Hari: Cuando las ovejas lloran (JungKook, Jimin Y Tú)

3. Vacaciones de primavera

CUATRO AÑOS ANTES...

El semáforo cambió su luz de rojo a verde indicando que los autos tuviesen la vía libre para circular por las calles transitadas de la gran ciudad de Seúl.

Jungkook ese día se sentía especialmente emocionado, se podría decir que eufórico; el clima era agradable, estaban en plena primavera. Una brisa fresca con el romanticismo a flor de piel y un atisbo esperanzador se sentía en el ambiente, al menos para él.

Empezaba sus vacaciones laborales, las que tanto había pedido en su trabajo. Cubrió muchas horas extras y hacía méritos solo para poder ganarse un par de semanas libres justo en las fechas del FESTIVAL DE LA ESQUILA DE PRIMAVERA celebrado en el pueblo de Bomtown y donde precisamente la empresa necesitaría más de sus servicios es por ello que se le dificultó obtenerlas.

Jungkook estaba locamente enamorado razón por la cual necesitaba, exactamente, esas vacaciones con suma urgencia en las festividades.

En fin, tanto esfuerzo valió la pena; pudo conseguir su merecido descanso y con eso aprovecharía para llevar a cabo los planes que desde hace tiempo los había formulado.

Él manejaba su vehículo, con los mejores ánimos hacia la casa de sus padres, a encontrarse con ellos y su hermana menor. Estaba feliz y ansioso. Incluso, como parte de su plan, se había hecho un ligero cambio de imagen en su cabello pelinegro: lo tiñó en un degradado castaño desde las raíces mezclándose con un celeste fantasía en medio hasta llegar a intensificarse el color en las puntas.

La idea era llegar a su antiguo hogar, dejar su auto ahí para emprender un viaje en la amplia, familiar y cómoda camioneta vans al lugar donde se encontraba la mujer que le colocaba su mundo de cabeza y la sacudía el corazón, Hari.

Kim Hari, el amor de su vida; como él mismo se refería hacia ella. Lo decía abiertamente, a veces con gran emoción y a veces con profunda tristeza. Nunca ocultaba sus sentimientos ante nadie.

¡Qué todos lo sepan!

Un sentimiento puro que nació desde la inocencia de su niñez y aun cuando los años habían pasado, esa emoción se conservaba con la misma sinceridad y pureza en la actualidad. Sin malicia ni doble sentido o morbo.

"Cuando seamos grandes seremos novios" el Jungkook de 9 años se lo prometía a una Hari que parecía estar inmersa siempre en su propio mundo entre pinturas, pinceles y hojas para colorear, él se lo prometió tantas veces que como por milagro, ella tan solo en una ocasión repitió esa frase "cuando seamos grandes seremos novios", resultado de su ecolalia* y resultado de la ilusión de él.

*Ecolalia: consiste en la repetición involuntaria e inconsciente de palabras, frases, e incluso conversaciones, diálogos o canciones, que el paciente ecolálico haya escuchado, ya sea en personas cercanas, la radio o la televisión, es un síntoma de trastornos como el autismo

El tiempo y la distancia hicieron el trabajo de que las cosas se enfriaran, cambien y se perdieran. Ahora él contaba con 21 y ella con 19 años de edad.

El primer, único y frustrado amor de Jungkook; algo casi platónico al que él se negaba con todas su fuerzas que se quede solo en una bella ilusión.

No era obsesión, no.

Pretendió de muchas formas equivocadas arrancarla de su corazón ya sea porque casi toda su vida había sido convencido por otras personas, específicamente por su madre, de que entre ellos dos no habría ningún futuro, o porque debido a su ignorancia no sabía como llegar a ella, como llegar a enamorarla o tan si quiera llamar su atención.

Ignorancia que al día de hoy ya no existía.

Amarla causaba en él las ganas de ser un mejor ser humano pero al mismo tiempo amarla dolía, le resultaba triste saber que su persona especial no lo volteara a ver ni por medio segundo, con posibilidades nulas de estar con ella; entonces cansado de esa situación tomó la decisión de informarse y preparase por un largo tiempo sobre el TEA (trastorno del espectro autista), condición en la que se encontraba Hari.