𝐍𝐨 𝐬𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐨 𝐦á𝐬 ~𝒯𝓈𝓊𝓀𝓀𝒾𝓎𝒶𝓂𝒶 🕊

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂

Han pasado varios años desde que ocurrió todo este problema con Tsukishima. Decidí pedir mi cambio en ese instante de la universidad e irme a otra prefectura, dejaría atrás todo lo que me llevaba arrastrando desde chico.

Empecé a conocer a gente, a perder el miedo a todo lo que me había planteado y lograr ser libre en algunos aspectos. Sabía que esto no podía resolverlo solo así que decidí ir con un profesional, desde ese instante todos mis pensamientos cambiaron y pude darme cuenta del tipo de personas con las que estaba rodeado.

—Eso sería todo por esta sesión Tadashi —mi psicólogo me despedía de su sala—. He visto un gran avance en tí, te felicito. Nos vemos el siguiente mes —me despedí y salí con dirección a una plaza.

Hoy tendría una cita conmigo mismo, me sentía bien, solo. Disfrutaba salir con mis amigos pero lo que más me gusta es salir para lograr conocerme ya que siempre estoy cambiando.

Caminé encontrando algunas prendas que tanto me gustaban y reconocí una pequeña cabellera anaranjada, era mi amigo Shoyo de la universidad, me acerque lentamente y toque su hombro.

—¿Hinata? —él me observo con una gran sorpresa.

—¡¡Tadashii!! —se tiró encima mío, abrazándome con tanta felicidad—. No te había visto en un gran tiempo, ¿cómo has estado? —pude notar que a su lado estaba un chico alto de cabellera azabache—. ¡Oh! Cierto, no los he presentado. Él es mi pareja de la que tanto te contaba, su nombre es Kageyama Tobio —nos dimos una pequeña reverencia.

—Un gusto, Yamaguchi Tadashi —estuvimos hablando un rato y decidimos ir a comer para poder platicar sobre todo esto.

Le conté acerca de todo el cambio que tuve a lo largo de estos años, el cómo afronte mis traumas y el más importante, cómo enfrente a Tsukishima. Me escuchaba atentamente y en algunos momentos me comentaba su punto de vista, me encanta volver a verlo.

Intercambiamos nuestros números y nos separamos, no quería detenerlo más. Seguía caminando en la plaza cuando alguien me llamo por la espalda.

—¿Yamaguchi? —giré mi mirada y note a una niña pequeña agarrada de un chico alto.

—Tsukishima —me impresionaba verlo por ahí, no pensaría que nos volveríamos a encontrar.

—¿Podemos hablar? —asentí y ambos caminamos al área de niños para dejar jugar a la pequeña.

—¿Es tu hija? —pregunté por curiosidad.

—Sí, tiene 3 años —con una sonrisa en el rostro me lo menciono.

—Te felicito —la verdad, me sentía feliz porque él pudo lograr hacer una familia.

—Gracias, ¿tu como has estado? —su cuerpo giro con dirección al mío.

—Bien, todo ha estado progresando —mi sonrisa salió.

—Me alegra demasiado verte así —nuestras miradas conectaron.

—¿Dónde está la madre de tu hija? —la niña era igual a Tsukishima en lo físico pero en su actuar era muy diferente.

—Ella trabaja hoy, así que salimos un rato —él de vez en cuando giraba para observarla—. Gracias —esas palabras me sacaron de mi mundo.

—¿Por qué? —confundido contesté. 

—Por darme cuenta de todo lo malo que hice a tu lado, espero algún día me perdones y logres encontrar a alguien —esa sonrisa que antes veía se hizo visible.

—Yo te he perdonado y sigo mejorando, algún día lograré estar con alguien o solo, no necesitas estar con una persona para ser feliz —me levanté lentamente—. Me tengo que ir, disfruta a tu familia —se levantó y mencionó unas últimas palabras.

~Encontraras a una hermosa persona porque eso te mereces tu.

Desde entonces logré ser feliz y encontré al amor de mi vida viviendo tranquilamente en las caóticas calles de Tokio.