Poder y Ambición (Parte 6.2)

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Christopher

Bufo jalando a la diosa sexy que está en mi regazo y replegándola a mi-Teniente, su pregunta es ¿Follaste a Gema? -la molesto sintiendo como se tensa-No he sido un maricen o un santo, mi polla a sido de apetito abundante-siento como intenta apartarse y la abrazo con más fuerza.

-Eso quiere decir que si-murmura buscando mis ojos-Pero... ¿Te importa? -siento como titubea

Beso su frente-Si lo que quieres saber es si la quiero, la respuesta es si-La siento tensa, pero uno no pregunta aquello que sabes la respuesta puede joderte-Pero no es ni una milésima de lo que pasa entre usted y yo Teniente-levanto su mentón y la beso sin prisa, disfrutando su sabor dulce.

Se separa y veo miedo en sus ojos.

-Ella y yo nos criamos juntos, pero no como hermanos al 100%, el saber que no era mi hermana durante la adolescencia confundió las cosas y digamos, experimentamos juntos cosas-tomo su mentón para que no desvié su mirada al piso-Pero nunca fuimos pareja, no sentí más que la atracción de las hormonas al crecer, jamás pensé en algo serio con ella-

Ve mis ojos un instante y veo como los suyos pasan de ser temerosos a transformarse en fuego puro. Me besa y se restriega contra mi que mi polla solo de saborear la humedad de su coño, brinca. Ahora solo tengo una necesidad urgente de desnudarla y penetrarla hasta que quede sin voz y yo quede seco.

Si, folle con Gema, de hecho, la desvirgue y ella pensó durante mucho tiempo que éramos pareja, hasta que un día me arte y la hice ver a la mala que las cosas no eran las pendejadas que ella pensaba.

Si bien, es alguien que tiene la gran fortuna de que aprecie no se acerca a lo que siento por Rachel. Es como si me hubiese conformado con cerveza rancia toda la vida y al fin pruebo el mejor vino del mundo.

Vuelvo a besarla como poseso, bajando mis manos por sus piernas. Creo que es hora de saciar un apetito que inicia a ser una adicción.

-Llego la comida-dice la voz de Patrick jediéndonos el momento-Par de criaturas calenturientas, aliméntense-

Llega con un carrito sin inmutarse por la mujer que se esfuerza en separarse de mi lado. De un manotazo se suelta y se acomoda el uniforme.

Bufo acomodándome en la silla. -Eres inoportuno Linguini-Me recargo en mi silla, cuando Rachel y Patrick acomodan la mesa.

-Al contrario, mi coronel-sonríe malicioso-Aun que ya habían acabado aquí venia cambio de turno en vigilancia en camaras... y a menos que sean unos exhibicionistas creo que habrían dado un espectáculo-

Rachel cambia a todos los colores, gira su rostro a las camaras en la oficina y su rostro palidece. Patrick suelta una carcajada y yo me levanto a abrazarla.

-Está jugando-digo fulminando al hacker con la mirada-las camaras estaban apagadas desde que entramos-Ella me abraza ocultando la cabeza en mi pecho.

-Claro que si cariño-Alexa entra con unas carpetas y abraza a Rachel-Primero que nada, por que tu hombre es muy capaz de arrancarle los ojos, y luego por que yo le cortaría...-No termina la frase y Rachel suelta una risa con las muecas de dolor de que hace el imbécil.

Comemos con conversaciones amenas y triviales. Odio pendejadas asi con otras personas, pero Patrick es la persona en quien más confió, y con Rachel, no han pasado mas de un par de dias y puedo decir que si no he caído estoy a nada de caer por la hermosa Teniente de ojos azules.

Después de comer cada uno se fue a sus obligaciones y no son mas de las 1700 horas cuando le envió un mensaje a Rachel para vernos en la habitación. Estoy algo inquieto por que aun no hemos hablado. Pero recordando lo que hicimos esta mañana, se me engrosan las ganas.

Me despojo del uniforme en cuanto cruzo la puerta, Rachel está terminando de arreglarse.

-Me dan ganas de no ir a la jodida cena-me despojo de los zapatos viendo como se pone de pie en un vestido delicioso color azul, el cual se amolda a sus curvas-Y me dan ganas de arrancarle ese vestido teniente-la jalo a mi regazo besándola con hambre.

-Gema me llamo-su tono es aun resentido-Para decirnos que Martha Lewis, mando a preparar cena de gala-se levanta y saca un traje, entro al baño a vestirme y salimos. Vamos de la mano, debo marcar territorio con los imbéciles que creen que mi mujer podrá fijar los ojos en ellos.

Subimos a mi camioneta y partimos, le envió un mensaje al Ministro el cual me confirma que ellos también fueron invitados y ya están allá.

Al llegar veo, con asteo como Los Lewis han puesto antorchas a su "humilde morada", aun que si humilde a comparación de cualquier casa Morgan. Bajo de la camioneta y aun que Rachel esta nerviosa trata de disimularlo lo mas posible. Tomo sus manos para ayudarle a bajar y la beso, no puedo ni quiero evitarlo, esta mujer es un afrodisiaco constante que me hace desear más, me hace quererla solo para mi y doblegar cualquier pensamiento anterior a mí.

Al girarnos veo como Gema y el pendejo de Bratt ya están en la entrada, el con traje y ella con un vestido insípido en un color aburrido como ella.

Caminamos y el rostro de Lewis demuestra lo que le duele, que la belleza a mi lado ahora sea mía, ni siquiera trata de fingir.

-Bienvenidos-dice dándole dos besos a Rachel, quien disimuladamente gira lo mas posible el rostro alejándose del contacto de mi "hermana de crianza".

-Bienvenidos-el idiota me da la mano y yo lo esquivo, jalando a mi mujer y entrando sin esperarlos. Sara y el Ministro se encuentran en el recibidor, al parecer van llegando recientemente.

-Tía-mi mujer se acerca a mi m... a Sara. La envuelve en un abrazo. Noto como el ministro esta igual de incoado que yo, el saber que ella esta aquí, donde esta la mujer que trato de matarla me enerva.

-Preciosa, estas divina-la ve con ojos de madre. Y aun que se pensara lo contrario no tengo celos en especifico de que vea asi a mi mujer.

-Tio-Rachel se burla un poco de la rigidez Morgan al abrazar al ministro, cosa que si me molesta algo.

-Hija-le da un abrazo torpe, regresando a abrazar a Sara.

-Bienvenidos-dijo una pomposa y ridícula urraca, bajando del brazo de un vejestorio.

Rachel levanto el mentón, toma mi brazo y pinta una sonrisa digna de una Morgan. Esas pinceladas caprichosas me confirman la sentencia que ella misma se esta imponiendo, la tumba que está cavando...

-Un gusto que asistieran-dijo tomando el brazo de Sara-hace mucho que no teníamos la delicia de reunirnos cariño-Sara pone media sonrisa y el ministro la abraza.

-Gracias por la invitación Marta-dice el jerarca de la milicia

-Es un placer-sonríe hipócrita-Aunque hay gente que no debería ser bienvenida-voltea a ver a mi mujer fingiendo una dignidad que es bien sabido que carece.

-Hay Gente que ocupa grandes puestos, siendo una escoria, aquí estamos-dice Mi abuela entrando con ese porte y una mirada que hace que la cara al adefesio de anfitriona se le tuerza la cara.

Regina abraza a Rachel, dándole dos besos-Eres impresionante teniente-

Mi mujer sonríe y veo como Gema se acerca a nosotros con el pendejo de la mano.

-Abuela Gina-dice tratando de abrazar al pilar de los Morgan.

Ella solo levanta la ceja y la mira con desprecio-Siempre he sabido que son caritativos Marta...-sonríe de medio lado-pero debes enseñarle su lugar a la servidumbre-

Gema, se tapa la boca y su rostro parece como si uniese recibido una bofetada.

-Vamos al comedor-la llegada de Joseph Lewis intenta ridículamente calmar las aguas.

Caminamos al amplio salón donde una figura desagradable a mis ojos se hace presente.


Hola!

Tarde pero aqui esta. Este capitulo se me habia hecho un poco largo, por ello lo dividi. Estuve enferma y de nuevo recai en ese abismo que ya es etiquetado como depresion. Quien la padece sabe lo dificil que es levantarse... Pero en fin...

Gracias por sus comentarios, votos y las porras.

Nos leemos pronto.

Fanfics de Pecados PlacenterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora