene por su cuenta es pizza, la comida casera de mi prima para nosotros es como el sushi para los chinos.

Noté que Kirk fue el primero en salir al comedor, luego Cliff, luego James, y ya por fin me habían dejado, malditos. Al llegar al comedor me senté y ya estaba dispuesto a hablar o se me olvidaría más tarde.

- Esperen, tengo algo que decirles.

- ¿No puede ser después de comer?

- No, y seré directo.

Ví como los demás me miraban confundidos.

- Michelle sufre de epilepsia, ésta semana ha sufrido mucho estrés y le han dado dos ataques, uno de ellos en el auto. Les pido que si la ven parpadeando mucho, con dolor de cabeza y con fastidio a la luz, la lleven a su cama si es posible y la acuesten de lado, y si ven que pasa en público y yo no estoy, volteenla. Siente que le podría dar otro en estos días y no quiero eso, no es una orden, pero quiero que me ayuden si identifican eso.

- ¿Sufres de epilepsia? - Dijo el rubio viendo con sorpresa a Michelle después de todo mi palabrerío.

James es el ser más idiota que he conocido en toda mi puta vida.

Heaven Tonight [Kirk Hammett]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora