Amor Infinito

5

Lena PV

Seguíamos hablando con mi tío mientras de vez en cuando mirábamos a los niños.

—"Viene alguien" — dijo Aiden.

—"¿Quién?" —le pregunté.

—"No lo distingo, no lo veo bien, aún está lejos".

—"Esperemos entonces".

Kara que lo había oído se giró y miró al hombre que se acercaba, ellos no podían verlo bien, pero era un hombre con una gran barba y capucha y caminaba con la ayuda de un báculo.

En ese momento sentí el poder, uno familiar. Me levanté y miré al camino.

—¿Qué sucede? —preguntó mi tío.

—El abuelo está de vuelta. —dije sonriendo.

Esperamos un poco y cuando entró en el jardín, me acerqué a él, pude ver que sonreía, se quitó la capucha y yo lo abracé.

—Lena, que alegría me da verte. —dijo mientras me abrazaba.

—Y a mi verte a ti, abuelo. —no separamos y nos acercamos a mi tío y a Kara.

—Merlín.

—Hola Kara.

—¿Cómo han ido las visitas? —preguntó mi tío.

—Bien, están todos bien.

—No entiendo porque no vienen ellos a verte, saben que eres mayor y no puedes viajar tan lejos. Que poca consideración que tienen mis tíos. —dijo Lena.

—Ellos no quieren volver aquí, les trae recuerdos de su madre. —dijo Merlín.

—Pero su padre y su tío están aquí. —me daba rabia esto. Kara puso una mano en mi hombro para calmarme.

—Mi amor, no todos son como tú. Valoras a la familia porque nunca has tenido una de verdad y cuando supiste que tenías familia biológica quisiste conocerlos, querías comprobar que ellos si te querrían y lo demostraron cuando venimos. —dijo Kara y yo estaba llorando la abracé para esconder mi cara y ella me abrazó.

—Daría lo que fuera para ver a mi madre y pasar tiempo con ella. —dije.

—Lo sé.

Kara PV

Arturo y Merlín estaban tristes y no podía hacer nada para cambiar el ambiente, hasta que vi algo que no me esperaba ver hasta dentro de unos años.

Los niños estaban riendo y jugando, como si la conversación que teníamos los adultos no fuera con ellos, y entonces pasó.

Kieran y Morgana estaban levitando.

—Esto, Lena mi amor, no si quieres saber esto pero... nuestros hijos están volando. —dije.

—¿Qué? No tiene gracias Kara. —dijo mientras me daba un pequeño golpe.

—No es un chiste. —no dejaba de mirar a los niños.

Lena miró y se quedó muda de golpe. Me separé de ella y levité para cogerlos.

—¿A dónde creéis que vais? —los cogí y ellos solo se reían, me encantaba escucharlos reír.

Me fije que Reagan se había asustado porque estaba a punto de llorar.

—Hey alteza no tengáis miedo, no ha pasado nada. —dejé de nuevo a los niños en el suelo.

Ellos gatearon y se acercaron a Reagan y la abrazaron como sabían para tranquilizarlo. Sonreí al ver eso, mis niños son muy inteligentes.

Me acerqué de nuevo a mi esposa para tranquilizarla de la sorpresa.