Plegaria I

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Oh Dios, tu me conoces, tu me entiendes…

Sabes perfectamente a que sabe la agonía del amor, sólo déjame no sentirla más.

Me revelo ante ello… a seguir amando.

No me mientas, yo no nací para ser amada.

Señor, tu sabes que no hay mejor alucinógeno que el del amor;

Es deleitante mientras dura el efecto apasionante, romántico,

para finalmente lastimar tanto como lo haría un sutil veneno,

que recorre lentamente por las venas,

atacando grotescamente al corazón, haciéndolo migajas, 

pero por favor, apártala de mí por completo, aléjala...

No hay forma que ese amor sea posible, yo tan aquí y su existencia tan lejos de mí,

Es un martillo, golpeando los dedos y cada parte del alma, de la mía.

Señor, Dios mío, se que oyes mis plegarias;

Si no soy amada de la misma forma en la que yo amo, entonces no  quiero nada.

LA CAÍDA DE LOS ÁNGELES [Poesía desde lo más profundo del alma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora