14. El arbitraje es una mierda

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Daphne Roberts

Después de nuestro fallido intento de averiguar quien era hemos estado atentos a todos. 

—Necesitamos otro plan, las fotos de la vez pasada ya están en todos lados— dice Addie 

La verdad estamos cansados, hemos intentado de todo y ni así. 

Mañana es año nuevo, día libre. 

—Hoy es el ultimo partido del año ¿Crees que ataque?— pregunta Andrew 

—No lo sé, no se que esperar de esta persona—le dice Addie 

—¿Tienes alguna posibilidad de contactarte con los periodistas?— pregunta Adam— tal vez si les ofreces algo mas bueno suelten la sopa. 

—No va funcionar, es obvio que no es estúpido— le digo— ¿es alguien del equipo? si ¿esta aliado a alguien mas? si. 

—¿Por qué crees eso?— pregunta Andrew 

—La figura que vi no era de alguien atlético— les digo— intente descifrar pero había poca luz cerca de él. 

—Alguien toma las fotos ¿Quién querría destruir tu reputación?— pregunta Addie—piensa en alguien, por mas mínima que sea la sospecha. 

De inmediato se  me viene alguien a la mente y se que a Andrew también. 

—Nadie— miente descaradamente— es alguien externo o no lo sé. 

Su voz suena fría. 

Addie y Adam se dan cuenta que la pregunta le molesto. 

—Piénsalo Andrew— ambos se despiden y se van 

—Andrew... 

—No, no se atrevería a tanto— sus ojos llenos de terror me miran directamente 

—Se que es doloroso...

—No, no lo entiendes— dice agitado— tu padre es bueno Daph, el mío no lo es. 

—Lo sé Andrew, lo sé— me acerco a él— no me imagino siquiera lo que debe sentirse ¿okey? pero estoy aquí para ti. 

—¿Crees que el...?

—No lo sé Andrew, pero lo averiguaremos ¿bien?

Él asiente

—Tienes que hablar con Andrea de esto, capaz podemos encontrar algo o... 

—Hablare con ella, lo haré—pone su mano en mi mejilla— pero no hoy. 

Se acerca peligrosamente cerca mi. 

—Tienes partido— le advierto 

En un movimiento me tiene cargada entre sus brazos. 

—Y mucha energía también. 

°°°

Llegamos al estadio a la hora pactada por el entrenador. 

El equipo esta tenso por culpa de los rivales. 

Digamos que el otro equipo esta peleando su entrada a la siguiente fase. 

—¡Por fin llegas Dubois!— grita el entrenador apenas lo ve llegar 

—Es la hora acordada— dice mostrándole su celular que marca las 6:00

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