Juegos del destino

8. Feliz cumpleaños Daph

Daphne Roberts

Bien... 

Que momento mas incomodo, papá me mira analizando la situación.

—¿Un chico? ¿Con quien estas saliendo Daphne Elodie Roberts?— usa un tono de demanda 

Bien... pudo ser peor. 

—No estoy "saliendo" con nadie Dan Dan, no seas dramático— mi voz sale mas nerviosa de lo que pensé 

—Dile a ese muchacho que salga en este instante. 

Oh lo hiciste enojar. 

—No creo que sea necesario...— empiezo a hablar 

—Inmediatamente Daphne. 

Me rindo. 

Se que es en vano, ya se le metió en la cabeza y eso será. 

Camino hacia la habitación alargando el espacio, esto va ser incomodo. 

—Rápido jovencita, vas a ver Daphne— dramatiza desde la sala 

Abro la puerta de la habitación y veo a Andrew sentado en la cama con su teléfono. 

—¿Me va matar verdad?— pregunta alarmado— es mas dile que ya me morí. 

Otro don dramas. 

—Andrew no seas ridículo, solo te quiere conocer, no va pasar nada. 

—Yo vi esto en una serie, después me va tirar al  mar. 

Me acerco a el y agarro su cabeza que queda a la altura de mi cuello, un poco mas abajo. 

—¿Relájate si? mi papá no es un ogro— lo tranquilizo 

—Si tu lo dices...— comenta inseguro 

Ambos nos vemos a los ojos con una sonrisa y él baja su mirada a lo que alzo una ceja. 

—¿Se te perdió algo Dubois?— cuestiono nerviosa 

—¿La verdad? solo aprecio las buenas vistas. 

Y si, Andrew Dubois es un descarado. 

—Es un pervertido señor Dubois. 

—Gracias por su alago señorita Roberts. 

Él se pone de pie y caminamos a la sala, antes de poder ser vistos me recarga en una pared. 

—Que sepas que si muero este día fue un placer Daphne— otra vez esta de dramático 

—No va pasar nada— lo empujo un poco y lo jalo 

Entramos a la sala y papá se gira a inspeccionarnos. 

Su boca se abre en una O enorme y sus ojos se abren exageradamente. 

—¿Estas bien Dan Dan?— me acerco preocupada 

—¿Andrew Dubois? ¿Esto es una maldita broma Daphne?— pregunta asombrado 

—Un gusto señor Roberts— Andrew se acerca y le extiende la mano 

Mi papá apenas y puede reaccionar. 

—¿Estas saliendo con el mejor jugador del mundo?

—¡Papá ya te dije que yo no estoy saliendo con nadie!— le contesto alto