🔞Teniéndolo Todo [Mirabruno] Historia Corta

2: Árbol genealógico

- ¡Mirabel, hija despierta!

Sentí como alguien me movía hasta lograr despertarme, era mi madre. Me percaté que mi tío ya no estaba a mi lado, sabía que en algún punto de la madrugada se iría para evitar meterme en problemas.

- Ehh... ¿Dónde está Bruno?

Obvio se extrañó por eso - ¿Qué dices? Él está en su cuarto

Dandome cuenta de lo que acabo de decir trato de no mostrarme nerviosa ante ello - Lo siento, es que soñé algo que... No importa

- Tu abuela está molesta con ambos por no haber cenado con nosotros

- Bruno no se sentía bien y yo también, le voy a explicar

- ¿Y tú estás bien?

Agradecía su preocupación por mi, pero no quería decirle que mi actitud se debía a Bruno, vamos, ni yo siquiera sabía que me estaba pasando exactamente.

- Si mami, estoy perfectamente bien, no te preocupes

Parecía no muy convencida de ello, aún así respondió - Está bien, mi niña. Ok, ahora bajemos a desayunar, nos están esperando

Luego de haberme cambiado, bajé a la cocina, todos ya estaban ahí... Bueno ahora excepto Bruno.

- ¿Dónde está Bruno? - Pregunté

La abuela chasqueo la lengua - Ojalá supiera, faltar a algo familiar como lo es el desayuno o la cena es irrespetuoso

Tragué saliva - Lo siento, anoche no me sentía bien y...

- De ustedes 2 no me sorprende que se salten las reglas y hagan lo que les da su gana

Aquel comentario tuvo demasiada tensión para la familia, nadie dijo nada y optaron por bajar la mirada... Bueno con excepción de Isabela.

- Abuela, creíamos que ya no considerabas a mi hermana y a mi tío como los "raros de la familia" ¿No estabas arrepentida? No es justo que los trates así aún

- Será mejor que te quedes callada, Isabela, no me quieres provocar

Ella se quedó callada, pero yo no - ¿Hicimos algo que haya hecho que estes de nuevo en nuestra contra?

Lo siguiente nos dejó en shock, se levantó rápidamente y me abofeteó con fuerza hasta hizo que mis lentes cayeran al piso y se rompieran.

- ¡Siempre serán las ovejas negras, nunca estarán a corde de lo que es ser un Madrigal!

Nuevamente iba a golpearme cuando en ese momento llegó Bruno y la detuvo - ¡No vuelvas a ponerle una mano encima, mamá!

Mis padres también se interpusieron para defenderme. La abuela se retiró de ahí, solo podía escuchar a Antonio llorando y sentí como mamá me tomaba del brazo para consolarme.

Honestamente me lo esperaba, pero aún así dolía. Dolía ver a la abuela aún con rencor en su corazón por nosotros, no perdonarla del todo tal vez fue la mejor decisión, no lo sé.

Más tarde, estaba junto a mi madre en la estancia, la cual acariciaba mi rostro con ternura, de vez en cuando se le escapaban lágrimas y la entiendo.

- No entiendo porque mi madre actuó así

- Ma', ella nunca va a olvidar que Bruno y yo no somos lo que esperaba, que somos los raros

- Ustedes no son los raros, son igual de especiales

- A veces pienso que no hubiera abierto la boca, que no debí enfrentarla esa vez, pero también se que aún con la destrucción de casita fue la mejor decisión pues así todos pudimos darnos cuenta de que si no hacíamos algo pronto íbamos a acabar separados y rencorosos