🔞Teniéndolo Todo [Mirabruno] Historia Corta

1: Frialdad

Mirabel

Frío.

Una brisa fría se cuela por mi ventana obligandome a levantarme perezosamente y cerrar esta. Observo mi reloj, faltan 10 minutos para desayunar así que me visto lo más rápido que pude y luego de verme por última vez al espejo salgo de mi habitación. Lo primero que escucho al pisar el pasillo es a mi tía Pepa regañando a Camilo por haber hecho que Dolores tirara una canasta con ropa sucia, mi primo aún manteniendo una sonrisa traviesa y encogió los hombros. Isabela aparece dejando en cada una de las macetas diversas tipos de plantas, no solo flores, Luisa cargaba una de sus mancuernas mientras taradeaba una canción, mi tío Félix y mi padre charlaban de algo que no podía escuchar, solo sus risas hacían eco, mi madre caminando junto a la abuela la cual le entrega un sobre de papel.
Todos al notar mi presencia me dan los "Buenos días" y yo les respondo cordialmente.

Mi familia se ha vuelto más unida y agradezco mucho a la vida por esto. Tratamos de hacer la mayoría de las actividades juntos, nos reunimos en la mesa los fines de semana que nadie tiene mucho que hacer para simplemente hablar, pasar un momento agradable.

Cuando ellos se dirigen abajo noto algo, Bruno aún no salía de su torre, por lo regular solía hacerlo junto a los demás, pero en esta ocasión tardó un poco más, y si, lo esperé.

— Buenos días Bruno — Dije apenas cerró su puerta

— Buenos días, Mariposa — Sonrío tímidamente

Solía darme varios apodos, pero el de "Mariposa" era de mis favoritos y el que tomaba más sentido para mí por mi fascinación por estas.
Yo solía llamarlo por su nombre ya que el decirle tío me resultaba un poco extraño por el hecho de que pasé muy poco de mi infancia a su lado, y ahora lo consideraba como mi mejor amigo, alguien que fácilmente podía contarle cualquier cosa.

— ¿Por qué tardaste en salir? — Me apene de preguntar eso pues sonaba como una invasiva impaciente

Rascó su nuca en nerviosismo, observaba de todo menos a mí — En realidad no tengo mucha hambre, pero si no bajaba se iban a preocupar

Sabía que aún le costaba un poco relacionarse y prefería evadir que decir lo que le sucedía, pero para mí que no se me escapaba nada me era más fácil identificar sus nervios y así poder darle confianza para hablar.

— Entiendo, pero si en verdad no quieres bajar está bien, lo entenderán

— Lo sé, pero prefiero no causar confusión. En fin, vamos a desayunar

Lo sigo en silencio, me pregunto que estaba pasando por su cabeza, como se sentirá y si quiere contarme o prefiere callarselo.

El desayuno estuvo lleno de pláticas acerca de plantíos de café, el próximo compromiso de Dolores, en la fiesta del pueblo que se realizaría dentro de poco y lo que más me intrigó en como mi padre iría un par de días a Bogotá y en cuanto terminó de decir aquello hablé.

— Pa' ¿Puedo ir contigo?

Él me sonrío y revolvió mi cabello — Por supuesto mi vida

Isabela y Luisa también demostraron interés por el viaje — ¿Y nosotras también?

Asintió feliz, obviamente aceptaría de viajar junto a sus "Princesas"
Nos aclaró que en un mes saldríamos por lo tanto aún teníamos mucho tiempo para arreglar todo.
En ese momento siento el peso de una mirada, es Bruno quien al percatarse de que lo atrapé viéndome desvía la mirada a su plato.

«Que tierno se vió«

La abuela habló ahora, se mostraba emocionada — Ok, familia, les tengo un anuncio importante y también es una buena noticia para el pueblo. He cerrado trato con unos exportadores de café y quieren que nuestro café llegue a toda Colombia