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(Me di cuenta que la protagonista tendría 10 años durante casi toda la historia así que tuve que hacer unos ajustes minúsculos)

Una noche tranquila en Pentos, la familia Targaryen-Velaryon pasaba un día tranquilo, solo disfrutando de sus vidas perfectas, especialmente ahora con la espera de nuevos integrantes ya que Laena Velaryon esposa del príncipe Daemond Targaryen estaba ya con 4 meses de embarazo. Era un día perfecto, el último que tendrían en un buen tiempo.
Ese mismo día a altas horas de la noche, Daemon recibió una carta urgente, de nada más ni nada menos que de su amante. En su defensa el dejo de frecuentarla hacía ya más de 8 meses porque el amaba a su esposa y no tenia intención de lastimarla, de hecho pensó en ignorar la carta que le pedía que fuera a verla, sin embargo cambio de parecer al notar algo de sangre salpicada en la carta. Más que preocupación fue a buscarla por curiosidad, pues el pensaba que la pobre chica estaba obsesionada con el, es más, le sorprendió que la carta llegara tarde mas de lo que le sorprendió la sangre.

El príncipe llego al lugar donde se encontraba con su acompañante nocturna. Entro a la casa la cual a simple vista se veía bien hasta que entro al dormitorio. Sentada cerca de la ventana se encontraba el frío cuerpo de una hermosa mujer, algo que tomo por sorpresa a Daemon. La ropa de la joven estaba llena de sangre, sin embargo ella no poseía ninguna lesión visible. La chica no tenía familia hasta donde el príncipe tenía entendido, así que al final Daemon solo la enterró detrás de la casa. Cuando se disponía a partir de regreso con su esposa e hijas escuchó de repente el llanto de un bebé el cual provenía de la casa. El príncipe volvió a entrar y siguió el ruido hasta llegar a una pequeña canasta cubierta con una tela, la cual contenía a nada más y anda menos que a una hermosa bebé con cabello blanco y ojos violeta. Ahora todo cobraba sentido para el ya no tan joven príncipe, su concubina estaba embarazada y tuvo complicaciones durante el parto.
El príncipe se llevó a su pequeña hija con el, la pequeña era de su sangre y por más cruel que el pudiera llegar a ser, el no abandonaría a su familia. El problema ahora sería su esposa. 

- ¡¿Como pudiste hacerme esto?!- pregunto la alterada y comprensiblemente molesta esposa de Daemon, Laena Velaryon.

- Bueno no es como que yo hubiera planeado que ella quedara embarazada.- dijo el príncipe tratando de aligerar la conversación a pesar de saber que eso sería imposible.

- ¡¿Donde está su madre?!- pregunto Laena señalando a la bebé que solo estaba ahí, existiendo.

- Por lo que se, tuvo dificultades durante el parto y murió.- dijo Deamon amargamente.

La expresión de Laena se suavizó, no por pena por su esposo pero por lástima por la pequeña niña. Laena se calmó un segundo, no pensaba perdonar a su marido nada más porque si pero tenía también que pensar en su familia.

- ...¿Y? ¿Que piensas hacer con la bebé? ¿Siquiera tiene nombre?- pregunto aun molesta Laena.

- No hemos dado noticia de nosotros a Desembarco del Rey desde hace un tiempo, así que podemos decir que estuviste embarazada durante ese lapso cuando reclamemos un huevo de dragón para ella.- dijo el príncipe con el tono más calmado que existe mientras se servía vino en una copa.

- ¿Quieres hacerla pasar por nuestra hija para que no sea considerada una bastarda? Basta con mirarla para saber que no es de mi sangre. ¡Todos se van a dar cuenta de la mentira!- dijo Laena señalando a la bebé que estaba comenzado a quedarse dormida.

- ¿Cual mentira? En el momento en el que mi hermano la identifiqué como legítima, quien quiera que diga lo contrario será castigado.- dijo el príncipe para luego tomar un poco del vino de su copa.

- Eres tan cínico.- dijo la molesta esposa del príncipe para luego dejar la habitación.

En la habitación solo quedaron Daemon y su primogénita. El príncipe dio otro vistazo a su hija la cual parecía estar cansada hasta que vio a su padre, por alguna razón a la bebé le dio risa su rostro.

- Felicidades, eres la primera mujer en reírse en mi cara que sale con vida.- dijo divertido el príncipe.- Eres una verdadera Targaryen, bienvenida a la familia, Velea Targaryen.

¿Y que si me llevo la corona? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora