Criminal | KakaObi → Escrito en 2016

♡| Capítulo 12

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¿Días? ¿Meses? Quien sabe el tiempo que llevo sin escribir aquí. Me había olvidado de esta cosa ya.

No quiero extenderme, llego tarde.

Encontré el librito mientras guardaba mis cosas. Oh, sí, Akatsuki se ha disuelto.

Cada uno es feliz y entre todos decidimos mandar a la puta nuestros planes malvados. Seguiremos siempre en contacto, somos una familia, pero cada cual hará su vida.

Deidara y Sasori se van a casar, en un mes creo. Senpai confía en mi para ser su padrino, espero no perder los anillos como hizo Kisame en la boda de Pain y Konan.

Je, fue mejor la persecución que el banquete. Y sí, había sushi.

Ah, cierto, Kisame se queda para vestir santos.

Hidan y Kakuzu aún no se casan, pero el anillo ya está en la mano de Hidan. Es barato, sí, pero bonito.

Itachi hizo las paces con su hermano, y ahora vive en Konoha. Mantiene un hermoso romance con Naruto-kun, algo inesperado, pero ambos son muy felices.

El pequeño Sasuke sigue con la chica de rosa que no conozco; aunque no creo que duren. Parece ser un simple encaprichamiento de niños.

Y yo... Bueno... Bakakashi y yo estamos contentos. Vivimos en Konoha, sí, pero yo he decidido no volver al trabajo como ninja por ahora. Quiero cuidar a la niña.

Oh, cierto, Kakashi y yo adoptamos un pequeña niña. Era solo un bebé huérfana, ni nombre tenía. La encontramos en la rama de un árbol cubierta de sangre, la cual después sabríamos era de sus padres.

Obviamente, la llamamos Rin.

Es un niña preciosa y muy educada. Inteligente y cariñosa. Al igual que la anterior Rin.

¿Tal vez es su reencarnación? Quien sabe...

En resumen, todos estos "criminales" estamos disfrutando de esta vida feliz y tranquila.

Estamos disfrutando de esa felicidad que se nos niega al portar esa etiqueta de 'monstruos'.

Monstruos, criminales, llaménnos como quiera. A fin de cuentas, seguiremos siendo seres capaces de amar y llorar. De sufrir y reír. De odiar con el alma y de amar con el corazón.

Y eso nadie lo cambiará nunca.

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—Obito, ¿te tardarás mucho más? —las manos, cubiertos por la tela de los guantes, de Kakashi rodearon la cadera de ex-Akatsuki.— Rin quiere su cuento de buenas noches.

Un suave risa escurrió de los labios del Uchiha, este se giró sonriente. Con un dedo acarició el parche que tapaba su no-ojo, y suspiró.

—¿En qué piensas Tobi? —el Hatake adoraba llamarlo así, al inicio de su relación lo hacía para fastidiar, luego comenzó a ser un mote cariñoso

—En todo lo que tuvimos que pasar para llegar aquí. A veces pienso... ¿Ha merecido la pena tanto sacrificio? —la voz del pelinegro salía calmada, casi como si estuviera pensando en voz alta

—Estamos aquí. Los dos. Felices. Juntos. —el jounin apretó el agarré en el cuerpo del menor, apoyando su cabeza en el hombro contrario.— Yo diría que sí que merece la pena.

—Je... —Obito colocó sus manos sobre las contrarias, ocultando su sonrisa como podía.— Vayamos a leerle ese cuento a Rin.

—Ese es mi tontito. Te amo Tobi.

—Hm. Te amo, Bakakashi.