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Kara PV

Pasaron un par de días desde que nos avisaron de la comitiva de los reyes del reino blanco, en este momento desearía que Emma y Regina estuvieran aquí, pero no puede ser.

Vi a los niños jugar con los animales, pensé que ellos también tendrían que estar escondidos, que cuidaran de los tres críos además de la cuidadora del príncipe Reagan.

Arturo me pidió que no usara mi traje porque atraería preguntas de las cuales nadie puede responder y la verdad yo no quiero que esa mujer sepa quién soy y de donde vengo. Así que acepté la petición y me buscaron un vestido para ponerme.

Fuimos a dar un paseo nosotras dos solas al pueblo cuando vimos a un soldado entrar corriendo al castillo. Miré a mi esposa y ella fue detrás del soldado yo levité hasta subirme a la muralla y miré lo que tanto miedo tenía ese hombre. Centré la mirada y vi un pelotón de soldados con banderas blancas y en el centro había dos caballos negros en uno iba una mujer y en el otro un hombre.

—Bueno, supongo que esos dos son los padres de Emma. —dije para mí misma.

Di un salto para bajar y me fui a la sala del trono con calma, porque esos tenían para rato al ritmo que iban.

—¿Son ellos? —preguntó Arturo.

—No lo sé, nunca los he visto, pero viene una mujer morena y un hombre rubio.

—Son ellos. —dijo Arturo suspirando.

—¿No vienen en carroza? —preguntó Merlín con el ceño fruncido.

—No, vienen cada uno montado a un caballo.

—Y luego dicen que Emma tiene que seguir el protocolo porque es una princesa. —dijo Lena.

Era verdad, por parte de sus padres Emma era una rebelde que no quiere ir con vestidos de princesa ni tiaras pero su madre viene montada a caballo y no con un vestido de reina.

Una hora más tarde, al fin llegaron, solo entraron ellos dos siguiendo a un sirviente.

Lena se colocó a la mano derecha de tu tío porque su abuelo estaba en el otro lado y yo me quedé junto a Lena.

Lena se colocó a la mano derecha de tu tío porque su abuelo estaba en el otro lado y yo me quedé junto a Lena

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(Con esta ropa estaban)

Llamaron a la puerta, Arturo gritó para dejarlos pasar, el sirviente abrió la puerta, los dejó pasar e hizo una reverencia a su rey y se retiró.

Llamaron a la puerta, Arturo gritó para dejarlos pasar, el sirviente abrió la puerta, los dejó pasar e hizo una reverencia a su rey y se retiró

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Amor InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora