Tuvimos suerte...
Hace unos días estábamos preocupados por el clima. ¡Los días estaban horribles! Llovía, estaba nublado todo el día y las temperaturas eran bajas. Parecía que festejaríamos nuestro último día del estudiante en secundaria bajo techo, quizás en la casa de Thiago o en algún bar del centro.
¡Pero de pronto salió el sol!
¡La primavera llegó con un cielo despejado y clima templado! Las flores nacían por todas partes y los días se veían perfectos para disfrutar en "El Lago".
Desde hace meses que teníamos todo planeado: los chicos iban a llevar alcohol de contrabando unos días antes y Thiago tenía una carpa donde íbamos a guardarlo a escondidas. La fiesta sería en el camping que había en ese lugar y todos los estudiantes del pueblo estarían ahí.
Debía admitir que estaba nerviosa y emocionada, era la primera vez que me dejaban ir a una fiesta así. Antes no me dejaban salir mucho, salvo al shopping con mis amigas, pero acá en este pueblo tenía un montón de lugares naturales para visitar donde me dejaban ir.
Quería divertirme y pasarla bien. Con las chicas habíamos preparado una coreografía para hacer en cuanto sonara Gangnam Style, como era el tema del momento de seguro sonaría más de una vez en la noche.
El estómago me hormigueaba cuando pensaba en la noche del 21 de septiembre... ¡Estaría épico! ¡Ya quería que llegara la noche! Pero aún era temprano y con las chicas estábamos preparándonos en la casa de Pilu para partir todas juntas en unas horas hacia El Lago.
El cuarto de Pilu olía a maquillajes, cremas y lociones para el cabello, hasta parecía una peluquería y salón de belleza más que una habitación. Las chicas siempre fueron coquetas y con un día como hoy más se esmerarían por verse estéticamente bien.
—Traje la planchita. —Milagros abrió su mochila para sacar su plancha para el cabello—. Me voy a arreglar en tu baño, permiso —Salió de la habitación.
—Sí, dale, andá. —Pilu contestó mientras seguía aplicándose rímel—. ¿Vos Nati? ¿No te vas a arreglar?
—Estoy bien —respondí.
Ya me había preparado en casa: me había maquillado un poco tapando unos granitos con base, había aplicado rubor en mis mejillas y colocado rimel en las pestañas, en los labios tenía un labial rosado con brillo. No necesitaba nada más, porque no quería llamar tanto la atención, así que opté por el look casual de siempre.
—¿Llevaré la pelota? —Cami interrumpió al terminar de delinear sus ojos—. Por ahí pinta vóley...
Sonreí porque admiraba como Cami podía ser tan colgada y auténtica. A ella sólo le interesaban los deportes y si fuera por ella hablaría de eso todo el día. Algo que me gustaba de nuestro grupo era que cada una tenía una afición u hobby diferente: a mí me encantaba dibujar y pintar, a Pilu le encantaba bailar y lo hacía desde niña y a Milagros... Bueno, le gustaba hablar de ropa y moda, pero no era una crítica muy amable.
Aunque le gustaba la fotografía y tomaba muy buenas fotos que después editaba en su computadora. Supongo que le interesaba también a nivel profesional; la verdad nunca le había preguntado y tampoco iba a hacerlo porque con Milagros ya no hablábamos.
Lo único que nos unía era la amistad en común con Pilar.
—¡Chiquis! Del curso vamos a ser las mejor producidas. Acuérdense. —Ella apareció desde el baño con el cabello rubio bien planchado y los ojos bien maquillados—. Aunque, en vez de la ropa de promo podíamos usar otra cosa.
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Aquel último año
Teen FictionA Verónica Leiva le entusiasma empezar su último año de secundaria, su objetivo es disfrutarlo a más no poder junto a sus mejores amigos y el próximo año marcharse a la universidad para comenzar una nueva etapa. Cuando las clases están a punto de e...