8. Darse cuenta

102 6 8
                                    

Julieta

Mis hijas y Agustín han estado 3 días fuera y aquello ha sido difícil para Bruno el no tener a Mirabel cerca.
Ha estado bebiendo y aunque Pepa y yo hemos intentado que deje de hacerlo se niega y nos duele, nos recordó lo que pasó hace años cuando recién cumplimos 20 él casi muere debido a un accidente. Me dolería bastante perderlo.

Después de la media noche fui a su cuarto ya que no había salido de ahí todo el día, en cuanto entré el olor a alcohol me impregnó la nariz, mi hermano estaba a unos pasos mío, sentado en el piso rodeado de un par de botellas.

— Bruno

Al oír mi voz se levantó como pudo y acomodó su ruana que estaba algo sucia y más rasgada de lo que solía usar. Se notaba bastante avergonzado de que lo encontrara así.

— No debes verme así

— No me gusta verte así

— Merezco sufrir

Me arrodillé frente suyo y acaricié su mejilla — Me duele verte sufrir de esta manera

Rió nerviosamente — Me fije en mi sobrina de 15, en tu hija, el que me digas que te duele verme sufrir debe ser todo lo contrario, debes odiarme... Todos deberían de odiarme

Esos días en lo que ellos se veían escondidas (Pues era obvio que era así) los veía tan felices y honestamente me gustaba verlos así, nunca se les presenció tan desbordantes de alegría.

A Bruno nunca le había importado el tener novia, solo tuvo una en toda su vida, pero fue más por presión social. Cuando Mirabel y él comenzaron con lo suyo mi hermano se sentía por primera vez en muchísimo tiempo "vivo" y si mi hija menor era su luz no debía de interponerme.

— Me duele más verlos sufrir a que estén juntos aún siendo incorrecto, Bruno... Ve a buscarla, arregla las cosas

— Julieta...

— Tu eres el hombre que mi hija necesita, al que ama a pesar de la diferencia de edad y el parentesco. Se que vas a cuidarla bien, estoy tranquila que quedará en buenas manos. Me costó mucho aceptarlo y todavía estoy en proceso, pero creeme

No podía creer mis palabras, pero aún así asintió.

Admito que no fue fácil el haberle prácticamente dado el permiso de estar con Mirabel, pero como dije, me dolía más verlos sufrir y aunque eso significaba que también yo recibiria el desprecio de Agustín y/ o de la familia Bruno y mi hija iban a tener todo mi apoyo.

Mirabel

Mis hermanas se fueron a dormir temprano así que mi padre y yo nos quedamos solos y debo de decir que fue bastante incómodo. Desde que se enteraron de lo mío con Bruno nuestra relación de padre e hija se vió sumamente afectada lo cual me entristecía.

— Sabes, tus tíos de aquí me han dicho que los estudios han avanzado bastante, la educación en la cuidad es muy buena

— ¿Qué estás sugiriendo papá... Que me quedé aquí?

— Es lo mejor

Reí sarcásticamente — ¿Lo mejor, estar alejada de mi familia es lo mejor?

— Alejada de ese hombre más bien

— No, no lo es

— Aún si ya lo rechazaste no puedes seguir teniendo contacto alguno con él

— Bruno es mi felicidad

— Bruno es tu perdición

— No, es amor

— ¡Eso no es amor!

— ¿Por qué no pueden entender que estoy de verdad enamorada?... ¿Acaso no se me permite ser feliz? Después de toda esa mierda que vivi y vivimos ¿Creen que no merecemos todos un poco de felicidad? Todo este debate es lo que de verdad está perjudicando a la familia, Bruno es el hombre de mi vida y yo la mujer de la suya, sino quieren entender eso me verán en la obligación de irme a su lado lejos del pueblo ¿Eso es lo que quieren, que me aleje definitivamente?

— Bruno solo quiere alejarte de nosotros, perjudicarte

— ¿Es capaz el hombre que sacrificó su libertad 10 años por mi? ¿El hombre que se arriesgó demaciado por su familia?

— Fin de la discusión, Mirabel

— No, este no es el fin

— El fin de ambos será ese amor

— Ninguno llegara a su fin, te lo aseguro

— Si te atreves a acercartele de nuevo ya no te consideraré mi hija

— ¡Pues hazlo!

No dijo nada, solo me vió con una tristeza profunda.

Me encerré en la habitación las próximas horas, si iba a perder a mi familia poco a poco me lo merecía, tal vez.
A las 3 am aproximadamente, veía por la ventana y pensaba en todo, en lo que me va a deparar el ser la matriarca y mi ahora distanciamiento hacia Bruno. En ese amor prohibido que me iba a consumir hasta el punto de querer morirme para no sentir nada más.

Sin pensarlo 2 veces comencé a rasguñar la piel de mi brazo en un ataque de ansiedad, por unos momentos empecé a creer que me sentiría mejor por hacerlo.

De repente la puerta se abrió y me llevé una gran sorpresa de saber de quién se trataba — No, lo hagas mi mariposita

— Bruno, ¿Qué...

Me tomó de los hombros y me miró de una manera tan bella que me hacía derretime de amor — No te hagas daño por mi culpa

¿Por su culpa, creía que era por su culpa?

— No, es mi culpa, no debí besarte esa vez, yo...

— No, si debiste y todo lo demás y yo por el miedo... Por favor perdóname

Comencé a hiperventilar, él me hizo recostarme en la cama, minutos después ya me sentía mejor. Bruno siempre me calmaba.

Acariciaba mi cabello con delicadeza — No te creí cuando me dijiste todo eso

— Lo sé, pero debía hacerlo. Es por nuestro bien

— Mi bien y el tuyo es estar juntos, lo sé

Limpié mis lágrimas — Vamos a arruinar nuestra convivencia familiar por esto, tengo miedo a que nos odien

Suspiró — Yo también, si quieres terminar definitivamente con esto lo voy a entender. Vine hasta acá para decirtelo, no te presionaré ni nada, solo quería decirte por una última vez que te amo fuera del lazo sanguíneo

Ahora le acaricié la mejilla — Te amo y nunca dejaré de hacerlo. Seremos solo tío y sobrina

Nos deseábamos demaciado, pero teníamos que aprender a vivir con las ganas, con las ganas de ser algo más.

...

Me desperté debido a unos gritos y golpes, rápidamente salí del cuarto y en la pequeña estancia que compartíamos mis hermanas me encontré con la escena de mi padre golpeando a Bruno, me puse frente a él.

— ¡Basta! ¿¡Puedes arreglar las cosas sin necesidad de golpearlo!?

— Se lo merece, no debió venir hasta aquí

— Descuida, ya decidimos actuar lo que somos, así estarán todos felices

Luisa e Isabela me miraban suplicando que hiciera algo más, pero negué. Bruno se mantuvo firme aún teniendo su labio sangrando y el dolor de esas palabras "acuchillando" su corazón.

Papá acomodó su corbata y ayudó a Bruno a levantarse — Más les vale cumplirlo

— Lo haré, no te preocupes

De repente Bruno cruzó los dedos tras la espalda... Eso significaba una cosa. Ahí lo entendí todo.

🔞Teniéndolo Todo [Mirabruno] Historia Corta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora