Me gustaba ver a mi tío con mis hijos. Saqué el móvil e hice una foto para que ellos pudieran verla cuando fueran mayores.
En la sala había un soldado, mi tío lo llamó y le dijo algo al oído que no escuché, pero miré a Kara que lo miraba con el ceño fruncido. Algo no iba bien.
El soldado se marchó y no sé cuánto tiempo pasó, pero llegó acompañado de una chica joven que llevaba un bebé en brazos.
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—Andrea, quiero que conozcas a mi sobrina Lena. —dijo mi tío, la chica me miró hizo una reverencia.
—Alteza. —su voz era dulce. Me sorprendió que me llamara así.
—Tío, ¿Quién es ella?
—Es la cuidadora de Reagan. —lo miré con la ceja levantada. —el pueblo me la recomendó, cuando anuncié de un heredero. Ella es la mejor cuidadora de Camelot, ha cuidado a muchos niños del pueblo.
—Entiendo. —miré a Kara y solo se encogió de hombros.
Ojalá Emma y Regina estuvieran aquí, nos podrían ayudar a descubrir los secretos de esta joven.
— ¿Qué edad tienes? —le pregunté.
—21 años.
— ¿Desde cuándo cuidas niños?
—Desde los 12. Cuidaba de mis hermanos pequeños y después los vecinos nos traían a sus hijos para que también los cuidara. Mis padres les cobraban tres monedas de cobre por niño.
—Una guardería clandestina. —dijo Kara y yo asentí.
—Empezaste muy joven a trabajar. —le dije.
—Necesitábamos dinero para comer, mi madre no trabaja y mi padre es un lisiado, al ser la hija mayor y ocuparme de mis hermanos, a ellos les gustó la idea de los vecinos para entregarme a sus hijos para cuidarlos. Las tres monedas eran para nosotros después nos daban algo más para la comida de sus hijos. Pocas veces nos quedábamos con ellos e incluso en la noche.
—Por eso todos te han recomendado al rey. —más sumisa no podía ser, parece una buena chica y se nota que sus padres la han estado utilizando. — ¿Cuánto cobras por cuidar de mi primo?
—Una moneda de oro a la semana. —dijo mi tío, eso me sorprendió, era mucho dinero.
Lo miré sin decir nada y él se defendió.
—Soy el rey, necesito alguien de confianza para que cuide del príncipe heredero, no puedo pagarle menos que eso. — y yo suspiré.
Me acerqué a la chica y cogí a mi primo.
—Hola Reagan, soy Lena tu prima. —dije sonriendo, el niño me miró, sus ojos eran como los míos, se parecía bastante a mis hijos, solo que rubio. Kieran y Morgana nacieron con el pelo claro y ya se les está oscureciendo, son más castaños. Recuerdo cuando vinieron de otra Tierra ya siendo mayores, tenían el pelo moreno como yo y los ojos de los El.
