9. Control

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Mirabel
(Meses después)

No he dormido bien en varios días, comido ni se diga y ni siquiera ya me daba tiempo de arreglarme como me gustaba, solo me colocaba un vestido que me cubría el cuerpo hasta el cuello y el cabello suelto, pero bastante enredado.
Me descuidé bastante y sentía que lo merecía.

De una chica amigable y dulce me convertí en una versión de mi abuela... Bueno no en humillar a mi familia.

Bruno tampoco estaba bien, ya no bebía, pero se la pasaba encerrado la mayor parte del tiempo, usando su don más de la cuenta provocando que acabara agotado y se la pasaba dormido.
Éramos amigos, pero solo eso, cada vez que nos veíamos para charlar luchabamos contra nuestros instintos, al principio funcionaba, ahora no sabíamos cuanto más podríamos aguantar.

En cuanto al pueblo poco a poco ha sido bastante beneficiado, todos me decían que tenía manera de lider y todo lo resolvía rápido. Lo que nadie sabía era que tenía mucha ayuda de mi tío.

Un día luego de haber hablado con unos mercantiles originarios de Medellín regresé a casita, totalmente agotada no solo física también mentalmente, tomé sin que nadie se diera cuenta una copa de vino, desde hace un mes y medio que cuando me sentía estresada bebía un poco siempre cuidando de no sobrepasarme de una copa, hoy bebí 2.

— No, tu no — Bruno me quitó la copa

— Solo por hoy y...

— No, así se inicia y después no podrás controlarlo — Me tomó de la barbilla, aquel acto me hizo tragar saliva nerviosa — No quiero que sufras, mi vida

Ese apodo nunca lo había usado y debo de decir que me facinó.
Me pidió que lo acompañara hasta su torre en donde a veces dormía ahí para no sentirme "asfixiada" entre las cuatro paredes de mi cuarto. Nos quedamos un rato hablando de cosas varías, yo sentada muy cerca suyo mientras leía uno de sus libros favoritos que también se ha vuelto el mío.

— Te excedes demasiado, Mira — Acariciaba mi cabello — No te gustará lo que voy a decir, pero a veces siento que te estás convirtiendo en mi madre

— Tranquilo, pienso lo mismo, trato de no excederme, pero cada vez me es difícil no hacerlo

— Mereces un día completo para ti sola

— Tal vez mañana, no tengo nada más que hacer con respecto a tratos y eso

— Me parece bien

Nos miramos directamente a los ojos, no me había dado cuenta que tenía una de sus manos anclada a mi cintura y poco a poco subía hasta quedar abajo de mi pecho derecho, sentí su miembro rozando con mi trasero y ahí es donde ambos perdimos el control.

Comenzó a moverse y casi de inmediato subió mi falda, bajó mi ropa interior para después tocar mi feminidad directamente.

— ¡Ahhh, Bruno, no es...

— ¿Me detengo? — Su voz sonaba sensual, su aliento chocando contra mi oído

¿Qué si se detiene?

Al carajo lo moral, lo que piensen los demás y si mi padre deja de hablarme, basta de tener que reprimir mis sentimientos, voy a estar con Bruno cueste lo que cueste y también él ha decidido aquello.

— ¡No!

Sabía que sonrío ante mis palabras.

Creía que mi primera vez sería tierna y delicada... Pero debo de admitir que el estilo salvaje es lo nuestro.

Me cargó con poca delicadeza (Me encantó) y me recostó en su cama con un poco de brusquedad y nos comenzamos a desvestir con desesperación. Él se veía tan sexy.

— ¿Estás segura de esto?

No solo hablaba de tener relaciones, sinó de volver a ser pareja.

Asentí con la cabeza — Completamente, sin importar los riesgos

— Te amo

— Yo también te amo

Después del juego previo y estar completamente desnudos entró en mi con cuidado y tras pasar del dolor al placer comenzó a moverse, primero lento y después fuerte y duro.

Gemi sin miedo a ser escuchada, casita había otorgado habitaciones insonorizadas, un cambio bueno para Dolores y bueno para nosotros también.

Llegué al climax, cuidó mucho no terminar dentro mío y lo hicimos un par de veces más. Fue tan hermoso y  maravilloso al haberme entregado al amor de mi vida.

...

Bruno

Desperté poco antes de las 11 am, sabía que estábamos en grandes problemas. Mirabel seguía dormida, estaba bastante agotada... Más bien yo la dejé bastante agotada.

Salí de mi torre y Agustín en cuanto me vió me tomó del cuello de la camisa, totalmente furioso.

— No intentes engañarme con tus estúpidas escusas, es obvio que Mirabel y tú... ¡Maldito aprovechado!

Un golpe en la mejilla me hizo caer al piso, sus golpes poco a poco fueron aumentando de fuerza y debo de admitir que ya no los estaba sintiendo por así decirlo.

— Tuve su total consentimiento

— Vete de esta casa

— Mirabel es la que decide eso, Agustín, es la matriarca de esta familia

—¡Es una niña!

— ¡Puede tomar sus propias decisiones y su decisión es estar conmigo y debes aceptar eso!

— ¿Quieres seguir con esto aún sabiendo que te vas a morir dentro de poco y la vas a dejar sola cargando un bebé en su vientre?

De pronto fijo su vista a otro punto y yo también, se trataba de Mirabel que nos miraba entre confundida, sorprendida y molesta.

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Corto, pero quería sacar este capítulo.

Hasta la próxima :3

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2023 ⏰

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