Final

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 Han pasado unos cuantos años desde que paso la final en la que fue uno de mis últimos partidos en volley y fue el inicio de una nueva etapa para mí, la uni, al principio fue estresante, pero al paso de los años de carrera se fue haciendo más fácil. Después de acabar mi tercer año, Atsumo me propuso ir a vivir juntos, cosa que no me negué, cuando podía iba a sus partidos y justamente en uno de ellos en el que ganaron decidió llevarme a cenar a un restaurante que solíamos ir cuando estábamos en la preparatoria.


En ese momento no me esperaba nada de lo que había planeado, cuando estábamos acabando de cenar, se levantó de su asiento, se arrodilló delante de mí, en ese momento me sentí la mujer más querida del mundo al saber lo que significaba eso, una pedida de mano lo que nos uniría por mucho tiempo.




La boda fue con poca gente, algunos amigos, su familia y la mía, pero como siempre después de la felicidad siempre hay un momento duro y en mi caso fue enterarme de que había perdido a nuestro hijo sin saber que lo esperábamos. Fue un golpe que nos dolió a los dos, pero acabamos decidiendo que cuando pasaran unos cuantos años intentaríamos tener alguno.

Un día mientras me encontraba trabajando en una guardia en urgencias apareció mi cuñado diciendo que se encontraba muy mal y que necesitaba que le atendieran, solo negué con la cabeza para continuar con mi trabajo para luego mandarlo a casa diciendo que solo era un pequeño empacho por comer demasiado arroz.

En la final de los juegos olímpicos no me encontraba muy bien, cosa que no nos hizo mucha gracia y me tuve que quedar con Osamu cada dos por tres acompañándome al baño a vomitar todo lo que comía, de un momento a otro se me ocurrió mandarlo a por pruebas de embarazo y en efecto lo estaba. Cuando Atsumo llego la cena, estaba preparada gracias a que tenía a un maravilloso cocinero y cómplice, la noticia le sentó bien para al cabo de nueve meses más o menos tener en brazos a nuestra primera hija, al cabo de otros dos años tener a nuestro segundo hijo.

Ahora que miro al pasado, hemos vivido muchos momentos y aventuras que nos tocara explicar o crear nuevas con nuestros dos hijos de hoy en adelante.

Una Kageyama con un Miya?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora